Había unos cuantos mensajes, ninguno comprometedor. Fui subiendo para ver más y más mensajes anteriores. Hasta que llegue a uno que me llamo a atención, pare
“Susanne, mi padre no me contesta, dile que Gemma y yo iremos cuando podamos” Decía Harry
“Ya le avise, su teléfono se descargó” decía Susanne “Me alegro que vengan a ver a su padre, ¿Cuándo llegan?”
“No sabemos con exactitud, yo te hablo” respondía Harry
“Mientras tanto yo lo cuidare;)” otro mensaje de Susanne
“¿Siguen en pie tu boda con mi padre?” preguntaba Harry un día diferente
“Si” respondía Susanne “Seré tu madrastra, jajaja”
“Ni creas que te hare caso Susanne, jajaja, yo solo le hago caso a mi madre”
“Te pondré a hacer todo el quehacer de la casa, wuajajajaja” decía Susanne
“¿Mi madre está invitada?”
“Pues claro. Es la ex esposa y madre de los hijos de Des”
Deje el teléfono en la cama. Susanne no era una novia, ni una amiga, ni nada por el estilo. Era la esposa del padre de Harry. Era la señora de la que Harry me había hablado hace tiempo. Me dijo que en Octubre iría a la boda. Que estúpida soy, me había dicho, literalmente “Susanne nos invitó a todos. Es buena, espero y haga feliz a mi padre” Que tonta, por los malditos celos ni lo recordaba.
Tenía que ir a hablar con Harry, el día anterior había mandado a la chingada a Harry, y no me había disculpado. Aunque él tampoco me había buscado, quizá quería darme mi espacio. Le pediría disculpas. Después de descansar un poco.
Me recosté en la cama y quede profundamente dormida.
Cuando me levante eran las once de la noche. ¿Había dormido siete horas? Camine hacia mi ropero y saque una camisa verde de tirantes, y un short blanco, hacía calor. Me puse unas chanclas y me hice un moño. Baje hasta a puerta, y al salir espere un taxi. Cuando el taxi paro yo lo aborde, y le di indicaciones hacia la casa de Harry.
Baje del taxi. La casa blanca se erguía sobre mí. Me parecía más grande, intimidante. Camine por la entrada de acceso, hasta llegar a la puerta principal, tome aire y toque.
Después de unos segundos se escucharon pasos bajando unas escaleras. Los nervios me estaban carcomiendo, no podía evitar sentir que la sangre corría muy rápido por mi cuerpo, me hacía cosquillas en el cuello y me palpitaban los oídos. Se escucharon más pasos en la escalera, seguidos de una risa. Poco después se escuchó como quitaban el seguro de la puerta, y poco después los ojos de Harry miraron los míos.
-Hola –sonreí
-________ {tn} –dijo él abriendo los ojos. Sorprendido. Y repentinamente se lanzó a mí y me abrazo -_________ {tn} –susurro en mi oído.
-Yo –dije riendo un poco
-Lo que sea que pienses –dijo alejándose de mí y poniendo sus manos en mis hombros. Me miro a los ojos. –No es verdad
-¿De qué hablas? –Lo mire seria –Yo venía a pedirte perdón
-¿Perdón? ¿Por qué?
-Por todo –me sonroje –Lo del teléfono… Todo.
-¿A que se debió lo del teléfono?
-Es que creí… -no sabía con qué palabras decirlo –Ya sabes…
-¿Ya llegaron as pizzas? –Dijo una chica llegando a la puerta, interrumpiéndome –Hola –dijo sonriendo
-Me engañabas –termine en un susurro
-No –dijo Harry a la chica
-¿Quién eres tú? –le pregunte frunciendo el ceño. Después mire a Harry
-Me llamo Melanie –dijo sonriendo
Asentí. ¿Qué hacía Melanie en la casa de Harry? ¿Quién era Melanie? ¿Sera su nuevo ligue? Tal vez, con lo que le dije en el teléfono, él pensó que habíamos terminado. Pero aun así… ¿Por qué estaba con ella? Llegue y me abrazo ¿No? Eso muestra que aún me quiere. ¿O ya no me querrá? ¿Me habrá cambiado? ¿O solo será mi imaginación? Quizá solo sean inventos míos, pero ya sería mucho coincidencia. Quizá.
Lo mire primero a él y luego a la tal Melanie, volví la vista a Harry y sonreí. Estaba segura que en mi sonrisa se notaba que quería una explicación. Sin embargo no o dije en voz alta, quería que él se diera cuenta por su cuenta.
-Harry me hablo mucho de ti –dijo Melanie para tapar el silencio
-¿Enserio?
-Si –dijo sonriendo – ¡No ha llegado la pizza Gemma! –grito volteando hacia las escaleras –Bueno, me voy, que yo a la que vine a visitar en a mi miga Gemma. Adiós –nos dijo moviendo la mano y subió corriendo las escaleras
-¿Amiga?
-De Gemma –dijo sonriendo Harry – ¿Que creías?
-Nada –me encogí de hombros.
