28: Lo que dicen las Cartas

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  A excepción de Honoka y Umi, quienes habían salido a comprar pan; las demás se encontraban en la posada. Sin saber qué hacer.
  —¿Cuánto piensan tardarse? —preguntó Kotori, ansiosa.
  —Deberíamos pensar en qué hacer ahora, no en la comida. —dijo Hanayo.
  —Lo dices tú, que la mitad de tu equipaje era arroz. —contestó Nico.

  —¡Cierto! —exclamó Hanayo—, ahora que lo dices, comeré arroz hasta que vuelvan.—
  —Tienes suerte de que Umi no está aquí. —comentó Maki.
  —Eh, si no les molesta. Nosotras saldremos un rato afuera; queremos pensar algunas cosas respecto a nuestro próximo concierto. —interrumpió Chika, que al terminar de hablar salió de la posada, seguida de sus compañeras de Aqours.

  —Chicas —dijo Eli, luego de que Chika y las demás salieron—, yo iré con Nozomi a por un parfait, volveremos en un rato.—
  —¿Ustedes también-nya? —se quejó Rin.
  —No tardaremos. —respondió Nozomi.
  —Eso espero, porque si tardan como Honoka y Umi, va a estar oscuro para cuando regresen. —prosiguió Maki.
  —Vaya, Maki-chan —continuó Nozomi— ¿Te estás preocupando por nosotras?—
  —¿Eh? N-no, no soy una persona que suela p-preocuparse —contestó sonrojada—, s-sólo es que son mis amigas y... ¡Sólo apúrense y ya!—

  Las dos salieron y durante el viaje, no conversaron mucho. Tal vez ese postre era realmente necesario para poder hacerlo. Cuando llegaron y ordenaron el parfait, finalmente Eli habló.
  —¿De qué tenemos que hablar?—

  —¿Por dónde empezamos? —contestó Nozomi, con otra pregunta.
  —Primero, ¿Por qué vinimos aquí?—
  —Elicchi, no nos vimos por años. Te extrañé; era necesario venir a por un parfait y charlar, como solíamos hacer.—
  —No puedo negar que también te extrañé, pero las demás tenían razón, tenemos que concentrarnos en qué hacer.—
  —No debemos apresurarnos —dijo Nozomi, tomando una de sus cartas del bolsillo—, de hecho, eso me dijeron las cartas. Tenemos que esforzarnos, eso es claro; pero debemos tomarnos un tiempo para familiarizarnos de nuevo entre todas. Debemos revivir la esencia de µ's.—
  —¿Y respecto a Aqours?—
  —Tienen un futuro brillante por delante, pero ese brillo está al fondo de un gran camino, lleno de desafíos. Y podemos ayudarlas para que lleguen más rápido a ese brillo.—
  —Siempre eres tan generosa, ayudas a todas. Eres una figura materna para el grupo, ¿Lo sabías?—
  —Sí, lo pensé en varias ocasiones —respondió Nozomi, sonriendo—, ¿Tienes alguna otra pregunta, querida hija? —bromeó Nozomi.
  —Jajaja, sólo una —dijo Eli, mientras se reía—, ¿Recuerdas cuando fueron a buscarme al aeropuerto? ¿Fue todo idea tuya?—
  —Bueno, la idea de reunirnos siempre fue por parte de Aqours, pero me pareció que sería una gran sorpresa ir a recibirte de esa forma. Y ahora que lo pienso, hay algo de lo que me arrepiento, y es que no te he abrazado al verte.—
  —De hecho, sí lo hicis... —contestó Eli, pero Nozomi la abrazó fuertemente y la interrumpió.

  —Supongamos que lo olvidé, así que lo haré de nuevo.—
  —¡N-Nozomi!—
  —No te quejes, sé que también me extrañaste.—
  —Sí, pero estábamos conversando seriamente.—

  —Y lo podemos seguir haciendo, sólo habla. —dijo Nozomi, aún sin soltar a Eli.

  —Pero es difícil si est... —continuó Eli, pero Nozomi la interrumpió de nuevo.
  —¡Sólo habla! —exclamó, abrazándola más fuerte.
  —¿Qué es lo que tú crees que debemos hacer ahora?—
  —Lo que dicen las cartas. La gente no nos ha olvidado, y no lo harán. Pero somos recordadas como una leyenda entre las School Idols, la gente espera mucho de nosotras, y lo que hemos hecho últimamente, no se acerca a eso.—
  —¿Entonces qué hacemos?—
  —Hacerlo mejor, sólo eso. Obviamente no lo lograremos en el siguiente concierto, tal vez tampoco en el próximo, y quizás no lo hagamos hasta dentro de unos cuántos. Pero en cada uno de ellos, iremos restaurando esos vínculos que quedaron perdidos en los años. Recordaremos nuestros momentos más felices, y los más tristes; pero cada uno nos fortalecerá para recuperar aquello que dejamos atrás. Y además, ahora tenemos con quién compartirlo.—
  —Nozomi...—

  Nozomi no contestó, sino que la siguió abrazando. Eli sintió sus lágrimas en su hombro, y recién en ese momento, decidió devolver el abrazo.
  —Realmente soy como una figura materna para el grupo —dijo Nozomi entre sollozos—, no puedes darte una idea de cómo me sentí durante estos años. Fue como si separan a una madre de toda su familia, y cada una toma un camino separado. Pensé que jamás volvería a verlas.—
  —Por fin te estás desahogando —la calmó Eli, quien también había comenzado a llorar—; te quiero, Nozomi.—
  —Elicchi, oscurecerá pronto, creo que será mejor volver.—

  —Primero necesitaré que me sueltes.—
  Nozomi se apartó de su amiga, y las dos se prepararon para regresar con las demás. Eli vio el rostro de Nozomi, y aún tenía algunas lágrimas; extendió la mano y las secó.

  —Prefiero a la Nozomi sonriente. —le dijo Eli, jugando con su cara.
  —Lo sé, pero tú lo dijiste, necesitaba desahogarme.—
  —Y ya lo hiciste, así que ahora quiero ver tu sonrisa.—
  —Ya, ya.—

  Finalmente partieron hacia la posada; Honoka y Umi ya habían llegado seguramente, así que debían hablar acerca de los próximos objetivos.
  —Por cierto, Elicchi —dijo Nozomi—, yo también te quiero.—

Love Live! The Legend ReturnsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora