Maraton 4/x
-¿No me tenías que decir qué? –pregunte mirándolo fijamente
-Nada, es mejor que te lo explique Niall, Zayn… O Harry, a mí no me corresponde.
-¿De qué diablos hablas?
-Mira, yo me iré esta noche de nuevo E.U.A –dijo levantándose del sofá donde se había sentado –Les dije a mis padres que mis estudios aquí no funcionaban. Si me necesitas para algo yo siempre estaré allí para ti. Pero me siento muy avergonzado por intentar hacer que tú y Harry rompiera. Me siento mal porque los celos me hicieron llegar muy lejos. Yo no soy así y tú lo sabes. O al menos espero que lo recuerdes. Y lamento mucho ocultarte esto, pero creo que es lo mejor… El punto es que yo me voy.
-Me estas confundiendo mucho.
-SI quieres que te de un consejo te diría que le hicieras lo mismo. Engaña a Harry. Pero este consejo te lo doy llevado por mis celos, así que no creo que funcione –tomo mi mano y me jalo para que me parara –Ahora tienes que irte, yo me tengo que alistar para regresar a Texas. Te quiero mucho y espero todo se solucione. Y adiós, no nos podremos despedir después. –y conforme decía las cosas iba empujándome a puerta, y después a cerro en mi cara.
Camine hacia el carro de Zayn
-¿Cómo te fue?
-Salí con más preguntas de las que llevaba en un principio –le dije. Preferí no preguntale sobre eso que me ocultaban.
Todo el camino regreso a casa a pasamos en silencio, cuando aparco en la entrada de mi casa me dispuse a abrir la puerta de coche pero él me detuvo
-Cuéntame que paso –dijo –Tal vez te pueda ayudar yo
-No –dije negando –No creo
Me solté cuidadosamente de su agarre y Salí del coche. Cuando entre Niall se abalanzó sobre mí
-Llego un chico
-¿Un chico? –pregunte asombrada
-Si, dice que te conoce.
-Y como me conoce lo dejaste entrar –pregunte seria
-No –dijo serio aun –Pero insistió tanto que no me quedo de otra que dejarlo pasar.
-¿Y quién es?
-No me quiso decir su nombre, está en la sala
Asentí y separe a Niall de mí, camine hacia la sala, esperando encontrar a un loco, o un chico que ese haya equivocado. Incluso alguien que me sonara familiar su cara, pero nunca creí encontrarme con lo que ve al entrar a la sala.
Vi a un chico alto, pálido de pies a cabeza. Cabello negro, el cabello más negro que he visto. Ojos cafés claro, con un tono verdoso. Cara afilada y pómulos marcados.
Me quede parada en seco, con los ojos muy abiertos. ¿Qué hacía él aquí? No pude dar un paso más, mis funciones se pararon en seco. Mis piernas ya no funcionaban, y me flanqueaban. Mi labio comenzó a temblar, y por un momento mi vista se nublo. Me dio un vuelco en el estómago. Y en el momento en que él se volteó al notar mi presencia no pude más. Unas nauseas muy fuertes me pegaron en seco. Se levantó de sillón y me miro igual de pasmado. Solo que él no se veía tan afectado
-Hola –dijo el con la voz cortada –Cuanto tiempo sin verte
-¿Qué haces aquí? –le pregunte con voz robótica. Tensa.
-¿Lo conoces? –pregunto Niall
-Yo… -dijo el chico
-¿Por qué viniste? ¿Por qué me seguiste? –le pregunte
-Es que… Tienes que entender que tenía que arreglar todo contigo.
-¿Después de humillarme? ¿Después de destrozar toda esperanza que tenia de creer en el amor?
-Lo lamento –dijo sincero
-Tu sabias cuan jodida estaba en ese momento. Tu sabias que mal me sentía. Sabías que estaba destrozada por algo muy fuerte, algo que ya ni siquiera recuerdo. –Se acercó lentamente –Aléjate de mí. No entiendes cuánto daño me has hecho. Pero es que todos son iguales. Todos y cada uno de los malditos hombres son iguales. Y yo ya te había olvidado, te deje en el pasado. Se supone que ya tengo más de dos años sin verte, se supone que escape de ti.
-¿Qué pasa? –Pregunto Niall -¿De qué hablan?
-No te metas –le grite enojada –Y tu –señale a chico del sofá –Quiero que salgas en este preciso instante de mi casa. Y de mi vida, para siempre.
-Pero necesitas escucharme –dijo en tono de súplica.
-No, Nicolás, sal de mi casa. Ahora.