Capítulo 20.

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Disculpen, a este capítulo le hacía falta una parte, así que por eso lo resubo. Tienen que leerlo de nuevo, disculpen las molestias <3

Capítulo 20

Llegamos al salón de ceremonias. Estaba abarrotado de magos de todas Las Casas. Recuerdo que cuando llegué a este lugar, a Mina, apenas podías ver una capa rosa–marrón ondeando por estos pasillos. Pero ahora, puedes ver en los pasillos a magos de La Casa de Los Hermanos y a unos cuantos de Ciudad Niebla hacer vida social en La Casa principal.

Todos estaban rodeando a un grupo de chicas. Las Guerreras Grises. Ahg. Comencé a ver por todo el lugar para ver si conseguía a mi ardiente novio, pero no lo veía a simple vista. Erika me arrastró por el bullicio de magos, hasta que llegamos al centro del círculo.

–Wao. –Fue lo único que pude balbucear en cuanto vi a las chicas. Eran...Wao. Sí, era cuatro chicas altas e imponente y veía claramente por qué eran Las Guerrera Grises; las cuatro chicas tenían el cabello de un hermoso gris platinado. Era un cabello largo y abundante. Mi cabello castaño parecía una bola de pelo escupido por un gato. Y eran ridículamente hermosas. Bien podría haber sido ángeles de Victoria Secrets.Vestían vestidos blancos de diferentes modelos y las capas negras encima de sus hombros. Tenían fundas de espadas colgando de sus cinturas y todas tenían un arco y un carjac de flechas en su espalda.

–Ey. –Erika me golpeó para sacarme de aturdimiento. –Deja de babear, no son tan bonitas.

–Sí lo son, Erika. –Contesté.

–Allí mi está mi novio. –Dijo Erika entre dientes, con una pizca de irritación. –Y allá también está Ryder. –Erika señaló en dirección de, quién claramente era la líder, como había dicho Erika. Y estaba hablando con Ryder. Estaba hablando con mi maldito novio. Y justo en ese momento la maldita le colocó una mano en el pecho mientras lo miraba lascivamente.

Tal vez si no fuera tan hermosa, no me preocupara tanto.

Tal vez no me preocupara tanto si dejara de verlo como una barra de chocolate.

Me acerqué hecha una fiera donde se encontraba Ryder con, bueno, ella. Erika había dicho que se llamaba Elecktra. Hubiera preferido no recordar su nombre. Pasé por todo el medio del montón de magos que rodeaban a las chicas. Casi todos eran hombre, al parecer.

Ryder estaba de espaldas hacia mí, así que la única que me ve acercarme es Elecktra. Elecktra. Me ve y sonríe, como si fuera una fan de ella que viene a pedir un autógrafo. Maldita sea. Ahora que la veía, es realmente alta y hermosa. Tenía los ojos del mismo color de su cabello, pestañas largas, facciones delicadas y una sonrisa con labios delgados.

Me planté al lado de Ryder y le tomé la mano sin previo aviso. Ryder apenas sintió mi tacto, me miró y sonrió. Esa maldita sonrisa. Casi olvidé por lo que estaba muriendo de celos. Se inclinó y juntó sus labios con los míos en un beso suave. Sonreía en sus labios y lo abracé. No miré como Elecktra reaccionaba, pero esperaba que esto le diera a entender que no quería que se acercara a Ryder.

–Lo siento. –Murmuro Ryder, aun cerca de mi boca. –Debí haberte buscado. ¿Spirideon fue bueno contigo? –Sacudí la cabeza, con una sonrisa.

–Me dio una paliza. –Ambos reímos. Mierda, ¿No estaba enojada con él?

¿Por qué te enojas con él, si no ha hecho nada? –Me reclamó mi subconsciente.

Eso es lo que no sabes. Podría haber hecho algo si no hubiera llegado.

No, Ryder no es ese tipo de hombre.

Elecktra, claramente indignada, se aclaró la garganta para llamar nuestra atención. Era mucho más alta que yo, realmente, y me miraba como si fuera alguna clase de rata hurgando en su cocina.

Magos de Mina: La Guerra (Libro#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora