IV

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Y con este capítulo, Slave se despide del rank 💔😢

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—¿Segura quieres venir? Si quieres puedes tomarte un par de días más.
—Claro ¿Para que luego me despidas?
—Yo no haría eso Nina.
—¿Por qué debería confiar en ti?
El muchacho suspiró y terminó de desayunar, dejando sobre la mesa la servilleta que descansaba en sus muslos.
—¿Quieres que te lleve?
—Yo puedo ir sola, conozco perfectamente el camino, trabajo allí antes que tú.
—Solo intento llevarme bien contigo Nina, parece... Que me vieras como tu enemigo, una amenaza.
"Eso es lo que eres" pensó con molestia.
—Te veré luego, que tengas una buena jornada laboral, sabes que si necesitas algo-
—No acudiré a ti, ya te lo he dicho.
—De acuerdo, adiós.
En cuanto se fue, arrojó la servilleta sobre la mesa y se puso de pie.
Lo detestaba ¿Por qué debía ser tan formal? ¿Tan correcto?
¡¿Cómo conseguiría de ese modo darle un hijo?! Y sabía que debía ser ella, porque de lo contrario, Tiana lo haría, y eso, no era una opción.

-o-o-o-o-

—Hola cariño, llegas treinta y cinco minutos tarde, suerte que tu primo sea el jefe, de lo contrario, estarías en problemas —pronunció divertida al verla entrar.
—Suerte que sea tu amiga, sino tú también estarías despedida "cariño".
—¿Amaneciste de mal humor? Porque creeme que no se nota.
—Ven a mi oficina —le dijo caminando.
La rubia no lo pensó ni dos veces, salió detrás de ella.
—En serio ¿Por qué tan molesta?
—Me enferma tener que verlo, te juro Tiana, es algo que me pone de muy mal humor.
—¿Y por qué diablos no te vas de su casa entonces?
—Iba a hacerlo, hasta que me di cuenta que tú querías meterte en su cama.
Río divertida.
—¿Y qué vas a hacer? ¿Vigilarlo día y noche para que el muñeco no pierda su virginidad conmigo?
—Mejor cierra la boca.
—¡Eso es! ¡Estás molesta porque te rechazó!
Frunció su ceño y la miró con rabia, sólo aumentando aun más las risas por parte de la rubia.
—¿Ese es problema verdad? Te jode que yo estuve a un pelo de follarmelo ¡y a ti te rechazó!
—Mejor sal de mi oficina.
—Claro, me iré a ver a Noah —exclamó guiñándole un ojo—, ¿Cómo crees que le gusta más? ¿La falda corta o con un pronunciado escote? —le preguntó desabotonando su camisa—, bueno no importa, la ropa es lo de menos, sé que a él le dará lo mismo, como la otra noche, que sólo quería arrancarmerla.
—¡Largo Tiana!
—Luego te cuento que tal lo hace —pronunció riendo antes de salir rápido de la oficina.
Tomó las carpetas sobre su escritorio y las arrojó todas al suelo, no dejaría que ella lo hiciera.

-o-o-o-o-

Volvió a la casa de muy mal humor, Noah debía llegar en unas dos horas más, y aun no tenía idea de que haría con él.
—Idiota, imbécil... —murmuró dejando su cartera sobre uno de los sillones.
Lo observó, no, no tenía ganas de acostarse, necesitaba un trago.
Estaba frustrada, nerviosa, y sobre todo, molesta. Jamás la habían rechazado antes, y mucho menos, alguien como Noah, eran los primeros en aceptar, o simplemente dejarse llevar por sus hormonas.
Pero claro, no estaba tratando con un puberto adolescente.
No sabía como iba a hacerlo, él jamás la aceptaría. Su rectitud era el mayor de los problemas, su desafío.
Y por eso lo odiaba. Odiaba la gente correcta, quizás... Por el hecho de recordarle todo en lo que se había equivocado en su vida, en las malas decisiones, amistades, parejas...
Se dirigió al bar personal de la casa, necesitaba algo que tomar cuanto antes, o terminaría rompiendo alguna cosa.
Y cuando estaba por servirse un trago de vodka, la respuesta la tuvo ahí, frente a sus ojos.
¡Eso era! lo emborracharría.

-o-o-o-o-

—No creí que cenarías conmigo —pronunció sorprendido el muchacho.
—Es lo que mis tíos querían, que fuéramos más cercanos.
La observó confundido, en la mañana lo había tratado mal, típico de ella, y ahora ¿Era amable?
—Gracias.
—¿Por que?
—Por este gesto, por respetar su deseo.
—Lo que sea por mis tíos —le dijo en una sonrisa, a la cual él le correspondió con el mismo gesto.
Nina tomó la botella de vino y la acercó a la copa de él.
—¿Vino?
Negó con la cabeza, recordando lo que había pasado con Tiana la otra noche.
No volvería a tomar de nuevo, no sabiendo las consecuencia en él, no... Por el respeto que sentía por ella.
—No, gracias Nina, yo no bebo.
—Oh vamos Noah, solo una copa ¿Qué puede hacerte? además, es exquisito, era el preferido de mi tío Steph.
—Te lo agradezco mucho, pero me hace mal el alcohol.
—¿Mal?
—Si.
—Solo un poco, por favor —le pidió haciendo un mohín—, mi tío lo amaba.
—Yo-
—No me gusta tomar sola, hazlo por mi, media copa.
La miró a los ojos y sintió su estómago revuelto.
¿Por qué ella tenía que causarle esas emociones?
Observó inseguro la botella y luego asintió.
—De acuerdo, solo un poco.

-o-o-o-o-

Se cubrió la boca con una de sus manos, ahogando un grito y las ganas de insultarlo.
Y esta vez no era por ninguna estupidez, era por las maravillas que estaba haciendo con su lengua.
Apretó con fuerza las sabanas bajo su otra mano.
—P-Para Noah —suplicó débilmente al sentir que estaba cerca.
Intentó juntar sus piernas, pero el cuerpo de él se lo impidió, ajustando su agarre en sus caderas para que no se moviera.
Se cubrió la boca una vez más al llegar al clímax.
Con cuidado subió por su cuerpo, repartiendo suaves besos, escuchando los jadeos por parte de ella, su respiración agitada.
Llegó a su rostro y la tomó de ambas manos, colocándolas sobre su cabeza.
—¿Quieres saber por qué no bebo?
—¿Por qué? —le inquirió extasiada, respirando con dificultad.
—Porque me calienta demasiado —pronunció antes de apoderarse de sus labios, en un salvaje y fogoso beso.
Gimió contra su boca al sentir su lengua rozar la suya, al sentir sus manos una vez más acariciándola de esa forma tan descarada, y si no estuviera besándola, habría gritado al sentirlo penetrándola.
Separó su boca de la de él, gimiendo.
—N-Noah.
Bajó a su cuello, besando, lamiendo y chupando su piel, ganándose mas jadeos por parte de ella.
Le soltó las muñecas y la tomó del rostro, la giró para que lo mirara, sonriendo con satisfacción al verla con la boca entre abierta, jadeando una y otra vez con cada una de sus estocadas.
Mordió su labio inferior, estirándolo suavemente antes de soltarlo, rozando sus labios con los de ella.
—V-Vamos Nina, di que te gusta.
—¿Q-Qué? —le preguntó abriendo los ojos, confundida.
No lo estaba escuchando, solo estaba disfrutándolo.
—Di que te gusta.
Lo miró a los ojos, no lo haría, sabía que se estaba burlando de ella, por todo lo que le había hecho.
—¿No lo harás?
La tomó de las caderas y comenzó a penentrarla más profundo, fuerte y rápido.
Los jadeos, gemidos y gruñidos inundaron la habitación, acompasados con el chirriar de la cama.
Una última estocada, y ambos alcazaron el placer máximo, ella por segunda vez, y él corriéndose en su interior.
Se quedó por unos segundos sobre el cuerpo de la castaña, intentando recuperar el aliento. Salió con cuidado de ella, y se acostó a su lado, cerrando los ojos, dejando que su respiración poco a poco volviera a su ritmo normal.
Nina aun estaba agitada, sintiendo todo su cuerpo temblar, sonrió y lo miró, podría ser un idiota para muchas cosas, pero ningún hombre antes la había hecho sentir así.
—Oye.
Él no respondió.
Lo observó extrañada y se acostó de lado, tocando su hombro.
—¿Noah? —Preguntó confundida, estaba con los ojos cerrados—, ¿Te dormiste?
Y no era para menos, ella también estaba agotada.
Cerró los ojos y se acomodó en la cama, solo dormiría un poco, luego se iría a su habitación.

-o-o-o-o-

El primero en despertarse fue él, y sintió un cuerpo cálido pegado al suyo, entre sus brazos.
Intentó abrir los ojos, pero la claridad lo obligó a cerrarlos, sin contar con el horroroso dolor de cabeza que tenía.
Se llevó una mano a la frente, respirando profundo, intentando recordar cuanto había tomado y como había terminado la noche anterior en su cama.
La jaqueca no ayudaba mucho, pero unos leves recuerdos, fueron suficientes para alarmarlo.
Giró su rostro y se obligó a comprobar quien estaba a su lado.
Su corazón comenzó a latir con rapidez, no había sido un sueño.
Ella realmente estaba allí.
—No, no, no —pronunció bajo, mientras su desesperación crecía.
Salió de la cama con cuidado para no despertarla y se fue directo al baño.
Sabía que no debía tomar, que iba a cometer una estupidez ¿Cómo vería a Nina a la cara nuevamente? de seguro ella se despertaría muy furiosa con él.
Se sentía avergonzado, arrepentido, más aun, al ir pasando los minutos y recobrando la lucidez, y con ella... los recuerdos de la noche anterior.

...

Nota: ¿Les había dicho que sería una historia corta? 🙊❤🙈

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