Yorozuya Host

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-Judar deja de revisar mis libros sin permiso – dijo la maga con notable enojo – Primero le pones orejas de gato a nuestro rey e invitados y ahora conviertes a Kagura-chan en un chico.

-Tsk... yo hago lo que quiera – refunfuño molesto el magi, no le gustaba que nadie le regañara por sus travesuras – además deberías de guardar mejor tus cosas importantes.

-¡¡¡Estaban muy bien guardadas!!! – había tomado las precauciones necesarias para que no encontraran esos hechizos, pero no conto con la habilidad del magi oscuro.

-¿Cuándo regresaremos a la normalidad? – pregunto la sádica con cara de indiferencia.

-Lo más seguro es que mañana – dijo la peli azul tratando de recordar aquel hechizo – ¡¡¡La próxima vez que revises mis cosas te pondré una cola de lagarto!!!

-Tranquila Yamu-chan – dijo la yato, mejor dicho el yato — Judar no volverá a revisar tus cosas, así que perdónalo ¿sí? – al decir esto Kagura se acerco a la maga con una dulce sonrisa y le guiño un ojo, lo que no se daba cuenta era de lo sexy que se veía ante los ojos de las féminas.

-Kagura-chan... no me acostumbro a tu apariencia – el sonrojo en sus mejillas no paso desapercibido por nadie, en especial por el moreno que le había hecho compañía la noche anterior – eres tan guapo, atento y sexy – lo abrazo mientras el yato felizmente le correspondía, después de todo se había convertido en una gran amiga y consejera – eres el sueño de cualquier mujer.

-Lo sé, soy maravilloso — alguien se la estaba creyendo demasiado.

Tras la declaración de la maga el cerebro lleno de azúcar de Gintoki tuvo una gran idea ¿Por qué no aprovechar la nueva apariencia de su ahora hijo adoptivo? Y justo en ese instante se daba cuenta de algo muy importante que faltaba en ese país.

-Estoy aburrido – Al saber que su "hermano" regresaría a ser una chica perdió el interés en buscar una mujer para él – Tengo hambre Abuto, vamos a buscar algo de comer.

-¿Alguna vez puedes dejar de pensar en comida? – pregunto el castaño mayor mientras lo seguía.

-Kagura-chaaaannn – canturrio el samurái de plateados cabellos.

-¿A quién le llamas Kagura? – el pelirrojo ya había liberado a la maga de su abrazo mientras hablaba con el ojos de pez muerto – ese es nombre de una mujer muy hermosa, yo soy todo un hombre... llámame Key.

-¿Key?

-Estaba pensando en Kentogo pero es muy largo, Key es más corto y masculino.

-Sí, sí como digas – lo tomo del cuello junto con el magi oscuro y comenzó a caminar a la salida – tenemos negocios que atender.

-Sí, sí como digas – lo tomo del cuello junto con el magi oscuro y comenzó a caminar a la salida – tenemos negocios que atender

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-¿Y cómo debemos llamarte a ti? –pregunto el pequeño peli azul para la chica castaña.

-Solo díganme Souko – la indiferencia en su cara era la misma de antes.

Kagura y Sougo - Aventura en MagiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora