Por Favor, Disculpame

Capítulo 5 - Bridgette

"—Bridgette... Bridgette...

Oigo una voz melodiosa pero está todo oscuro. No logro ver nada.

—Querida...

¿Mamá?

—Soy yo hija.

—¿Mamá? ¡Mamá! ¡Donde estás!

Corro desesperadamente para todos lados intentando verla.

—Ven hija, ven conmigo.

—¿Donde está papá?

—Tu papá está aquí.

—¿Donde están? No puedo ver nada.

—Tu solo sigue mi voz cariño.

¿Cariño? Mi mamá no me llamaba por ese apodo. Ella no es… mi mamá...

Dejo de correr para todos lados

—Tu no eres... mi mamá...

—Increíble, veo que no eres tan fácil de engañar.

—¿Quien eres?

Empieza a reír.

—Pregunté ¿Quien eres? –Digo gritando.

Intento mover mis pies pero no puedo. Veo como se tornar negras mis piernas, como si un estuvieron sido recubiertas por un liquido negro que sube. No las siento. Es como si estuvieran amortiguadas pero al mismo tiempo millones de agujas se me incrustaran. Se vuelve a reír.

—Maldita criatura demoníaca ¿Qué quieres?

Alguien me agarra de los brazos y los lleva a mi espalda, veo que también se tornan negros. Ahora tampoco los siento.

Escucho pasos, se acercan a mi. Es una fuerza maligna muy poderosa, más que cualquier akuma que haya sentido.

—¡Esto!

Mete una de sus oscuras manos en mi pecho, en la parte del corazón. Duele, duele mucho.

—¡Ah! –Gimo de dolor, intento moverme, pero no puedo, me duele todo el cuerpo.

A lo lejos veo a mis amigos de la secundaria y por otro lado esta Félix.
Intento gritar pero no me escuchan o no me sale la voz, ya ni se que ocurre. Ahora están todos juntos, veo a mis verdaderos padres riendo con mis amigos.

–¿Que pasaría si una nueva Bridgette aparece?

Una chica igual a mi se para en frente mío. Sonríe maliciosamente. Puedo ver sus dientes, parecen unos colmillos.

Arrancó mi corazón, la sensación es muy dolorosa. Quiero gritar y no puedo. Mi cuerpo comienza a desvanecerse. Me siento como mi cuerpo desaparece y duele, me falta el aire.

La otra Bridgette se acerca a mis amigos, mis padres y Félix, todos sonríen, parecen felices. Ella me mira fijamente a los ojos, levanta una mano mientras me dice "Adios"

¡Félix! ¡Chat! ¡Ayuda!"

—¡Ah! –Grito, dando muchas bocanadas de aire. Siento que por fin puedo respirar.