12. Eyes

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Jimin seguía a mi lado, no se movió en ningún momento desde que llegamos. Realmente le estaba tan agradecida... Esas cosas significaban mucho para mí aunque fueran pequeños detalles, siendo de él me valía hasta una simple mirada para envolverme en otro mundo.

De repente sonó el timbre de mi casa. Por un momento me estremecí ya que sentía que ésta no era un lugar seguro, pero cuando Jimin se levantó para abrir recordé la llamada con Taehyung.

-¡Mia!- Taehyung salió corriendo de la puerta hasta mí- ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo esos cabrones?- Vi en su cara la furia de mil tempestades juntas.

Me costaba poder llegar a decir una frase entera sin que mis lágrimas interrumpieran alguna palabra; pero lo intenté, no quería que se alterara más de lo que estaba.

-Nosotros llegamos después- eché otro vistazo por...¿vez 1000? podría ser.

- Menos mal, sino ya me encargaría yo de aclararles unas cuantas cositas- Dijo Taehyung mientras veía como se le tensaba la mandíbula. Su expresión se volvió oscura mirando todo aquel desorden y empezó a apretar sus nudillos debido a la impotencia. No me sobraban palabras para decir así que decidí sólo cogerle la mano para intentar tranquilizarlo. Al parecer aquello provocó el efecto que yo buscaba y repentinamente él relajó sus manos para acariciar la mía.

Jimin se colocó detrás de mí y no me dí cuenta hasta ese momento que los demás estaban rodeándome.

-¿Cómo estás Mia?- Preguntó Jungkook

-Bien- acompañé esa única palabra con una leve sonrisa en modo de agradecimiento.

-Por suerte no lo vimos- Dijo Jimin explicando la situación a sus amigos- solo llegamos y nos lo encontramos así-Jimin hizo una pausa- Taehyung, ¿Llamaste a los padres? -a lo que asintió con la cabeza.

Escuché unas llaves que forcejeaban para entrar. Eran mis padres. Ellos entraron agitados, mientras mi padre echaba un vistazo a la casa mi madre se dirigió hacia mi.

-¡Mia cielo! Dime que estás bien, dime que no te ha pasado nada- Preguntaba mi madre mientras me escaneaba con la mirada.

-Mamá, lo siento si no me hubiera ido no hubiera pasado esto- Mis lágrimas volvieron a mojar mi rostro- lo siento- finalicé como pude y me llevé las manos a la cara. No quería que tuviera esa imagen de mí.

-¡Anda ya Mia! No digas tonterías ¿eh?- Dijo mi madre y miró a Taehyung- Taehyung ya me dijo todo lo que había pasado, no es tu culpa cariño.

-Nos han robado la televisión y todas tus joyas- Escuché que decía el eco de la voz de mi padre que recorría el pasillo, notándolo cada vez más cerca- lo demás está.

-Gracias a dios- Dijo mi madre aliviada- ¿ves Mia? no pasa nada, ha sido un robo pequeño, sabían que volverías a venir. Son cosas poco valiosas no pasa nada cariño- me besó en la cabeza para tranquilizarme aunque interiormente seguía con un poco de culpa. Seguramente no se me iría tan fácil.

Me estaba mordiendo el labio para reprimir muchas cosas que pasaban por mi mente, sólo quería olvidarlo todo o levantarme si esto era una pesadilla. Pero que acabara ya. 

Hoseok me vió y me dió un abrazo. Parecía que podía leerme la mente, el poco tiempo que lo conocía no era palpable, todo lo contrario, parecíamos amigos desde la infancia como con Taehyung.

-¿Podemos hacer algo para ayudar?- Preguntó Taehyung a mi madre

-Oh sí, ahora que lo dices- Mi madre lo llamó con la mano- Ven por favor Tae, tengo que comentarte algo.

-Claro- Se levantó de estar en cuclillas y se alejó para hablar con mi madre.

-¿Nosotros podemos hacer algo también?- Preguntó Suga a mi padre que estaba recogiendo y poniendo las cosas en su sitio.

BreathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora