El Amor de una Mascota

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-Oye tonta – esa voz era inconfundible sexy y masculina.

-Judar, que bien que te veo – hablo la oji azul.

-¿Y eso para qué? – pregunto con una pequeña sonrisa mientras elevaba ligeramente una ceja.

-Estoy aburrida llévame de paseo.

-¿Y yo que gano con eso?

-No tengo dinero – respondió de mala gana.

-No lo necesito – solo los ricos se daban el lujo de decir eso, pensó la yato.

-¿Cuál es tu precio?

-Te lo diré después – en su mirada se podía notar alguna intención oculta.

El magi oscuro y la pelirroja salieron de palacion en la alfombra para luego recorrer tranquilamente las calles, a Judar no le agradaba mucho tener que mezclarse con los "plebeyos" como los veía él, sin embargo a Kagura no le molestaba ni un poquito, estaba acostumbrada a tratar con delincuentes, travestis, terroristas, policías, locos en general por lo que esa gente pacifica no la incomodaba.

En un puesto de curiosidades algo llamo la atención de la pelirroja, un lindo collar con la que cierta criatura se vería divino.

-Qué bonito – dijo elevando el objeto.

-Es un collar para mascotas señorita – dijo el hombre del puesto.

-Apuesto a que le encantaría – ya podía verlo corriendo alegre luciendo ese bonito accesorio en su blanco y esponjoso cuello.

-¿Tienes un perro? – pregunto con un pequeño gesto de desagrado el magi.

-Si, es la cosita más hermosa del mundo – dejo el collar donde estaba y siguió caminando.

-¿No lo vas a comprar? Tacaña.

-Es muy pequeño.

-¿Entonces te gustan los animales? – Quería saber un poco más de ella y esta es la oportunidad perfecta.

-¿A ti no? Son tan lindos y tiernos quien podría resistirse – la imagen de su fiel y querido Sadaharu llego a su memoria, realmente quería a esa gigante bola de pelo o como lo llamaba Gintoki esa máquina gigante de kk.

-Nunca he tenido mascotas – contesto sinceramente, desde pequeño fue utilizado por la organización y nunca le permitieron esa clase de distracciones y no es como si le interesaran mucho.

-Yo he tenido conejos, perros, escarabajos – recordar la muerte de su Sadaharu 28 a manos del sádico en aquel legendario duelo la entristeció un poco, pero luego una pequeña sonrisa se formo, esos días fueron divertidos ahora que lo pensaba.

-¿Escarabajos? – su cara de horror no tenia precio – ¿Te gustan esas cosas asquerosas?

-Eso fue hace algunos años – contesto alegre – aunque eso jamás me molesto... — paró en seco mientras un escalofrió recorría su cuerpo – pero las cucarachas no las soporto – el magi rio ante su reacción, esa chica que parecía no temer a nada ni nadie, no soportaba las cucarachas.

Al ver como el peli negro reia descaradamente la molesto un poco, pero su enojo paso en cuanto a lo lejos vio algo que llamo mucho su atención.

-Espera aquí – dijo Kagura mientras corria.

Judar odiaba que lo hicieran esperar, sin embargo la chica no tarda demasiado.

-Cierra los ojos – ordeno Kagura mientras mantenía las manos en su espalda ocultando algo.

-¿Para qué? – no le gustaban las sorpresas.

-Solo hazlo rápido – dijo mientras veía fijamente sus ojos rubí, este obedeció de mala gana – ya ábrelos.

Kagura y Sougo - Aventura en MagiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora