L lo sabe, ella se paseaba por el edificio en ropas seductoras, realzando sus encantos como en ese momento que estaba acostada en el sofá, se había quedado dormida con un top holgado con la palabra "inocent", una falda que enseñaba gran parte de sus blancas, torneadas y atractivas piernas, se movía haciendo movimientos que atraía las miradas de los policías que estaban ahí recorriendola, devorandola con los ojos.
Porque L lo sabe, ella solo quiere atención, su atención, no quiere su corazón, quiere jugar un rato con él haciendo estragos en su mente.
Las poses que pone, la ropa qué utiliza, sus peinados de niña inocente, esos labios rojos invitando a besarles, no, nada de eso es para Light, todo es para llamar su atención porque es todo lo que quiere, la atención de L, lo supo desde el primer momento en que la vio, esos ojos que demostraron malicia ocultos por su tonta inocencia.
Mirarla es adicción, sus labios pecado, su vestido castigo,incluso su perfume es veneno, ese olor a ella, tan dulce.
Lo que Misa hacía no eran coincidencias, todo lo calculaba para él, corría a su alrededor provocandolo pero solo ofrecía más no daba.
No lo frustraba, en realidad le divertía hacerle creer que ella tenía el control (o igual era al revés). Ambos eran mentes complejas en diferentes puntos, al final alguien perdería aun cuándo ninguno quisiese ceder. Ella ensuciaba su nombre diciendo cosas acerca de él a sus conocidos, con los detectives, algunas veces sin resultado pero sabiendo que llamaría su atención.
Misa despertó estirándose en el sofá haciendo que su top se alzase mostrando más parte de su abdomen y ropa interior, su falda se subió como reacción, los presentes voltearon la cara por respeto (también para evitar otra reacción más) y L solo la escaneo, de arriba a abajo, recorrió su voluptuoso cuerpo, no por nada ella es de las modelos más codiciadas por los hombres, la vio sonreír ante eso, su castigo fue verla pasar su mano "sin querer" por el largo de su pierna. Un juego.
-¡Misa!-Light fue el primero en exclamar fingiendo estar preocupado por su novia-Ve a ponerte algo más de ropa.
-¡Light kun!-Ella salto a sus brazos ocasionando que todo se le viera, restregó sus senos en el pecho de el castaño, todo mirando a L-Lo haré si eso quieres.
L sabía lo que seguiría, ella se cambiaría de ropa en su habitación, no mostraría más que la espalda desnuda pero eso es suficiente visión. Esa espalda con curvas en los costados, acabando en unos glúteos bien formados, su cadera de manzana, todo en ella es perfecto a sus ojos.
Solo esta tratando de entrar en su mente, quería que ella le enseñara que es lo que debía hacer, es la primera vez que una sensación le recorre por partes a las que poca importancia le daba, Watari le dijo que es el deseo hacia la persona querida. Así que el tenía deseo por Misa, y ella lo sabía.
Cada día, cada noche, le hacía sentirse como un tonto.
-¡Mira Light!-Murmuro Misa entrando con tres banderillas en un plato-Son algo grasosas pero Sayumi las trajo para mi, tu hermana es un encanto.
Misa las degusto con calma, algo que hizo (sin saber porque) qué dentro sus pantalones algo despertase.
Ella quito la mirada de Light que la ignoraba sin remordimiento, miro a L, aun con la banderilla en su boca, le dio una lamida larga antes de meter una gran bocado en su boca cruzando sus piernas haciendo notar, otra vez, sus piernas con el mini vestido que se puso ese día, ¡que imagen!.
-Te pediré-Dijo a Light con una mirada fría L-Qué te lleves a tú novia que estorba aquí.
-¡Mentiroso pervertido!-Exclamo Misa aparentemente ofendida-Ni siquiera estoy haciendo ruido, solo quieres quedarte a solas con mi novio.
Ambos sabían el porque, el prefería alejar el pecado de su cercanía y ella quería seguir insitandolo.
Porque L lo sabe, ella solo quiere atención, no quiere su corazón, quiere jugar un rato con él haciendo estragos en su mente.
