XI

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-¿Por qué luces tan molesta?
-El imbécil de Noah defendió a una idiota cuando estaba hablando con ella.
Río divertida.
-¿Qué idiota?
-Una tal Estafania Damilton ¿La conoces? ¿La viste en la empresa?
-Sí, es la hija del abogado de tus tíos -expresó con simpleza, tomando té.
Sí, desde que se había enterado que estaba embarazada, cambió el alcohol por el té.
-¿Qué? -exclamó aturdida.
-¿No lo sabías? Esa niñita fea, mal peinada, mal vestida, de grande y gruesos lentes, es la única hija de Rafael Damilton.
-Demonios...
-¿Qué le dijiste? -le preguntó sonriendo.
-No importa, el problema es que ya lo arruiné.
-Eso te pasa por idiota.
-Gracias por recordármelo ¿Cómo tomó la noticia Jonny?
-Rio, lloró, todo un puto drama, en conclusión, está muy feliz con la noticia.
-O sea que no dudó.
-No tiene motivos para hacerlo.
-¿Y qué harás cuándo nazca ese bebé y no se parezca a ninguno de los dos?
-Eso es lo de menos Nina, existen tíos, abuelos, es la excusa que siempre usaron para justificar que un niño no se pareciera a sus padres.
Suspiró y miró hacia abajo, meciendo su copa.
-Tiana.
-¿Qué?
-¿No te sientes... Culpable de engañarlo?
La miró con una ceja arqueada y comenzó a reír.
-¿Es una broma verdad Nina? Porque esto es lo que hemos hechos la dos desde mm ¿Cuántos años teníamos? ¿Dieciséis?
-Quince -recordó con pesar.
-Exacto, más de diez años, es lo que somos y siempre seremos.
"Siempre seremos"
No, ella ya... No quería ser así, no quería seguir dañando personas.

-o-o-o-o-

-Son las diez.
-Lo sé -le dijo quitándose el saco.
-¿Sigues molesto conmigo?
-Estafania será transferida.
-Lo siento.
-Tus disculpas ya no sirven de nada, ella se irá de la empresa, y creeme cuando digo que era una gran empleada.
-Noah.
-Eso que hiciste fue muy malo Nina, la humillante.
-Lo sé, lo sé, actúe mal, me disculparé con ella.
-De nada sirve ya.
-Pero estoy arrepentida -murmuró mirando hacia abajo-, y quizás... Si tenías razón.
Se giró y la miró confundido.
-¿Con qué?
-Estaba... Celosa.
Suspiró y se acercó a ella, abrazándola.
-Nina.
-Tú no puedes entenderlo.
-No, realmente no.
-No importa.
La tomó del rostro y le sonrió.
-Yo solo te quiero a ti ¿Recuerdas lo que decía el collar?
Asintió y él le dio un corto beso en los labios.
-Es verdad Nina.

-o-o-o-o-

Comenzó a repartir suaves besos por su rostro, por su cuello, despertándola.
-Noah, déjame dormir -se quejó empujándolo con sus manos.
Sonrió y siguió besándola.
-Abre los ojos.
-No, tengo sueño, no te pongas cargoso.
-No dejaré de besarte hasta que me mires.
Abrió los ojos y frunció el ceño, mirándolo con fastidio.
-¿Qué demonios quieres?
Sonrió y la besó en los labios, si tan solo ella supiera lo que la quería.
-No seas gruñona -pronunció dándole cortos besos.
Sonrió y lo besó también, pasando sus brazos por detrás de su cuello, acercándolo más a ella.
Se separó con cuidado, dándole un ultimo beso, y tomó un sobre que había dejado sobre la mesa de noche, entregándoselo a ella.
-¿Qué es? -Preguntó curiosa.
-Ábrelo y lo sabrás.
Lo hizo y miró sorprendida lo que había adentro.
-¿Boletos?
-Si -le dijo sonriendo.
-¿E-En serio?
-Si Nina, he visto que estás un poco estresada con todo lo que ha ocurrido, y tengo unos días libres, así que pensé que te gustaría ir de viaje conmigo.
-¡Ay Noah si! -Chilló colgándose de su cuello-, sí, si quiero.
Sonrió y la abrazó.
-Sabía que te gustaría la idea.
-¿Cuándo salimos?
-Pues... Deberíamos estar saliendo en media hora.
-¡¿Qué?! -exclamó separándose de él-, Noah yo ni siquiera estoy preparada, debemos empacar, tengo que-
-Shh -le dijo poniéndole un dedo sobre los labios-, ve, aséate y nos vamos.
-Pero ¿Y mis cosas?
-Compraremos allí.
Gritó emocionada y se lanzó a sus labios ¿Podía existir una mejor forma que despertar que esa? Para Nina no.

-o-o-o-o-

Playa, mar, arena y... Obvio, lo que no podía faltar entre ellos dos, sexo.
Terminó en ella y ambos cayeron exhaustos en la cama, algo muy común ya para ambos jóvenes.
Abrió los ojos y la observó, ella estaba con la respiración agitada y los ojos cerrados, algo despeinada y una suave sonrisa en sus labios.
Sonrió y se sentó, era el momento adecuado.
Abrió la mesa de noche y tomó una pequeña cajita azul marino con un moño blanco.
Quizás era pronto, muy pronto, una completa locura, pero... ¿Quién decía cual era el tiempo adecuado para esperar? Después de todo, ese viaje tenía como único fin el de realizar aquella proposición.
Se acercó a ella y la tomó del rostro con una de sus manos, acariciando con su pulgar su mejilla.
-Abre los ojos por un momento hermosa.
-Quiero dormir Noah -Se quejó dándole la espalda.
Sí, él también se sentía cansado, pero quería hacerlo en ese momento.
La tomó del hombro y la volteó.
-Te gustará esto -pronunció besándola-, abre los ojos Nina.
-Okay, okay -le dijo sonriendo.
Sabía como convercerla fácil, y si era otra sorpresa como la de la mañana anterior, esperar un poco más para dormir valdría la pena.
Se sentó junto a él y lo miró a los ojos, expectantes.
-¿Y bien?
-Sé que... lo que siento por ti es sincero Nina, estoy enamorado. Así como también sé, que tú no sientes lo mismo, pero no importa, puedo ver lo feliz que eres cada vez que hacemos el amor, aunque para ti sea solo sexo.
-¿A dónde quieres llegar? -le inquirió confundida, incómoda.
-¿Querrías ser mi esposa? -le preguntó dándole la cajita.
La tomó entre sus manos y sintió su corazón latir con rapidez, ¿En serio quería eso?
-N-Noah.
-Quiero hacerte feliz Nina, solo acepta, te daré todo lo que quieras y-
-¡Sí, sí y sí! -gritó emocionada abrazándose a él -, claro que quiero casarme contigo, ser tu mujer, ser-
No la dejó continuar, la tomó del rostro una vez más y la besó, sintiéndose feliz... completo. Finalmente estarían unidos, tendría su pequeña y tan anhelada familia.
Un lugar a quien volver, una persona a quien pertenecer.

-o-o-o-o-

-Es un bonito lugar.
-Sí, lo es -le dijo mirando el mar.
-¿Cuándo nos casaremos? -le preguntó mirando su anillo.
-Cuando tú quieras Nina.
-¿Puedo organizar yo nuestra boda?
-Claro que si, yo no entiendo mucho de esas cosas -le dijo sonriendo.
-Pellízcame para saber que esto no es un sueño Noah.
La tomó del rostro y le dio un corto beso.
-Prefiero besarte.
-Pero un beso no sirve, siempre me haces delirar cuando lo haces.
La miró a los ojos, no sentía que le estaba mintiendo.
-Nina ¿Estás segura de esto?
Se abrazó a él y asintió con la cabeza.
-Sí, muy segura ¿Te arrepentiste? -le inquirió con temor.
Pero lo entendía, era muy bueno para ser real, que alguien como Noah quisiera casarse con ella.
-No, claro que no, solo... Tengo miedo.
-¿De qué?
-De que tú te arrepientas Nina, de que encuentres a alguien más a quien tú realmente ames -murmuró lo último, afligido.
-No, no existirá esa persona.
Suspiró y miró una vez el mar, sintiendo su pecho doler.
-Yo te amo realmente, y seguro piensas que estoy loco.
Sintió sus ojos humedecerse al escuchar eso.
-¿M-Me amas?
-Te amo, estoy enamorado de ti.
Comenzó a sollozar al escuchar eso y la separó de su pecho, mirándola desconcertado.
-¿Qué ocurre?
-Solo abrázame Noah, abrázame y no me sueltes.

No lo merecería jamás.

...

Nota: Mañana actualización de "Muñecas de Compañía", últimos dos capítulos.

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