Kagura y Sougo - Aventura en Magi

Idiota y Sexy Capitan

El emperador Kouen y el príncipe Koumei decidieron regresar al imperio, pues el gobernante no podía alejarse demasiado tiempo de su país ya que tenía muchos asuntos que atender. Después de sus improvisadas e interesantes vacaciones y de recolectar valiosa información proporcionada por el sádico policía tendría un buen número de temas para investigar, por otro lado Muu opto por quedarse unos cuantos días más pues sabía que Reim estaba seguro con Titus atendiendo la mayoría de los asuntos importantes.

-¡¡¡Lo resolví!!! – grito la maga de caballera azulada mientras entraba a toda prisa al gran comedor donde todos se encontraban disfrutando sus alimentos.

-¿Qué paso Yamuraiha? – pregunto el rey de Sindria.

-Gracias a la ayuda que me brindo el príncipe Koumei antes de irse pude resolver como regresar a Kagura y Sougo a su mundo – la cara de sorpresa de los presentes fue muy variada, desde felicidad mezclada con un poco de tristeza departe de la yato, desinterés escondiendo alegría del sádico, fastidio de Judar y más emociones mezcladas de los nuevos amigos — pero...

-¿Pero? – pregunto Ja'far.

-Dilo de una vez bruja – Sharrkan siempre con sus comentarios infantiles.

-Cierra la boca, cara de perro – si las miradas mataran Sindria ya no contaría como un general – como iba diciendo... para que puedan regresar a su mundo es necesario abrir el camino entre ambas dimensiones y esto solo lo podemos lograr trayendo a alguien más, sin embrago esto conlleva una gran cantidad de magoi — esto se estaba poniendo muy serio — en cuando esa persona esté aquí tendrán que permanecer uno o dos días más para que recuperemos nuestra magia y poder enviarlos de regreso antes de que el camino se cierre nuevamente.

-¿Nuestra magia? – pregunto el ex-príncipe rubio.

-Sí, para abrir el camino voy a necesitar de la ayuda de Aliddin y Judar ya que esta aquí... los magi pueden manipular una gran cantidad de magia y sin ellos me temo que no podría lograrlo yo sola.

-Cuenta conmigo Yum-san – dijo el magi más joven, mientras Judar solo ponía mala cara.

-Creo que con nosotros dos es suficiente para abrir el camino y traer a la persona, pero para enviarlos de regreso si necesitaremos la ayuda de Judar... bien Kagura-chan necesito que pienses en una persona que quieras mucho.

Sougo estaba un poco molesto ya que nadie pidió su opinión, el pudo haber traído a Kondo o Hijikata... pensándolo bien era mejor que se quedaran en Edo vigilando.

En medio del gran comedor Yamuraiha, Aladdin y Kagura se tomaron de la mano mientras los peli azules decían unas extrañas palabras y una gran cantidad de mariposas doradas de Ruck los rodeaban.

Al dispersarse la gran luz segadora Aladdin cayó de rodillas mientras trataba de controlar su respiración, la maga cayo desmayada siendo sostenida por el moreno de blanca cabellera quien la atrapo antes de que tocara el suelo, el hechizo tomo demasiada magia y su cuerpo de no lo soporto.

-Oye bruja, despierta – decía el preocupado príncipe de tierras áridas.

-Ella está bien – dijo el magi menor – solo necesita descansar.

-Sharrkan llévala a su habitación – ordeno el peli morado.

Una gran esfera luminosa dejo ver tres nuevas figuras, un joven de cabello negro se encontraba con una escoba barriendo cuando la fuerte luz lo atrapo y se frotaba los ojos.

-Shinpachi apaga la luz, ¿que no ves que estoy durmiendo? – dijo el samurái de plateada cabellera mientras se encontraba recostado en el suelo, con las manos detrás de su cabeza y la Jamp cubriéndole el rostro. Sadaharu trataba de recuperar la vista al igual que el cuatro ojos.