Atributos

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Una rayita, dos rayitas, tres rayitas...toda la maldita base de operaciones estaba llena de rayitas que la rubia fue colocando para ver cuanto medía diaramente, apuntando el "157 cm" todas esas ocasiones mientras se estiraba para hacer crecer su cuerpo solo porque lo leyo en internet, y no solo eso, ¡no señor!, el horrible olor que desprendía la cocina cuando Misa se ponía a hacer unos licuados extraños " por el bien de sus pechos" luego de quedar algo traumada pues hace un mes salió la lista anual de mejores cuerpos de las idols japonesas, lista en la que Misa desde los 17 hasta los 21 que ya tenía quedaba en primer lugar, y, cuándo checo la lista en ese año, vio el estrepitoso tercer lugar con la nota "ha perdido volumen en sus pechos", y ahora la señorita licuaba una mezcla de cebolla, pepino y huevo que vio en internet, inlcuso la vieron en ocasiones masajeandose los pechos con aceite de oliva y miel.

En fín, era una caós vivir con una rubia (de tinte, pero rubia), obsesionada con su popularidad y las listas, ¡y su altura!.

-Amane-La muchacha detuvó su acción de licuar en la cocina encontrandose con los ojos inquisitos de L-¿Cuál es el fín de hacer todo esto realmente?

-¿Uh?-Parpadeo confundida siguiendole una radiante sonrisa al comprender-¡Ah pues volver a liderar esa lista!-Licuo.

-Entiendo ese punto-Acepto dirgiendose al refrigerador-Sin embargo Misa, tus pechos han crecido nada-Explico sacando un paquete de fresas.

La expresión de horror formada por las facciones de Lawliet fueron indescriptibles, fue casi camara lenta cuando vio a la rubia extender su brazo con la intención de darle una cachetada llamandolo pervertido, claro que lo que terminó cacheteando fueron las fresas, las pobres fresas.

Al día siguiente cambio un poco la rutina, pues Lawliet observó a la rubia arrastrar a los miembros a la pared anotando sus alturas para posteriormente elogiarlos unos largos minutos.

-De alguna manera no me sorprende que creas que podrás robarle la altura-Musito mirandola fijamente.

-¡Ryuzaki!-Se acerco sonriente-Eres tan alto, deseria tener tus piernas, no literal, pero si la extensión de ellas-Sonrío juntando sus manos como pidiendo un deseo.

Y entonces comprendio porque Light pidió trabajar desde su casa, Misa realmente hacía todo, todo lo que leía en internet para mejorar su aspecto.

Podría decirse que exploto una noche, solo estaba Lawliet y Misa, el muchacho en su habitación vigilando los monitores, observo con curiosidad a la rubia salir con celular en mano, en ropa interior en dirección en la cocina, nada más llego busco tequila, manzanilla, platano y clara de huevo, lo mezclo todo, con las yemas de los dedos empezó a untarlo en sus pechos. Esbozó una sonrisa o algo parecido al ver el rostro concentrado de la chica intercalando la mirada entre su movil y el proceso llevado en sus manos.
Pasados treinta minutos vio que Misa removió con cuidado la mezcla, la vió sacar una cinta metrica de dios sabe donde y medirselas anotando en la pared...y entonces comprendio todos esos números, debía acabar eso antes que el edificio entero tuviera las medidas de la chica.

-Amane.

-¡Ah!-Solto un grito la rubia soltando el celular-¡¿Quiéres matarme?!, ¡¿es otro fetiche tuyo, el ir asustando a las personas normales?!

-Considero tampoco entras en la categoría "normal", Amane.

-Misa.

-¿...?-Le miro confundido.

-Tengo un nombre, Misa, puedes usarlo-Agrego con un leve sonrojo mirandolo.

-Misa-Hablo en un susurro-No deberías hacer todo esto, tus proporciones son demasiado adecuadas, no es necesario hagas cosas tontas cuándo eres perfecta tal y como estás.

-Ryuzaki-Susurro conmovida, lo abrazo con fuerza-Gracias-Se separo dudando unos instantes hasta que dejo caer la cuestión-¿Por qué ya no me miras como antes?

-Lo odias-Sabía que no era verdad pero prefería oirlo.

-No realmente-Parecía tímida repentinamente-Si eres tú...está bien.

-Ah...-Miro las paredes pintadas-De acuerdo-La empezó a mira fijamente escaneando su cuerpo tan solo con dos prendas, la chica enrojecio.

-¡Ryuzaki, eres un pervertido!-Corrio tapandose a su habitación-¡Pense que habías cambiado acosador!

Y siguio gritando demás de cosas, Lawliet se limitó a mirar las paredes meditando sobre que color ponerles, recogio el celular de Misa con cuidado.

-Mujeres, lo único que supera el por ciento de mi comprendimiento-Sonrío al ver una foto de el mismo dormido en el celular de Misa, tal vez no solo el tenía raros "fetiches".

Love AnywayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora