Capítulo 17.

1.8K 209 2
                                    

Capítulo 17

Ryder tomó mi mano. –Clea, tenemos que hacer todo lo posible.

–Sabemos que no quieres sacrificar al chico. –Habló Erika. –Pero es como dice Jeff; o es el chico, o es la ciudad con todos sus habitantes.

Asentí de mala gana. –Lo entiendo.

Belial se detuvo frente a nosotros.

Sus alas negras estaban extendidas al máximo, de sus ojos seguían saliendo horribles llamaras de fuego y seguía con una horrible sonrisa torcida en el rostro. No podía decir si me estaba mirando, pero tenía la cabeza en mi dirección. Estábamos alineados; yo en la punta de la izquierda, Ryder estaba a mi lado, a su lado estaba Jeff y luego estaba Erika.

Portadora. –Habló en mi dirección. –Luchemos. Creo que te he dado suficiente tiempo para que hayas entrenado. Para que no digas que estamos en desventajas. –Concluyó. Luego comenzó a reírse como un loco.

–Clea. –Giré mi vista hacía Jeff. –Deberías ir apagando el fuego. Quédate detrás mientras nosotros lo entretenemos.

Ryder asintió. –Es un buen plan.

–Le colocaré una protección a tu hermano. –Dijo Erika. Sus ojos se tornaron grises y extendió las manos hacia Carter. Este, estaba tan patidifuso que apenas se dio cuenta que estaba siendo rodeado por la capa gris–blanquecina del escudo.

–Carter. –Le murmuré. –Lo siento tanto. Siento haberte arrastrado a este. –Pero él solo negó con la cabeza. Debía estar pasando por un momento muy difícil, tratando de asimilar todo esto.

–Vamos. –Dijo Ryder. Él y los chicos se miraron antes de lanzarse a luchar con Belial. Este último, los estaba esperando con las garras afuera. Los chicos los atacaron los tres al mismo tiempo, pero Belial solo se protegió con su brazo, que extrañamente no se lastimó, más bien dio un sonido sordo, como si estuvieran golpeando metal.

–¡Es una armadura! –Gritó Ryder.

–¡Está invisible! –Dijo Erika, antes de volver a lanzarse contra Belial. Los tres comenzaron a atacarlos con las espadas, pero no lograban darle en ninguna parte del cuerpo.

Sacudí mi cabeza. Ellos estaban ganando tiempo para yo apagara el fuego. Me concentré e invoqué el elemento agua. De mis dos manos comenzaron a salir sendos chorros de agua, como si fuera una manguera a presión. Comenzó a dirigir el agua a los lugares en donde el fuego estaba más extendido.

A lo lejos comencé a escuchar sirenas. Como a un kilómetro de donde se desarrollaba la lucha entre los chicos y Belial, comenzó a llegar las patrullas de la policía, la ambulancia y los bomberos.

Pero, maldición, aunque los bomberos podrían ser de ayuda para apagar el fuego, no quería arriesgarme a que se acercaran y que Belial los quemara.

–¡Erika! –Grité. Ella volteó a mirarme y en ese momento, Belial la golpeó en la cara y la lanzó lejos.

–¡Erika, cuidado! –Gritó Jeff. Erika aterrizó casi a mis pies. Corrí y la ayude a ponerse de pie.

–Lo siento. –Me disculpe. Erika tenía el labio sangrando y un horrible moretón en una mejilla. Se limpió la sangre y me sonrió.

–No te preocupes. No soy tan buena con la espada, de todas maneras, solo quería ayudar en lo que pudiera para que Jeff y Ryder no se agotaran tan de prisa. –Se encogió de hombros. –Lo mío son los escudos. –Sonrió.

–Sí, lo sé. Necesito que hagas uno. –Señalé el lugar en donde había comenzado a juntarse los civiles y las autoridades. –No podemos dejar que ellos pasen. Puedo controlar el fuego con mi agua. No sé cómo reaccione Belial si ellos se llegan a entrometer.

Magos de Mina: La Guerra (Libro#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora