Una vez corrió hacia ella, una vez sufrió por ella, una vez pero no más, ese amor tan sucio, manchado lo estaba matando. A veces sentía que debía irse lejos, o alejarla, cualquier opción estaba bien, lo lamentaba por ella pero no rogaría más, huiría de ella porque el corazón que se llevó le está haciendo falta, necesita su mente de nuevo en su lugar.
A veces sentía...que olvidadizo, ahora sus sentimientos están dominados por ella quien lo ignoraba de una manera tan dulce.
Misa sentada en el sofá en un camisón leyendo una revista en verdad le excitaba, ya la había probado y ahora quería hacerlo otra vez, paso una mano por las piernas de ella dándoles un beso en el recorrido, no había nadie en el edificio.-¿Dónde crees que estás poniendo esas malas manos?-Se levantó alejándose un poco de L.
-Ahora me conoces, quiero un amor que sea maduro-La tomo del brazo atrayendo la a el, la vio sonreír negando-¿Por qué no? Se supone me amas.
-Detente, lo siento pero no lo hago-Misa se soltó yéndose.
Siempre le daba largas, no podía dejarla, pero estaba bien.
Seguirla viendo con Light le ponía celoso. No olvidaría el día que la vio por primera vez en persona, su corazón latió más rápido de lo normal sorprendiéndolo ligeramente, el retenerla en el edificio fue un error pues ella se metió en sus pensamientos sigilosamente como un gato.Algo lo estaba confundiendo, tiene que ver con la forma de estar con ella, luchar por conseguir un rato es algo que no hará aunque, ¡demonios! Si no lo quería ¿por qué tuvó que actuar asi? En verdad es confuso.
Pasó una hora y ella se acerco por detrás mientras el trabajaba mordiendo el lóbulo de su oreja pasando las manos por sus hombros.
-Estoy trabajando, te pediré que te retires.
-¡Oh vamos!-Se sentó en el escritorio-¿Me quieres o no?
-No rogó de esa manera.
Misa se bajo de golpe yéndose molesta, si el empezaba a dejar de ser su marioneta perdía el interés de jugar con él.
¿Acaso el amor es tan insignificamente para ella?
¿Sus sentimientos son tan insignificantes?Ella solo quiere una aventura ardiente pero tiene que parar.
Es una mala chica con la que cometio el error de meterse.
Una mala chica por la que apostaba haciendo una mala apuesta pero no podía dejarla ir, sus palabras volvieron a frias, cortantes lastimandose por favor detente, tenía miedo, probablemente se acercará, lo sacudiera y luego se iría, no importa por dónde lo viera, estar con ella es como una montaña rusa mal construida.Ella fue hacia él, actuó como si lo quisiera, lo ilusiono y se alejo.
Es encantadora (Horrible).
Es dulce (Una jugadora).
Es sincera (Mentirosa).
¿Podría darle un poco más? No pedía mucho, solo que no lo dejase en segundo plano, estar rogando, mendigando atención, no es algo que el haría o que siquiera hubiese imaginado, una primera experiencia de lo más asquerosa, sus manos tan suaves eran un infierno, sucias, lo tocaban contaminando con todos los pecados que ella representaba, las mentiras que ni bonitas son, perdiendo su vida por alguien tan miserable.
La ama y la desprecia.
La desea y la aborrece.
La anhela y le da asco.
Un sentimiento de odio es lo que ella quiere, porque Misa piensa que el odio es aún más fuerte, puro, sincero que el amor, esa idea tan errónea y enferma que no sabe de donde la saco, está trabajando en él para dejarle herido, para dejarle con tal sabor negro en su corazón que solo piense en ella como la causante de todos sus males pero que nunca la olvidaría, no la superaría por saber que todo su mal vino como regalo con una sonrisa radiante y un rostro angelical adornado de dulces cabellos oro.
¿Qué fue lo que dijo? Oh si, que lo esta volviendo loco.
Debe detenerse, esa zorrita chica astuta.Un amor tan manchado.