Caminos Entrelazados

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Cuando regresaron al palacio ya todos los invitados y generales se encontraban reunidos en el gran salón donde ya se le estaba informando del pronto regreso. Kagura comenzó a despedirse de cada uno de ellos tratando de contener esas inmensas ganas de llorar.

-Cuídate mucho – hablo el imponente Drakon.

-Te echaremos de menos – Hinahoho le regalaba una de esas grandes sonrisas tan sinceras y paternales típicas de él, Kagura solo asintió sin decir nada y sonriendo lo mejor que podía.

El pelirrojo de Sindria se acerco a la yato.

-Estarás bien, eres fuerte – nunca a sido bueno hablando o mostrando alguna expresión por lo que esas palabras eran más que suficientes.

-Masrur, cuida de Yamu-chan, Pista-chan y Mor-chan.

Luego era el turno del gobernante y su fiel visir.

-Espero que regresen con bien – la tranquilidad que sentía Ja'far era envidiable, en especial para el peli morado que trataba de controlarse.

-Siempre tendrán las puertas abiertas en Sindria. Todavía estas a tiempo de quedarte y convertirte en mi reina – dijo de modo pícaro sintiendo una repentina sensación de peligro por parte del hermano de la chica.

-Deja de comportarte como tonto o le darás más problemas a Ja'far – regaño la pelirroja mientras el peliblanco derramaba unas cuantas lágrimas. Al fin alguien entendía su calvario.

-Al menos ya no formare parte de la decoración en la pared – trato de bromear el moreno.

-Sharrkan – lo jalo de sus blancas ropas para hablarle al oído - más te vale que trates bien a Yamu-chan o prepárate a morir en manos de Masrur – el tono tan bajo en el que hablo no impidió sentir la seriedad en la amenaza de la chica.

-No los olvidaremos – hablo el siempre serio de Spartos.

-Los extrañare a todos – cada vez era más difícil resistir el sentimiento que la estaba envolviendo.

Esta vez era el turno de cierto rubio, un peli azul y un pelirrojo

-Espero que algún día nos volvamos a ver Kagura-onnesan– hablo el menor con una cara triste pero tratando de fingir.

-Yo también lo espero Aladdin – lo abrazo por última vez.

-Eres muy divertida – el rubio recordaba sus ocurrencias.

-Recuerda que soy la mejor. Pero más te vale que nunca hagas sufrir a Mor-chan o te matare.

-Aunque tengas un reino, Kou es mucho mejor – Kouha trataba de hacerla enojar por última vez.

-Pero mi reino es mucho más divertido – contraataco, ciertamente pocas veces se aburría en Edo – renacuajo despídeme de Kouen y Komei.

-¡¡¡¿A quién le dices renacuajo?!!! ¡¡¡Soy un príncipe, maldición!!! – definitivamente nunca olvidaría a esa mujer tan atrevida.

-Es una lástima que no te quedaras más tiempo – hablo el líder de la legión de fanalis – esperaba llevarlos a conocer el hermoso país de Reim.

Un acto tomo por sorpresa a todos, Kagura salto y abrazo fuertemente al pelirrojo.

-¡¡¡Muu-chi!!! Te extrañare mucho – hablaba con tristeza mientras cerraba los ojos y trataba de que su nariz no dejara salir nada indebido – nunca olvidare todos esos momentos que pasamos juntos, tus historias y esos invaluables concejos que me diste, nuestras batallas, las fiestas y... tantas cosas que no puedo recordar.

¿En que momento esos dos pasaron esa clase de cosas? ¿Cuándo fue que paso? ¿Cómo nadie se dio cuenta? Ni siquiera la autora.

-Estoy seguro que a Titus le hubiera encantado conocerte – la soltó y le revolvió el cabello.

Kagura y Sougo - Aventura en MagiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora