Mañana haré una maraton :) por las veces que no eh podido subir capítulos :c
-¿Quieres palomitas o nachos? –me dijo Harry mientras miraba la pantalla de los alimentos
-Me da igual –dije encogiéndome de hombros mientras miraba la misma pantalla.
Asintió y desenlazo nuestras manos que hace un momento estaban agarradas. Habíamos ido al cine. Zayn con Perrie, Liam con Wendy, Niall con Alicia, había obligado a Louis venir con Miranda, y al parecer tenían química, porque él bromeaba con ella y ella reía de sus chistes, se contentos. Jev con Beatrice, Hanna con su novio del cual él nombre no recuerdo. Catherine y Aria vinieron solas y entre ellas se hicieron “sus parejas”. Me encanta su relación. A simple vista pensarías que son lesbianas o algo así, pero Aria esta con un chico llamado James que no pudo venir, y ninguna de las dos es homosexual. Y yo había venido con Harry. Los chicos, y Aria, que hacia el papel del chico, compraron los boletos de ellos y sus respectivas parejas, y en este momento Harry yo decidíamos que íbamos a comprar.
-Me da el combo cuatro –dijo a la señorita que lo atendía.
La chica lo miro y asintió, le sonrió cordialmente y se dispuso a preparar su orden. No le coqueteo, bendito se Jesús, o el santo que hizo que este milagro pasara. Comúnmente todas las chicas le coqueteaban o se sonrojaban. Pero esta no, solo le sonrió como le hubiera sonreído a cualquier otro cliente. Me había caído bien.
Mi teléfono comenzó a sonar. Vi la pantalla, Tucker
*LLAMADA*
-¿Anderson? –pregunto él
-¿Avery? –pregunte riendo
-¿Cómo estás?
-Bien gracias. ¿Tu?
-También, te llamaba para avisarte. Estoy en un avión rumbo a Inglaterra. Despega como en cinco minutos.
-¿En serio? que genial –dije entusiasmada
-Llego como en cinco horas
-Ya en la noche
-Sí, pero me gustaría pasar a visitarte. ¿Te llamo cuando llegue?
-Claro –dije sonriendo –Y yo le digo a mi padre que vallamos por ti. ¿Dónde te hospedaras? –dije y sentí que alguien me tomaba de la cintura. Levante la vista. Harry.
-En un hotel que se llama Holiday Inn.
-No está muy lejos de mi casa –dije sonriendo y caminando junto a Harry. –Estoy en el cine, ya me tengo que ir
-Oh, claro. Adiós. Que disfrutes la película
-Gracias, bye –colgué
*Fin de la llamada*
-¿Quién era? –pregunto dándole un mordisco a su paleta helada.
-Tucker –dije guardando el celular -¿Lo recuerdas?
-Si –dijo y lo note tenso –Voy al baño –dijo entregándome la charola con las cosas. –Apártame un lugar
En la charola había unas palomitas medianas, dos chocolates, nachos, dos refrescos y un hot dog. Entramos a la sala y nos sentamos, llenamos toda una fila. Los cortos comenzaron y Harry no volvía, decidí levantarme e ir a buscarlo. Pase por enfrente del baño de caballeros, y él iba saliendo secándose las manos en su pantalón. Cuando levanto la vista y me miro frunció el ceño
-¿Qué haces aquí? –dijo caminando hacia donde yo estaba. ¿Se habrían enojado? ¿O se enojaría? – ¿Paso algo?
-No –dije nerviosa –Solo que no te vi y vine a buscarte, ya te estabas tardando.
-¿Ya empezó la película? –dijo llegando a mi lado y pasándome su brazo por mi hombro
-No –dije relajándome, no se había enojado –Hay cortos
-Te preocupaste por mí –dijo sonriendo
-No –ahora fui yo la que frunció el ceño
-Le preocupo a mi novia –dijo sonriendo. Me dio un beso en la sien y abrió la puerta de la sala para meternos en ella. La película todavía no comenzaba.
Nos sentamos y vimos la película. En todo momento Harry me sostuvo la mano, y a mitad de la película paso su brazo por mis hombros y yo me recargue en su pecho inclinada.
Todo había vuelto a la normalidad. Todo entre Harry y yo estaba bien. Todo.
Salimos del cine, apenas eran las siete de la noche.
-¿Te gustaría ir a cenar? –me susurro Harry al oído. Yo sonreí y asentí
-Iré a cenar con Harry –le dije a Niall
-Está bien. Él te llevara a casa
-Si –asentí –Antes de las nueve, porque Tucker llega hoy y lo tenemos que ir a recoger
-¿Se quedara en la casa?
-No, se quedara en un hotel.
Hace tiempo yo le había comentado a Niall que Tucker vendría, y él había estado de acuerdo.
Harry me llevo de la mano a su carro y me abrió la puerta. Entre y el cerro la puerta como todo un caballero, me llevo a un restaurante italiano y alí comimos y platicamos, sonriendo y riendo de vez en cuando. Le llamaron al teléfono
-Espérame un momento –dijo y se levantó para contestar, vi como sonreía en el lugar donde estaba, lejos de la mesa.