Por Favor, Disculpame

Capítulo 28 - Bridgette y Félix

Tal y como habíamos pactado, llegó el preciado día para varios de nosotros: el viaje a la casa de verano de Allegra. Es prometedor para mis amigos, no sé si para mí, por alguna razón no me emocionaba ir al lago, si bien ya lo conocía, está vez no me siento cómoda. Allegra lo notó, me preguntó si quería que lo pospongamos pero para las siguientes semanas ya se esperaba las frescas brisas otoñales, no quiero arruinar el viaje de nadie.

Félix se ofreció llevarme al médico antes de volver a su casa, le dije que no se preocupara, que ya asistiría yo con Allegra. Obtuve una mirada desaprobatoria, pero no deseo que me vea otra vez una pompa o nos hagan preguntas incómodas respecto a una relación que no tenemos... Sin embargo no asistí, tal vez su mirada se debía a esta posible alternativa.

Tampoco fui a la universidad aunque el certificado no lo cubriera, por parte no tenía ganas y las chicas me pasan por correo los deberes más importantes. Allegra tampoco asistió a la universidad, se mudó al departamento de en frente. Acomodó en su mayoría ella sola, no me dejó asistirla, sólo a ordenar un poco, nada de cargar cajas pesadas o algo que requiera mucha fuerza.

Tal vez, relajarnos un día, no nos hará mal.

Estamos viajando en un solo vehículo, Félix y Claude fueron los conductores designados para la ida, por lo tanto van adelante. En medio van Liz, Amber con Zac, y atrás vamos Allegra, Allan y yo. No podría ir más alejada de Félix.

Me senté al lado de la ventanilla, es lindo sentir el viento en la cara. Escucho que hablaban mucho mientras ríen. Se los escucha ansiosos y divertidos, yo más bien tengo nervios pero igual quiero divertirme...

♡♡♡

—Bridgette...

Durante todo el viaje no había escuchado su voz, supuse que iría escuchando música o simplemente admirando el paisaje. No fue a ninguna de las clases esta semana, tampoco la hablé por teléfono siendo que tengo su número.

Cuando bajamos del auto, ella no lo hizo. Entonces vine a ver que ocurría. Se encuentra durmiendo plácidamente, aparentemente claudicó mirando hacia la ventanilla, por lo tanto puedo contemplarla nuevamente. Este placer debería ser prohibido.

Suponiendo que alguien me esta mirando (O todos lo hacen), decido hablarla. No responde.

—Bridgette...

Tampoco nada.

Toco su mano. Está tibia pero tampoco reacciona.

—Es de sueño pesado, olvida que va a despertar.

Me toma por sorpresa la voz de Allegra, detrás de ella estan viniendo los chicos para bajar las cosas del auto.

—Hay dos cuchetas por habitación, si quieres súbela a la habitación de arriba o déjala en el auto hasta que despierte.

—La voy a llevar.

—Es la habitación de la derecha, ustedes dormirán en la de al lado.

Me agacho, coloco su cabeza en mí hombro. Cual niña siendo cargada, instintivamente enrosca sus brazos en mí cuello y al tomar sus piernas también las enrosca en mí torso, algo similar había hecho hace unos días.

—No te aproveches –Dice Allegra con una expresión seria en su cara.

Yo sólo la miro consternado. Ella suelta una risilla.

—Tranquilo, confío en tí –Dice guiñando un ojo.

Se siente bien, hace mucho no escuchaba aquella motivadora frase.

Subo a las habitaciones, las chicas ya habían dispuesto las camas para cada una, la de Bridgette estaba abajo, evitándome la dificultad de subirla arriba.

Recuesto levemente sus piernas de costado y quito sus brazos de mis hombros, tiene una expresión tranquila en su rostro.

—Descansa –Deposito un beso en su frente.

—Félix...

Aunque no es la primera vez que me llama en sueños, igualmente me sorprende.

—Quédate... –Giro su cuerpo hacia arriba– conmigo.

Que irresistible propuesta.

♡♡♡

Al despertar lo primero que puedo ver es a Félix. Está durmiendo a mí lado. Su cara es una combinación de seriedad y tranquilidad.

—¿Nunca cambias tu temple verdad?

Veo que entreabre sus ojos.

—¿Te desperté? –Le pregunto.

—Es posible –Dice sonriendo– pero no existe mejor placer que verte al despertar.

Abro los ojos como platos. Es algo que jamás había escuchado, y mucho menos esperaba escucharlo de la boca de Félix. Ni siquiera en mis sueños más profundos anhelaba escuchar algo similar a la magnitud de palabras que salieron de sus labios.

—Seguramente los chicos tienen el almuerzo listo, bajemos a ver –Propone Félix apoyando una mano sobre su mejilla y su brazo en el colchón.

Tal vez lo dijo porque aún permanece dormido. No existe otra explicación pero un suceso así.

♡♡♡

Luego de almorzar un poco de comida que habíamos llevado ya preparada, fuimos todos al lago. Cabe aclarar que no es la única casa de veraneo que se encuentra aquí, es un complejo de cabañas y comparten una cancha de volleyball. Jugamos un poco, hasta que Bridgette saltó y su herida se abrió, sólo se fue a sentar bajo una sombrilla, insistió que continuamos jugando. Hemos continuado pero deseaba que siguiera aquí, más bien, deseaba que su herida sanará rápido.

Nos hallábamos jugando con otros chicos que también estaban de visita. Aparentemente no éramos los únicos que habíamos ido por unos días allí, había otras familias pero sólo exploraban el bosque o permanecieron en sus cabañas.

La tarde promete ser tranquila.

Se escucha como una cabaña se viene abajo.

O tal vez no prometo ser nada tranquila.

A veces pienso que como héroes tendremos descanso, unas minis vacaciones aunque sea. Pero no, eso nunca se puede. Somos héroes y no tenemos descanso.

Una cabaña se vino a abajo. Sin pensarlo dos veces corrí a socorrer a quienes se encontraran dentro.

—¡Cuidado! –Escucho desde atrás.

Félix me toma de los brazos y me gira hacia atrás. Con una de sus manos cubre mi cabeza.

Los escombros de la casa vuelan sobre nosotros. Instintivamente, Félix se agacha, siento un calor protector. Me doy vuelta a ver. Un chico enojado con un cuerpo hídrico y cristalino mueve a su voluntad los escombros de madera hacia nosotros.

—¡Todos sentiran la furia del Titán Acuático!

Félix me toma de la mano. Quiero enfrentarlo pero debo transformarme. Miro hacia donde estaban mis amigos, una chica se había quedado estática. No puedo evitarlo, corro a ella. Veo como un brazo del chico akumatizado se dirige a ella, la empujo, su brazo me toma a mí y me tira con violencia hacia el lago.

No sé nadar, no sé nadar... No sé... Nadar...

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