XII

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Yo no los quiero asustar, pero esta historia va por la mitad ya 👀

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—¡Maldita perra! —exclamó riendo al ver el anillo y el tamaño del diamente.
—¡Estoy tan feliz!
—Y no es para menos ¡Mira el tamaño de ese diamante! ¿Cómo te lo propuso? ¿Cena romántica? ¿Alguna cosa tonta y cliché?
—Fue después de tener sexo —le dijo sonriendo.
—¿Lo siguen haciendo? ¿Te has hecho otro test de embarazo?
—Sí, y no, ¿Y que importa ya? de todos modos seré su mujer.
La tomó de las manos y ambas chillaron de emoción.
—¡Tendrás mucho, mucho dinero!
—Si... Mucho dinero —murmuró perdiendo la emoción.
El dinero si, era un gran motivo para casarse, pero ya no el principal.
—¡Dios Nina! Joyas, autos, ¡Viajes! Y obviamente me iré contigo, y conoceremos mucho tipos guapos y calientes con los cuales-
—No —le dijo interrumpiéndola.
—¿No qué?
—No voy a engañar a Noah.
—¿Es una broma verdad? ¿O es que te has enamorado de el?
—No, pero debo cuidar mi futuro matrimonio.
—No seas idiota, serás su mujer, dale un hijo, y ya. Luego te divorcias de él.
—¿Por qué haría eso si con Noah puedo tener todo lo que quiera? es guapo, muy caliente, atento y está enamorado de mi, lo que quiera me lo dará. Yo no necesito mentirle como tú a Jonny.
—Yo feliz y me nombras al idiota, gracias Nina.
—Será el padre de tu hijo, quizás... Deberías hablar mejor de él.
—¿Qué pasa contigo? ¿Te vas a casar y ya se te olvida de todo lo que hiciste? Te recuerdo que tú hiciste cosas peores que yo Nina.
—Lo sé.
—Yo al menos no me follé al director de-
—Ya, no me lo recuerdes —le dijo con asco.
—¿Y tú futuro esposo no sabe nada de lo puta que eres verdad? —le dijo riendo divertida—, aunque ya le habrás dado una pista en la cama.
—Ya Tiana, es suficiente.
—Okay, okay ¿Hablaste con tus padres?
—No, pero de seguro estarán más que felices.

-o-o-o-o-

—¿Qué haces?
—Estoy por llamar a mis padres ¿Quieres estar así le damos la noticia juntos?
—Yo... No creo que les agrade la idea.
—Serás mi marido Noah.
—Lo sé, pero no creo que tus padres estén de acuerdo, yo no les agrado.
—Creeme que se pondrán muy felices.
La miró inseguro, realmente no quería estar ahí, lo hacían sentir incómodo.
Ella sonrió y le dio un beso en los labios.
—Okay, no importa, no hace falta que estés esta vez, pero de seguro vendrán a visitarnos.
—Gracias Nina.
—De nada —le dijo sonriendo
—Iré a ver las plantaciones.
—De acuerdo, hablaré con ellos y luego podemos hacer algo juntos.
—Está bien —pronunció dándole un beso en la frente antes de irse.
Esperó unos minutos y llamó a su madre.
—¡Nina! Hasta que te acuerdas que tienes madre —pronunció frunciendo el ceño una mujer de cabello rubio.
—Y tú que tienes hija Laura, y eso que tienes una no más.
—Eres tú la que debes llamarme, tú te fuiste de casa.
Rodó los ojos.
—Como sea ¿Está papá contigo?
—Si ¿Por qué?
—Debo decirles algo importante, llámalo.
—Okay —expresó levantándose de su asiento.
Nina suspiró y esperó a que sus padres aparecieran una vez más en la pantalla.
—Nina, hija, que gusto verte ¿Sigues en la casa de tus tíos?
—Hola pa, y si, sigo aquí.
—Agg, no entiendo como puedes seguir con ese tipo ¿No ha intentado propasarse contigo verdad?
—No, Noah es muy respetuoso.
—¿Qué hay de la fortuna de tus tíos? —preguntó su madre—, ¿Ya han leído el testamento?
—Gracias por preguntar como he estado o que he hecho.
—Te ves bien hija, así que de seguro también lo estás.
Apretó sus puños, molesta.
—¿Quieren saber que mierda pasó con la fortuna? Se los diré, le dejaron todo a Noah ¿Felices ahora?
—¡Maldita sea! Sabía que el imbécil de mi hermano le dejaría todo a esa cosa.
—Ya basta papá —le dijo negando con la cabeza.
—No sirvió de nada que te enviáramos tantos años a su casa, no te dejaron nada.
—Papá-
—La culpa es de Nina, si se hubiese hecho querer más, no estaríamos pasando por esto, pero claro, prefirió acostarse con cualquiera cuando iba a visitarlos en vez de hacerse querer por tu hermano y cuñada.
—¡Ya hasta los dos! —le gritó conteniendo sus lágrimas de rabia—, cierren la boca.
—¿Para qué nos llamaste si no has conseguido nada?
—Me casaré.
—¿Te casarás? —preguntó su madre mirándola con el ceño fruncido—, espero sea alguien con dinero, de lo contrario, estás perdiendo el tiempo Nina.
—É-Él es alguien maravilloso —pronunció con un nudo en la garganta.
Su padre rodó los ojos.
—¿De qué demonios sirve eso si no tiene dinero? Así no te críamos Nina.
—O sea que si no tiene dinero, no lo aceptarán.
—Por supuesto que no, un tipo pobre jamás será bienvenido en nuestra familia, lo que menos necesitamos es un parásito que quiera colgarse de lo que tenemos.
Tomó una profunda respiración y levantó su mano, mostrándoles el anillo.
—Me casaré con Noah.
—¿Qué? —Exclamó su padre incrédulo.
—Que demonios importa ¡Mira el tamaño de ese diamante! —chilló su madre.
—Pero él no es humano Laura.
—Al diablo con eso, piénsalo, él es el dueño de la fortuna, por lo tanto, a Nina le corresponderá la mitad.
—Es verdad...
—¡Claro que si! ¡Por fin nos das una alegría hija!

-o-o-o-o-

—¿Qué ocurre? has estado así desde que hablaste con tus padres ¿Tan mal lo tomaron?
—No, no nada de eso, ellos... Se pusieron muy felices cuando les dije que eras tú.
—¿En serio?
—Sí, pronto viajaran aquí.
—¿Entonces cuál es el problema?
—Necesito hablar contigo.
—Claro, dime.
Miró hacia abajo y respiró profundo.
—Si luego de esto no quieres casarte conmigo, lo entenderé.
—Está bien —le dijo confundido.
—A los quince años tuve mi primera vez, fue con un primo de Tiana, en su cumpleaños, él... Tenía diecinueve. Luego, fueron muchos otros chicos de mi escuela.
La miró confundido ¿Por qué le contaba eso?
—He lastimado a muchas personas por el simple placer de hacerlo, soy una mala persona.
—Nina.
—Me acosté con los novios de mis compañeras solo para herirlas y burlarme de ellas, tuve... Sexo con el director de mi secundario para que no me echaran por encontrarme inhalando cocaína.
Su voz se quebró y se secó las lágrimas de las mejillas que no supo en que momento habían comenzando a descender.
—Para los veintiuno me emborraché tanto en mi fiesta, que no supe con cuantos tipos estuve esa noche, solo sé... Que fueron más de tres.
La tomó de una de sus manos, cuando ella comenzó a sollozar.
—Todos los veranos venía a pasarlos aquí, pero para los veintidós no fue así, jamás se los conté a mis tíos, pero... Estaba en un centro para alcohólicos en rehabilitación, bebía tanto que ya no sabía lo que hacía, con quien me metía.
Se cubrió el rostro con una de sus manos, llorando.
Noah la abrazó, acariciando su espalda, estaba seguro que era el primero en oír eso.
—Y... Y no te seguiré contando más, porque de seguro me odiarás.
—Tranquila, no lo hago.
—Debes sentir asco de mi.
—No Nina, no lo siento, eras joven, cometiste errores, y sé que estás arrepentida ahora.
—Tú te mereces algo mejor.
—Te quiero a ti, te amo a ti, no me importa que hayas hecho en el pasado, solo lo que eres ahora, y si aún quieres casarte conmigo, estonces no tienes porque temer.
—¿Lo prometes?
—Si.
—¿Aun sabiendo esto quieres casarte conmigo?
—Claro que sí Nina.

...

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