Hotel Rompecorazones Parte 2

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Se volvió un habito, la volvió un habito, con el paso de ocho meses de relación, el tenía fotos de ella haciendo cualquier cosa, cocinando, lavando, trabajando, tenía una foto de ella en su auto usando una linda camisa con un suéter encima de cuello alto y unos pantalones resaltando sus delgadas piernas.
Pero ¿Ha dónde se ha ido su alma?, ella aún buscaba algo que no podía encontrar en él, incluso con todos esos meses de relación aún recordaba y aún le dolía, no podía encontrarlo en la persona que dormía a lado suyo por lo que se asustaba de no poder superar eso, pero incluso había logrado estabilidad con él aun con las cosas malas, muy malas.

Sin embargo la tenía en primera fila, la principal, la "más importante" le dijo una vez. Lo magnético de él la tenía pegada a él, la tenía volando tan alto, la hacía sentir como algo más, qué incluso le quitaba el sueño, y lo que menos deseaba era regresar abajo, no quería tocar suelo.

Todo tiene lo malo, así que no sabía si era malo o bueno haber sentido satisfacción cuándo se entero de que cuando alguien le pregunto al frío, serio, amargado Light Yagami si se casaría con Takada, el respondiera "Ella y yo tenemos claro que solo somos amigos con beneficios, nada serio", sí, seguían teniendo esa clase de relación pero no seria cuándo a ella, a Misa la reconoció ante todos como su intocable novia.

Eso la ponía más afligida, seguir pensando, estar pendiente de todo lo relacionado con él, eso no era nada sano.

Lawliet...vaya, hablar de ello le era difícil, el era un excesivo controlador novio, y sin embargo se seguía viendo con otras chicas (cosa que ella no sabía, aunque Takada se lo recalcará)

-Pobre, primero la engaña Light y luego Lawliet-Se burló.

Ella nunca respondía, no tenía sentido pelear con ella, pero la duda estaba ahí, el gusanito ya andaba por su piel recorriendo con la incertidumbre de sus palabras.
Lawliet viajaba mucho, eso lo sabía pues el era importador de productos, pero no por ello desconfiaba.
Así que siendo vacaciones de navidad, aprovecho a ir a verlo, justamente estaba en la ciudad dónde se conocieron, en el mismo hotel por lo que solo fue, se registro diciendo que era su esposa y le dieron la llave de su habitación, con tanta facilidad que se preocupo por la seguridad del hotel, deposito sus cosas, eran las 9:00 de la noche y como no lo encontró, llegó a la conclusión de que fue al club.
Se dio una ducha rápida, no lavó su cabello, solo enjabono su cuerpo, hizo del baño, y salió poniéndose una blusa ajustada, unos shorts con mayas debajo, unos tacones bajos, labial rojo, delineado y salió.

La primera vez que pasó por esos pasillos fue entrando dolida, y salió ese mismo día olvidando sus problemas. Ahora la escena se repitió de forma inversa.

Atravesó los pasillos recorriendo el lugar con la mirada, ni siquiera se sorprendió al encontrar a Lawliet sentado abrazando a otra la cuál sonreía mientras besaba su cuello. Sus miradas chocaron, el la miro un buen rato, una mirada que no sabría describir más que, ¿burla?, ¿puede alguien decir por qué lo haría?. Ella solo abrió la boca sin que palabra alguna saliera y cuándo por fin parecía haber reunido las fuerzas, el giro la cabeza dándole un largo beso a la chica y fue que toco suelo, se dio cuenta de la situación,  dio la vuelta y salió corriendo.

Todo era tan confuso, tan malditamente confuso que le daba jaqueca, suponía que debía irse, no porque se hubiese enamorado, después de todo no pudo superar a Light, pero puso sus esperanzas en el y trato de encontrar algo en él que fuera especial pero no lo hizo, tal vez fue por ello, el no era bueno y todas las señales fueron tan presentes.

Fue la luz que le ilumino cuándo creyó qué todo se vendría abajo, el dramatismo. "Estoy bien, en esto momento estoy bien, una ruptura no es nada, está bien"

Esa ciudad no estaba tan lejos, solo a cinco horas de su casa, así que tomo su carro y se fue, tontamente fue a casa de Light. Aún tenía la copia de la llave que el le dio así que entro, el estaba dormido, solo, en la cama solo sin Takada, vaya, debía estar tan afectada como para buscarlo. Le toco el hombro con suavidad despertandolo, la sorpresa no se hizo esperar en el rostro del muchacho quien al verla no supo reaccionar, mucho menos al notar que ella tomo asiento en la esquina de la cama.

-Paso lo mismo-Hablo Misa mirando fijamente a un rincón de la habitación-Me engaño y lo peor es que lo hizo frente a mi, me miro a los ojos sin remordimientos.

-Misa, no creo ser el más adecuado para aconsejarte.

-No-Lo miro, sus ojos azules no tenían ni un atisbo de querer llorar- Solo di mi todo pero nadie lo aprecia, todos se burlaban en mis narices, lo recalcaban siempre que debi darme cuenta-Suspiro mirandolo directamente-Ahora no pueden herirme, he tocado el suelo, yo ya te perdone, solo quería decirte eso, y tienes mi apoyo en lo que necesites aunque no este de acuerdo conmigo misma.

Sin decir mas se fue dejando a un castaño consternado. Si das amor te dan amor, cosa del karma, pero tal vez ella dio por dos y por ello no recibió.
Vago por las calles dedicándose a mirar las estrellas.
Definitivamente ese lugar dónde conoció a ambos era el hotel rompe corazones.

Love AnywayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora