VII

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—¿Por qué demonios trajiste ese?
—Porque con este es más preciso saber si lo estás o no, y porque te odio.
—Ja, ja, que perra —le dijo molesta, tomando el pequeño objeto en sus manos.
—Ya Nina, solo es un puto pinchazo, te va a doler menos que cuando te desvirgaron.
Rompió a reír divertida.
—Eres una estúpida Tiana, en serio.
—Ya, dale, pinchate de una vez el dedo que quiero saber si estás o no embarazada.
—Sigo creyendo que tendrías que haber traído el de orina.
—Deja de ser una mediosa de mierda y hazlo.
Tomó una profunda respiración y se pinchó el dedo índice, cayendo una pequeña gotita.
Ambos observaron la prueba de embarazo por un momento y...
Negativo.
Bufó molesta, lamiéndose el dedo.
—Encima que tuve que lastirme, esta mierda dio negativa.
—Aquí el problema eres tú, quizás eres estéril.
—O quizás él lo sea y todo esto fue en vano.
—Bueno, podría probar yo entonces, quizás no lo están haciendo bien —le dijo divertida.
—Olvidalo, el idiota de tu novio volvió, ve y follátelo a él.
—Es aburrido —pronunció frustrada, sentándose en el sofá.
—Lastima por ti, porque con Noah-
—Ni quiero saberlo —la interrumpió —, trae una botella de whiski, vodka, cualquier cosa, recordarlo solo me produce depresión.
Río divertida y volvió con una botella de whiski.
—A ver, dime ¿Cuál es problema de Jonny?
Tomó un trago, luego otro, y cerró los ojos, sintiendo ese calor en su garganta antes de hablar.
—Es un maldito impotente.
—¡Demonios! ¿En serio?
Asintió, sirviéndose más.
—Y lo peor de todo, que también es precoz.
Comenzó a reír, sin poder contenerse.
—Ya idiota, para mi no es gracioso, se quedará aquí por un mes más y lo tengo todo el tiempo controlándome.
—Lo siento —le dijo secándose las lágrimas de los ojos.
—Sí, seguro.
—Tal vez, no sabes estimurlalo, no sé.
—No jodas Nina, no empecé a chupársela que se corrió.
Escupió casi todo lo que tenía en la boca al escuchar eso, tosiendo mientras reía.
—Que bueno que a ti te causa gracia mi frustración sexual  Nina.
—Es que no puedo creerlo, en serio.
—Sí, pero así de triste es mi vida cuando él está, no sirve para nada.
—No seas tan cruel, quizás... Puede complacerte de otra forma.
—Ja, si al menos supiera hacer sexo oral, tuve que fingir llegar a orgasmo o aun seguiríamos en la cama.

-o-o-o-o-

Llegó a su casa y escuchó a Nina hablando con la cocinera.
Se acercó a ella y la castaña al verlo se colgó de su cuello, depositando un sonoro beso en sus labios.
—Hola —le dijo sonriendo.
—Hola —pronunció confundido—, ¿Tendremos visitas? —inquirió al ver la mesa para cuatro.
—Sí, vendrá Tiana con su novio, Jonny.
—Ah —exclamó no muy convencido.
—¿Qué ocurre?
—Yo... Me siento algo cansado, hubiese sido mejor que me consultaras primero Nina.
—¿O es por lo que ocurrió con Tiana? —le preguntó en un tono molesto.
—También.
—Ya quiero ver como miras a Jonny a la cara luego de haberte comido a su novia.
Suspiró y negó con la cabeza.
—Habla bien Nina, por favor.
—Bueno, sino quieres estar presente en la cena no hay problema, después de todos nosotros no somos nada, y ellos son mis amigos no más.
La miró decepcionado al escuchar eso.
¿No eran nada? ¿Después de pasar semanas juntos? De dormir los dos en la misma cama ¿No eran nada?
—Está bien, que tengan una buena velada.
—N-Noah —pronunció arrepentida al ver que el moreno se iba.
Rodó los ojos y tomó su celular, ya se le pasaría, siempre la perdonaba de todos modos.
—Tiana.
"—Menos mal que llamaste —pronunció la chica con alivio del otro lado de la línea—, el idiota quería intentarlo de nuevo.''
—Genial, me debes una entonces.
"—Sí, algo así."
—Me la cobraré en otro momento ¿Vienen?
"—¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que si, lo que menos quiero es pasar tiempo a solas con él."

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Entró a su habitación, se sentó en la cama y abrió la mesa de noche, sacando una caja negra de dentro de ella.
La abrió y observó el collar ¿De qué servía que se lo diera si ellos de todos modos no eran nada?
La volvió a guardar en su mesa de noche, se había equivocado, para ella jamás sería nadie.

-o-o-o-o-

Estaban hablando, riendo, recordando algunos momentos graciosos de la secundaria, más que nada ellas dos, y maldades que habían hecho, cuando Nina vio que Noah pasaba por la sala.
—Creí que tu primo no estaba, que por eso no había cenado con nosotros —expresó Jonny.
—Sí, él estaba, solo que... Descompuesto.
—Yo lo veo muy bien —pronunció Tiana llevándose la copa de vino a los labios.
—Sí, vuelvo en seguida —les dijo la castaña levantándose de la mesa.
Estaba por cerrar la puerta cuando la voz de ella lo detuvo.
—¿Te vas?
—Si.
—¿No es qué estabas cansado y por eso no quisiste cenar con nosotros?
—Recibí un llamado, debo salir.
—¿De quién?
—Estefania Damilton.
Salió afuera y ella lo siguió por detrás.
—¿Y quién diablos es esa?
—Me estás retrasando Nina.
Lo tomó del brazo y lo volteó, mirándolo con el ceño fruncido.
—¿Quién es? ¿Por qué te has bañando para ir a verla? ¿Irás a tener sexo con ella?
—Nina por favor, la señorita Damilton y yo solo tenemos una relación profesional, y si no fuera así, y a ti tampoco debería importante, tú misma lo dijiste, entre tú y yo no hay nada.
Lo tomó del rostro y lo tiró hacia abajo, quedando los dos a la misma altura.
—Eres mío Noah, y no voy a permitir que ninguna mujer, u hombre, te toque.
—No soy tuyo —le dijo quitando su mano—, no soy un objeto, no soy de tu propiedad.
Se giró y camino hacia su auto.
—¡Si te vas yo también me iré! —le gritó provocando que se detuviera.
Abrió la puerta del auto y se metió dentro, causando que la castaña apretara sus puños con rabia.

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La pequeña morena sonrió al escucharlo hablar.
—Gracias por venir Noah, lamento llamarte a esta hora, pero es que debía presentar estos informes mañana y no tenía idea de como prepararlos.
Le observó y sonrió.
—No hay de que, no tenía nada importante que hacer de todos modos.
—Ya con esto, espero tomen mi propuesta.
—Es una muy buena, yo espero lo mismo.
Suspiró y asintió con la cabeza, desanimada.
—Si pero... Jamás me notan.
—¿A qué te refieres?
—Que cada vez que presento una propuesta, ellos me ignoran, no sé si será por mi imagen o que.
Sonrió y la observó, si, quizás ese peinado, o los anteojos de vidrio gruesos no ayudaban mucho a resaltar su belleza.
—A ver, mírame.
Ella lo hizo y él le quitó los lentes, luego le soltó el cabello y lo acomodó un poco al costado de su cabeza.
—Creo que así te ves mucho mejor.
Ella río bajo.
—Pero no veo nada sin mis lentes.
—Tienes una sonrisa muy bonita, deberías sonreír más.
—¿De verdad lo crees?
—Claro que si —le dijo con una sonrisa—, bueno, si eso era todo, yo debería irme ya.
—Sí, gracias Noah.
—De nada, cualquier cosa, solo llámame.

-o-o-o-o-

Eran las dos de la madrugada y ella no podía dormir, estaba en la sala, caminando de un lado a otro, ¿Qué más podría estar haciendo sino era teniendo sexo con esa tal Estefania? Lo que más rabia le daba, era no recordar quien era ella, pero lo averiguaría a primera hora.
La puerta se abrió, y de ella ingresó Noah, se veía realmente cansado.
—¿Estabas con esa verdad? ¿Relación profesional? ¡¿Quién demonios se creería esa estupidez?!
—Baja la voz, los empleados duermen ya —le dijo con calma.
—Me importan una mierda los empleados, a mi-
—Entonces puedes irte Nina, porque esta es mi casa, y si no aceptas mínimo tener respeto por ellos, allí está la puerta.
Lo miró atónita.
—¿Me estás echando?
—No, pero si no puedes adaptarte a mi modo de vida, tendré que pedirte que te vayas.
Empezó a sollozar.
—¿Y qué pasó con lo que me querías? ¿Con qué te gustaba?
—Me di cuenta que era mentira.
Se llevó una mano a la boca y comenzó a llorar.
—¡Eres un mentiroso! ¡Un falso!
¡Yo te creí Noah!
Y verla así realmente le dolía, de acercó a ella.
—Nina, no llores.
—No me toques, tú... Tú solo me usaste, y como te cansaste de tener sexo conmigo, te fuiste a buscar a otra.
—No es verdad.
—Sí lo es.
—No, a mi me gustaste antes de que lo hiciéramos por primera vez, yo empecé a quererte mucho antes Nina.
Dejó de llorar al escuchar eso, aturdida por lo que había escuchado.
—¿Qué?
—Creo que... Me enamoré de ti, no estoy seguro, no sé como se siente, pero creo que es eso.
Abrió sus ojos con sorpresa y luego sonrió, lanzándose a sus brazos y besándolo.
¿Enamorado? ¡Eso le facilitaba más aun las cosas!

...

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