Capítulo 3.

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Capítulo 3

Mi mirada fue a parar en la puerta. Y sí, allí estaba mi novio, el cual no veía desde hacía un mes. Y realmente esta no era la manera en que quería verlo.

-Ryder. –Le sonreí. –Estaba muy preocupada. –Comencé a caminar para abrazarlo, pero él se alejó un paso. Yo me detuve en seco.

-¿Qué se suponía que hacías estando tan cerca de ese hombre? -Me preguntó, casi entre dientes. Yo lo miré parpadeando varias veces.

-Es un malentendido. –Dije rápidamente. –Es mi profesor. –Ryder miró a Chris, que estaba cruzado de brazos, riendo, como si esto fuera algo muy divertido.

-Supongo que no estudias aquí. –Dijo Chris, levantando un poco la voz para que lo escucháramos fuerte y claro. –Por qué claramente no me conoces.

Ryder le hizo un perfecto caso omiso. Me tomó de la mano y me sacó arrastras del salón.

-Ryder. –Lo llamé. –Me lastimas. –Él se detuvo en seco, en medio del pasillo, y se giró a mirarme. Los universitarios que transitaban los ajetreados pasillos se detenían a ver lo que sucedía. Iba a armar una escena de celos en medio de la universidad; perfecto para mi primer día. –Vamos a mi habitación. –Le susurré. En otra ocasión eso hubiese sonado bien para él, pero seguramente estaba tan molesto que le importó un carajo.

Lo arrastré a uno de los salones vacíos para que pudiera hacer la teletransportación sin que nadie nos viera, pero en cambio, cerró la puerta del salón e hizo un hechizo para que los vidrios de la puerta se oscurecieran.

-Ryder. –Dije su nombre con su insistencia. –No entiendo por qué te comportas así. Llevo un mes, cuatro semanas, 31 días sin verte y llegas con un escándalo por nada. –Me crucé de brazos. –No entiendo tu comportamiento. –Ryder comenzó a caminar de un lado a otro y revolverse el cabello.

-No sé si deba disculparme, pero realmente me enojó que estuvieras así con ese tipo. –Clavó sus ojos gris azulado en mí. Me recorrió un escalofrío. Ya no se veía enojo en su mirada, más bien parecía...triste.

-Ryder...-Se me cortó la voz y tragué grueso. –¿Sucedió algo en Mina?

-Están pasando muchas cosas, pero...-Se acercó y tomó mi cara entre sus mano. –Estaba preocupado. Mamá no me dejaba venir a verte con todo el ajetreo que hay y yo realmente estaba algo paranoico de que pudieras cambiarme por alguien más en este lugar. –Lo miré algo sorprendida. ¿En qué estaría pensando si llego a cambiar a Ryder por alguien simple? –Y cuando te vi con ese tipo...Pensaba que mis temores se hacían realidad.

-Tendría que estar realmente loca como para cambiarte por alguien más. –Le sonreí. Él me sonrió de medio lado.

-Hay otra persona que te merece más que yo. –Chocó tiernamente su frente con la mía. –Dímelo.

Aun sin decirlo, sabía que era lo que quería escuchar.

-Te amo. –Le murmuré. Su respiración en mi cara, su olor, sus manos ásperas en mi piel...No podía cambiarlo ni por un ángel.

Nos miramos fijamente unos segundos antes de tener un arrebato de probar los labios del otro.

Dios Santo, sus labios se sentían tan bien.

Rápidamente nos dejamos llevar por la locura, por la necesidad y por la falta que nos teníamos. Movíamos nuestros labios frenéticamente. Ryder soltó mi cabello y lo dejó caer en cascada sobre mis hombros, para luego enredar sus manos en él. Yo hice lo mismo. Me obligó a abrir la boca para introducir su lengua y eso fue como lava para mis sentidos.

Magos de Mina: La Guerra (Libro#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora