XXIII

153 24 4
                                    

En el jardín de la mansión se encontraba Yuma sentado en el césped

-Edgar...-dijo Reiji sentándose a su lado en el suelo

-Edgar ya no existe más-respondió el castaño

-Se que amas a mi hermano tanto como lo hacía él-dijo él azabache quitándose los anteojos

-¿Que quieres Reiji?-dijo mirándole

-Agradecerte por lo que hiciste hoy-respondió

-Es mi hogar, tenía que protegerlo-dijo evadiendo a lo que iba el otro

-Se por que lo hiciste, y se que merecía morir. Por eso te agradezco-le miró serio y avergonzado

-No tienes por qué hacerlo- Yuma negó con la cabeza y se levantó

Sin embargo Reiji le detuvo- se que no merezco tu perdón, pero deje mostrarte mi arrepentimiento por lo que hice-suspiró- tal vez Carla tuvo razón en lo que dijo, ni siquiera tuve el valor de matarte. Simplemente arruiné tu vida, y.... Le quité a mi hermano todo lo que él amaba

-Dejate de cursilerías-dijo Yuma con una sonrisa poniendolo en pie- todo lo que sucedió fue para salvar a tu mujer y al Señorito. Llevemosles esa cosa.

Fueron a buscar a los demás, pero aún cuando él no lo había expresado, Reiji supo que tenía su perdón

-Ayato, ve a buscar a nuestras familias y llevale el antídoto a Scarllet-mando Reiji luego de verter la mitad de aquel suero en un frasco-Haz que lo beba. Mientras que Yuma y yo, llevamos esto a Shu

-"Como usted ordene"- dijo el pelirrojo

Ayato fue hasta su mansión y Reiji y Yuma al palacio, mientras los demas reparaban aquel desastre

Al llegar al palacio, los sirvientes estaban fuera aterrados

-¿Que pasa aquí?-les preguntó Reiji

-Su majestad está....-el siervo no había terminado de hablar cuando Yuma abrió la puerta encontrándose con aquella escena

Todo era un completo desorden y enmedio de tal caos Shu jugueteaba correteando a u cachorro cual un niño pequeño

-¡Edgar! ¡Hermanito?- gritó el rubio al verles-vengan a jugar. Papá y mamá no están y yo traje un amigo

Los dos corrieron tras él tratando de detenerle, pero corría cual niño travieso

Al fin se detuvo cuando chocó contra un pilar cayendo al piso

Reiji y Yuma lo detuvieron antes que pudiera pararse y le dieron a beber el antídoto

El rey volvió en sí, sin embargo no le maravilló el hecho de que su palacio estuviera destrozado

-¿Que hacen juntos ustedes dos?-preguntó éste

-Venimos a ayudarte-dijo Yuma

-Pero ¿Juntos?-preguntó de nuevo

-Si hermano, juntos- dijo Reiji

Hola
Perdón por publicar hasta ahora, pero mi cel se había descompuesto
Pero ya estoy de vuelta
Sayomara

Ratón de Biblioteca ★2★ [EN HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora