XIII

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Lo observó y sonrió, él lucía realmente nervioso, y eso le estaba causando mucha ternura.
Se acercó al moreno y le ayudó a anudar la corbata que hacia más de diez minutos estaba intentando hacer.
—Ey, tranquilo.
—No quiero hacer esto Nina.
—Todo estará bien, ya lo verás.
—Tus padres... me incomodan —pronunció mirando hacia abajo.
—Lo sé, son unos idiotas, y por suerte sólo los tendremos que verlos hoy no más, hasta dentro de seis meses que sea la boda.
Suspiró y tomó las manos de ella.
—Está bien, lo haré por ti.
Sonrió y le dio un corto beso en los labios.
—Gracias.

-o-o-o-o-

Respiró profundo y abrió la puerta, encontrando a los papás de Nina del otro lado.
—Hola, bienvenid-
—¡Hola querido! —pronunció Laura abrazándolo de improvisto—, estamos tan emocionados con Jeff por la noticia.
Sonrió incómodo y correspondió al abrazo de la mujer.
—¿De verdad?
—Por supuesto que si muchacho —le dijo tomándolo de una de sus mejillas—, vaya, tu piel se siente muy real.
—Es porque es un humano, no androide mamá —pronunció molesta Nina, quitando la mano de ella de la mejilla de Noah.
—Oh, es verdad, debe ser por la emoción.
—Sí, claro... Noah ¿Podrías ir por-?
—Sí, enseguida vuelvo —le dijo interrumpiéndola.
Ni sabía que quería, solo quería irse cuanto antes de allí.
Se acercó a Laura y frunció el ceño.
—¿Que demonios fue eso?
—¿No dijiste que querías que fuéramos amables con él?
—¿A eso le llamas ser amable Laura? Por favor, solo lo asustaste más.
—¿Asustarlo más? ¿De qué hablas?
—Eso es muy obvio, ustedes jamás fueron muy agradables con él ¿Qué esperan?
—Conoces perfectamente el motivo del porqué.
—Exacto, y si se les escapa una estupidez referido a eso y arruinan mi compromiso, los mato.

-o-o-o-o-

Pasó sus brazos por encima de los hombros de él y se abrazó al muchacho, besándolo.
Sonrió contra los labios de ella y la abrazó por la cintura, la castaña estaba sobre sus piernas.
Lo tomó del rostro y se separó de él, mirándolo a los ojos.
Luego de que sus padres se fueran, Noah se veía mucho mejor ya, su mirada no reflejaba inseguridad, temor... Incomodidad.
—¿Ya te sientes bien?
—Sí, mucho mejor.
—¿No fue tan malo verdad?
—Supongo que no.
—¿Aún quieres casarte conmigo?
—Nina tus padres no me harían cambiar de opinión.
Sonrió y le dio un corto beso, abrazándose a su pecho.
—Eres lo mejor en mi vida Noah.
—Suena tan irreal escuchar eso.
Acarició su espalda, sintiendo miedo en su interior ¿No le creía? Estaba siendo sincera.
—¿Por qué?
—Recuerdo la primera vez que nos vimos, me dijiste que si me metía en tu camino, me destrozarías. Me llamaste idiota, y supongo que lo sigo siendo, porque aun no entiendo a que te referías con eso.
—Nada importante.
—Lucías muy molesta, y tu tono fue serio.
—En serio Noah, mejor no hablemos de eso.
—De acuerdo.
Se quedaron en silencio, abrazados en la cama.
Se tiró hacia atrás, acostándose con ella encima suyo.
—¿Tienes frío?
—Nop.
Le acarició el cabello, la espalda, cerrando los ojos mientras lo hacia.
Acomodó su cabeza sobre el pecho de él y cerró los ojos también.
—¿Tienes sueño? —le preguntó Nina.
—Un poco.
Hizo circulitos sobre su pecho, mirando la mesa de noche donde descansaba el collar que él le había regalado.
—Noah.
—¿Si?
—Te quiero.
Sonrió y depositó un suave beso sobre su cabeza.
—Te amo Nina.
Cerró los ojos y sonrió al sentir esa calidez en su pecho.
Años sin escuchar esas palabras de forma sincera.

-o-o-o-o-

Se abrazó a él, girando su rostro sobre su pecho, sintiendo la parte baja de su espalda y su trasero en contacto con la fría pared de la ducha, mientras él la penetraba una y otra vez.
Gimió su nombre, anunciándole que estaba cerca.
La tomó con fuerza de las caderas y aumentó el ritmo, y con él, los jadeos por parte de ella.
Apretó con fuerza sus manos en la espalda de él, clavando sus uñas al llegar el clímax.
Sus piernas las sentía temblar, y si no las tuviera alrededor de la cintura de él, seguramente no podría mantenerse en pie.
Sintió sus suaves besos por su cuello, haciéndola sonreír.
—É-Ésta no era la idea al bañarnos —le dijo en un tono algo agitado.
—Shh, quizás no la tuya —pronunció divertida ella.
Abrió el agua y ella se abrazó con fuerza a él.
—Nina.
—¿Qué?
—No es que me peses, pero yo también me canso, especialmente luego de lo que acabamos de hacer.
—Me gusta estar así contigo.
—A mi también, pero tenemos que salir en veinte minutos y aún no hemos desayunado.
—No, quedemosno en casa hoy.
—No podemos hermosa, debo ir, tú puedes quedarte si quieres.
—No, yo quiero que tú también te quedes.
—En serio no puedo.
Suspiró y depositó suaves besos sobre su cuello.
—Está bien, te estaré esperando.
—Saldré tarde Nina ¿Por qué no sales con Tiana un rato? Llegaré pasada las once.
—¿En serio? ¿Tantas horas sin ti?
—Para mi tampoco será grato —le dijo sosteniéndola con uno de sus brazos por debajo de las piernas y con su mano libre corriendo unos mechones de cabello de su rostro.
—¿Pensarás en mi?
—Todo el día, estaré contando las horas para verte.
Sonrió y negó con ma cabeza.
—Eres un cursi Noah —pronunció besándolo.

-o-o-o-o-

—¡Sí! ¡Salida de chicas! —exclamó con una gran sonrisa Tiana.
—Tú recuerda que estás embarazadas, por lo tanto, no sexo, no alcohol.
Rodó los ojos mientras elegía que ponerse.
—Ya lo sé Nina, no me lo recuerdes, solo estoy feliz porque al fin saldré de esta maldita casa.
—¿Qué tal Jonny?
—Mal, todo mal, con la noticia del embarazo, pedirá ser transferido aquí, así que imagínate, tendré que verlo todos los días.
—¿En serio no sientes nada de nada por él?
—Oh si, si siento algo por él, lástima y asco.
—Tiana —pronunció en un tono de reproche.
—Es la verdad, si yo tuviera tu suerte, de estar con un tipo como Noah, quizás, y solo quizás, me encontraría tan feliz como tú. Pero no, tengo a algo como Jonny.
—Piensa que se hará cargo de tu bebé.
—Es su hijo —exclamó desinteresada.
—¿Recuerdas quien es el verdadero padre?
—Sí, hasta tengo su número.
La miró sorprendida.
—¿Hablaste con él de esto?
—Obviamente no Nina. Solo me dio su número para volvernos a vernos en otra ocasión.
—¿Y no piensas contárselo alguna vez?
—Si con hacerlo, obtendría algún beneficio, si lo haría.

-o-o-o-o-

Estaban las dos sentadas, tomando unos jugos de frutas, Nina se tomó muy en serio cuidar de Tiana durante el embarazo.
Suspiró aburrida, hubiese preferido quedarse con la rubia en su casa, viendo alguna película o algo así.
—¡Mira quien está allí! —chilló Tiana señalando a un muchacho que estaba con un grupo de tres chicos, hablando y riendo.
Nina giró su rostro, y observó al rubio.
—Francis.
—Sí, Francis el que tú-
—Sí, no lo digas —la interrumpió volviendo su mirada hacia su amiga.
—Oh vamos Nina, si te traía loca, estabas todo el día hablando de él.
—Era solo una estúpida adolescente con las hormonas alocadas.
—Di lo que quieras, pero yo recuerdo bien como los dos se veían y eso era suficiente para irse a follar por ahí.
—Ya, mejor cállate.
La rubia tomó su bolso y sonrió divertida, poniéndose de pie.
—¿Qué haces? —le inquirió confundida.
—Suerte Nina, que pases una genial noche —pronunció Tiana guiñándole un ojo antes de perderse entre las personas.
Nina se puso de pie para ir tras ella, y cuando se giró, se chocó contra el cuerpo de aquel chico.
—Francis.
—Nina —exclamó con una gran sonrisa—, tanto tiempo sin vernos amor.
—Sí, mucho —le dijo pasando por su lado.
La tomó del brazo, impidiéndole continuar caminando.
—Espera ¿Ya te vas?
—Vine con Tiana, y ella se me perdió de vista, debo buscarla.
—Puedo ayudarte a buscarla, y quizás nosotros también encontremos algo.
Lo miró y luego rodó los ojos, seguía siendo el mismo idiota de siempre.
—¿Recuerdas a Tiana verdad?
—Y como olvidarla, ustedes cumplieron mis más anheladas fantasías.
—Mejor la busco sola.
—Claro que no, te ayudaré, por los viejos tiempos.
—Como quieras —murmuró la castaña comenzando a caminar.

...

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