XXXIX

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Ruki condujo a Beatrix a un lugar en medio de la ciudad, en el área para la burguesía.

Este parecía el lugar menos apropiado para ocultarse, y Beatrix se quejó de ello, pues la gente la miraba algo raro con esa vestimenta algo gótica.

Ese lugar ya no era lo que Ruki esperaba: las ruinas de su antigua mansión.

Pero en cambio hallaron un lujoso edificio departamental.

–¿Éste era tu plan...?– Beatrix se cruzó de brazos y levantó una ceja.

– No, este no era mi plan–él tomó la misma postura.

Fueron a la recepción del edificio, donde se encontraba un chico uniformado.

–Buenas tardes, Señor. ¿Usted y su hija vienen por el departamento en renta?– dijo guiñando un ojo a la chica.

–Ella– le abrazó por la cintura– Ella es MI pareja.

–Lo siento señor, no fue mi intención· se disculpó sonrojado. La chica soltó una risilla, Ruki no le trató ca su hija.

–No, quería hacer una pregunta, pero ahora que lo menciona, si, estoy interesado en el departamento.– dijo serio sin soltar a la joven.

–Pues siganme– el botones salió del mostrador y les condujo al elevador. Y presionó el botón del sótano.

–¿No se supone que nos llevaba a un departamento?– dijo Ruki.

– Si, este edificio cuenta con un piso subterráneo, equivale a un penthouse–explicó el chico– Pero no ha sido ocupado, pues hay una leyenda urbana sobre que el hijo del antiguo dueño aún deambula por los pasadizos secretos de su antigua mansión– dijo con voz tétrica.

Ruki sonrió a Beatrix, pues ahora sí rondaría por allí aquel chico.

Las puertas del elevador se abrieron y dieron al departamento, era cual el hogar de una celebridad.

–¡Me encanta!– exclamó Beatrix y se tumbó en un sofá.

– Lo queremos– dijo Ruki.

–¿De verdad?– dijo sorprendido el chico.

–Si, de verdad. Ahora largo– dijo orillandolo a la salida– Una cosa mas, ¿Lo de los pasadizos es cierto?

–Claro Señor, bueno eso dicen...

–Está bien, iré a firmar el papeleo mas tarde, ahora adiós– el elevador se abrió y subió el chico.

– Hasta luego, Señor.

–No me vuelvas a decir ¡Señor!– dijo molesto, pero ya habían cerrado las puertas– ¿Luzco tan viejo?

Beatrix solo rió.

Éste sería su nuevo hogar.

Ratón de Biblioteca ★2★ [EN HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora