Cap. 07

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Cerré la carpeta, después seguiría viendo, ya me dolía la cabeza, y me punzaba las sienes. Baje a la cocina, necesitaba tomar agua. El doctor me había dicho que sería bueno ver cosas de mi pasado, para recordar, pero no recordaba que Niall fuera tan grande, mi último recuerdo de él fue cuando tenía nueve años, máximo diez; Y ahora ya no era ese niño mimado que se le sonrojaban las mejillas facilmente, ahora era todo un hombre, de 20 años, o algo así. Ya se veía más guapo que antes, y sus fracciones eran más duras que antes. Era tan guapo, pero de una belleza demasiado cegadora.

Debía aceptar que era uno de los chicos más guapos que había visto en mi vida, pero no me gustaba, es como cuando aceptas que alguien es lo bastante guapo como para mirarlo sin cansarte, pero que aun así no se te revuelve el estómago con las famosas “mariposas”.

Tome un vaso de plástico color rosa, todavía de vez en cuando me temblaban las piernas o las manos, efecto colateral de mi accidente. Y también efecto secundario de unas pastillas que tomaba para los dolores que de vez en cuando me daba. Y eso me recordó que debía tomarme las pastillas. Dos del frasco azul para las presión, una de la caja naranja para el dolor, una de la caja rosa para el cansancio, y una pastilla de JuicyPop porque sabían muy ricas, y más las rosas que eran de fresa.

-¿Qué haces? –dijo una voz a mi espalda, era Niall, lo supe antes de voltear

-¿Perdón?

-Son las doce de la noche, ¿Qué haces despierta?

-Tengo vida social

-Te creería, pero no recuerdas nada de este lugar, así que supongo que con lo único que puedes hablar es con tu reflejo en el espejo.

-No soy Zayn

-No digo que lo eres… -dijo pero se interrumpió abruptamente, abrió los ojos- Espera… ¿lo recuerdas?

-Si –dije y el sonrió –Es tu novio del verano pasado, ¿no?

-Claro… -dijo como si recordara algo, y su sonrisa se desvaneció –Olvidaba que con el golpe que te diste volviste a ser la misma ______ {tn} que llego aquí el año pasado, llena de rencores y falsedades

-Perdóname, pero no es lindo que tu padre deje a tu mama por una fácil.

-Mira –dijo mirando al suelo y rascándose la nuca –Yo sé que no te agrado, pero, créeme que antes del accidente me amabas.

-Yo estoy contra de las personas gays y las lesbianas

-¿Qué?

-Olvídalo, tu mente retrasada no te ayuda, querido

-No es mi culpa que tu mamá y tu padre se hayan divorciado.

-¿Eso que tiene que ver?

-Nada, olvídalo… -dijo resignado –Apaga la luz cuando hayas salido.

-¿Crees que soy tu sirvienta?

-¿Eh? –Dijo volteándose –No sé ni de que hablas

-¿Entonces me crees loca?

-No, pero bipolar si –y comenzó a reírse, al parecer quería que yo me riera, porque me miro y luego volvió a su expresión seria –Solo quiero ayudarte

-No necesito tu ayuda

-¿No la necesitas?

-¿Crees que necesito ayuda? No estoy loca ni enferma

-Teóricamente, estas enferma. No te has recuperado del accidente

-Nunca te pedí ayuda ¿está bien? Y no estoy enferma. –Mi mano comenzó a temblar. Y no supe si fue por la furia, o por el accidente.

Pero de igual forma me tome mis pastillas, por si acaso. Niall se quedó parado en el umbral de la puerta y veía como me tomaba cada una de mis pastillas. Cuando terminé deje el vaso en el fregadero lo mire seriamente

-¿Qué?

-Nada

-¿Entonces porque me miras?

-Estoy sacando una teoría –cuando vio que no iba a contestar prosiguió –De tantas pastillas que tomas a te estas drogando, por eso te compotas así.

-¿Drogada? –Dije ofendida -¿Esa es tu teoría? –El asintió –Bueno pues yo te daré mi teoría, te digo esto porque ya es hora de que alguien te diga lo que eres.

-¿Y que soy?

-Un carbón.

-¿Por qué lo dices?

-Porque lo eres

-No es mi culpa que seas resentida

-No es mi culpa que seas un ñoño

-Tú no eres la chica que ahorita estoy viendo

-Y tú si eres el chico que yo veo ahora

-¿Y que ves?

-A un chico mimado que solo quiere meterse en la vida de los demás

-¿Qué dices? –dijo sorprendido

-Lo que escuchaste. No te metas en lo que no te incumbe, en lo que no te importa

-Pero tú me importas

-Pues que no te importe, porque sabes una cosa… Niall, tú no me importas

-Definitivamente, no sé quién eres –dijo volteándose para salir de la cocina

-Nunca lo supiste –dije mientas sentía como las lágrimas se arremolinaban en mis ojos, la impotencia y la furia me estaban dominando

-Si lo supe –dijo para después voltearse y mirarme fijamente – la primera vez que te conocí porque nuestros padres se iban a casar supe quien eras, una niña de Texas con sueños, alguien que no le tenía miedo a nada, alguien con un corazón grande, aún más grande que el mío. Supe que tenía a un chico bueno como destino, que te querría y te haría feliz. Todos los años le preguntaba a tu papa como estabas, porque yo nunca tuve una hermana, hasta que te conocí, nunca tuve una hermana menor, hasta que te conocí –su voz comenzó a sonar más grave, él también estaba enojándose. -Y yo siempre he querido ser ese hermano mayor que tú necesitas, alguien que te haga enojar, que golpee a los chicos que te lastiman que te haga la vida muy pesada, pero sin embargo te quiere y lo daría todo por ti, eso quería ser yo para ti, y lo fui. Que lastima que te hayas convertido en esto

-Pues yo no soy el que me robo a mi padre –dije y las lágrimas que trataba de retener escaparon, tarde más de un segundo en echar a correr hacia mi cuarto. Y el segundo basto para escuchar a Niall decir “Oh, _______ {tn}”

Retrospectiva~Harry Styles y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora