Capítulo 25.
Séphora permitió que Chris la montara solo porque yo se lo ordené. Chris tenía la suficiente fuerza como para cargarme entre sus brazos y elevarnos hasta el lomo de Séphora con los vientos. Ella extendió sus alas y nos llevó a La Casa de La Unión. Yo solo me mantenía despierta porque Chris me zarandeaba a cada dos segundos. El dolor simplemente me tenía agonizando.
-Llegamos. –Dijo Séphora. Chris bajó conmigo en sus brazos controlando los vientos. Como pude, entorné la vista para mirar los daños ocasionados. El frente de La Casa de La Unión estaba totalmente quemado. Lo único que me hizo sentir mejor, fue que no había muchas capas tiradas en el suelo. Eso significaba que no habíamos tenido demasiadas bajas.
Pero divisamos a todos los magos que estaban reunidos en círculo.
Lo más que me erizó la piel fue que todos tenían las capas dobladas en los brazos, la cabeza gacha y la mano derecha en el corazón.
Eso significaba que alguien había muerto.
Mi corazón se detuvo y solamente una persona llegó a mi mente; Ryder.
No. No podía ser él. Era simplemente absurdo.
-Murió alguien. –Murmuró Chris. Le indiqué que me bajara. -¿Puedes caminar? –Coloqué mis pies sobre el piso y casi caigo de bruces. No eran tantos las heridas, si no que estuve a punto de expulsar mi vida fuera de mi cuerpo.
Pero solo algo me motivaba a moverme.
Chris me sostenía mientras nos acercábamos a los magos. Chris murmuró unos cuantos "permisos" para poder llegar al centro del círculo. Mi corazón simplemente estaba a punto de detenerse. Me decía una y mil veces en la cabeza que no era Ryder. Que no podía ser él.
Llegamos al centro y vimos quién había muerto. O más bien, quienes.
Era Elecktra.
Elecktra había muerto.
Lo primero que busqué con mi vista fue a Ryder. Él estaba arrodillado al lado del cuerpo de Elecktra. Mi corazón simplemente volvió a su estado normal. Sentí que volví a vivir cuando lo vi allí arrodillado. Tenía heridas de gravedad, pero se encontraba bien. Visualicé también a Jeff y a Erika. Jeff estaba consolando a Daria, una de las Guerreras Grises que lloraba desconsolada. Erika también estaba consolándola.
Vi a la otra persona que había muerto; era Liana, la maga del clima de Ciudad Niebla. La que nos había acompañado a buscar el sello de invocación. A los demás fallecidos no los conocía.
Simplemente las lágrimas comenzaban a salir solas. Luego me arrepentí porque el líquido lastimó las heridas de mi cara.
-Liana...-Murmuró Chris.
-¡Clea! –Ryder se dio cuenta de que estaba allí. Se levantó y se acercó a mí. –Dios, ¿Estás...? Déjame, yo la tengo. –Le dijo Ryder a Chris. Sentirme entre los brazos de Ryder simplemente me hizo sentir un poco mejor. Chris me miró y yo asentí en su dirección. Esperaba que supiera que estaba agradecida. Él se acercó al cuerpo sin vida de Liana.
-Ryder. –Lo llamé. Él se acercó a mi boca para poder escuchar lo que decía.
-No te fuerces. –Me dijo.
-Ayúdame a quitarme mi capa. –Le pedí. Ryder comenzó a desatar mi capa. Iba a sostenerla él, pero le pedí que me la diera.
Elecktra se merecía todo el respeto de esta dimensión.
Aunque no nos habíamos llevado muy bien, sabía que era una chica muy fuerte. Era una Guerrera. Me di cuenta de que su cabello ya no era gris. Ahora era castaño. Un castaño muy claro.
ESTÁS LEYENDO
Magos de Mina: La Guerra (Libro#3)
Fantasy¿Qué mierda pasaba por tu cabeza, Mina Tepes? ¿Realmente, en esta batalla, tengo que luchar a muerte contigo Último libro de la trilogía Magos de Mina.