Llego temprano al bar, como todos los martes hoy me toca abrir, saco las llaves del bolsillo pero antes de eso veo de reojo a un chico de cabello negro de pie en uno de los postes de luz mirando en dirección al local. Al notar mi mirada él baja la vista al suelo intimidado y entiendo que es inofensivo, su expresión me causa algo de ternura pero lo ignoro y sigo con mi trabajo.
Cargo el balde y tomo el trampeador para limpiar los pisos, él otro empleado renunció la semana pasada por lo que tengo que hacer todo el trabajo sólo. Una vez limpio el piso, me predispongo a bajar las sillas de las mesas pero antes de que pueda hacerlo Miley, la dueña del lugar entra por la puerta acompañada del chico de hace un rato.
— ¿Cómo estas primor?— saluda ella con la voz chillona que tanto la caracteriza.
Miley lleva sus cuarenta como pocas de las mujeres que han llevado una vida similar a la de ella lo hacen. Es rubia natural, de piel blanca, ojos celestes y una figura de gimnasio que le quita alguno años de encima. Claramente es del tipo de mujer que se siente lo suficientemente segura de su cuerpo como para usar calsas animal print y una blusa escotada negra. A pesar de ello tiene mala suerte con los hombres y por alguna razón deduzco que ese chico es un efecto colateral de alguna de sus relaciones.
— Bien, esta tranquilo por lo visto— respondo y miro por encima de su hombro en dirección al chico, al notarlo ella contesta la pregunta que no formulo.
— Él es YoungJae tu nuevo compañero. Es el sobrino de un amigo, por favor tratalo bien y cuida de él, enséñale como funciona todo— El chico en cuestión se acerca y me saluda algo incomodo. Parece un niño de primaria al que obligaron a jugar con otro.
— Hola— dice con timidez. Le respondo y luego miro a Miley que ya enfila para irse.
— Se lo comerán vivo— le advierto.
— Tu trabajo es que no lo hagan, sabes que confió en ti como en ningún otro — le encanta endulzarme el oído para conseguir lo que quiere. Al fin y al cabo sabe que jamás voy a negarme a cualquier cosa que me pida porque ella fue la única en ayudarme cuando llegué a la cuidad. Me dio un trabajo a pesar de no tener experiencia, me escuchó y se comporto como la tía que nunca tuve.
— ¡Me debes una grande!— es lo último que alcanzo a decir antes de que cruce el umbral de la puerta.
—Lo sé. Volveré a la madrugada para ver como esta todo— contesta antes de desaparecer camino a las calles.
El chico aun sigue en la misma posición, me mira como esperando indicaciones y reciento un poco mi sinceridad con respecto a él. Le ordenó que deje sus cosas detrás del mostrador y comienzo a explicarle todo lo que creo necesita saber para comenzar. Es torpe pero educado, pone empeño y trata de seguir mis indicaciones al pie de la letra, algo en él me recuerda a mí cuando comencé a trabajar aquí.
No pasa mucho hasta que los clientes comienzan a llegar, como todos los martes solo son personas que buscan algo de paz luego del trabajo en la hora feliz. La ronda de pedidos de tragos comienza y soy bastante lento para prepararlos pues ese era el trabajo de mi compañero, por el otro lado YoungJae aun no se acostumbra a atender la barra con fluidez y se confunde con los pedidos. A este paso Miley me matará cuando llegue.
— JB— me llama YoungJae. Lo miro casi sin mirar mientras termino mi trabajo y le contesto de mala gana.
— ¿Qué sucede?
— Esto, creo que... bueno, le di mal el cambio a uno de los clientes— cuento hasta diez mentalmente y me repito que es su primer día.
— Por favor, trata de ser más cuidadoso la próxima— le hago entrega al cliente los martinis que termino de preparar y lo miro— Vuelve a tu lugar, veremos como podemos solucionarlo luego.
— Esto, yo...
— ¿Qué sucede?
— Es que en mi antiguo trabajo era bartender*, parece que te ves algo atascado con eso y... , bueno no es que quiera decirte que lo hagas mal sino que creo que podría encargarme si no te molesta ya que no soy bueno en lo demás— Una risa se me escapa, por algún motivo no puedo enfadarme con él.
— Bueno, visto y considerando que a este paso Miley va a matarnos creo que podrías encargarte pero si alguien se queja voy golpearte — Él asiente con convicción.
— No tendrás una sola queja, lo prometo — sonrió sin saber porqué y me aparto.
— Confió en ti...— acoto antes de engarme de las mesas.
Todo parece funcionar luego de eso, no solo es rápido sino también bueno en su trabajo. Muchas personas se acercan a felicitarlo y nos dan cumplidos por la buena atención.
La noche termina a las dos de la mañana cuando despido al último cliente, entonces limpiamos todo en conjunto y concluimos el trabajo antes de lo pensado. Camino al baño y recibo el mensaje de la noche, Dana y su amigo Ryan esperan mi señal para pasar por el local e irnos a casa.
— Bueno, creo que ya esta todo. Puedes irte YoungJae— le doy aviso al salir pero para mi sorpresa él sigue en la barra terminando de preparar algo, me acerco y me arrima un vaso con uno de los tragos que prepara.
— Pagué ambos, es mi forma de decir gracias por lo de hoy— me dice algo apenado, sé que refiere a las muchas equivocaciones que cometió y las cuales me encargue de cubrir.
— También estuve en tus zapatos, no tienes que agradecer nada— le doy un sorbo a la bebida comprobando que es exquisita— Este beilis esta increíble ¿dónde aprendiste?
— Mi padre me enseño cuando apenas era un adolescente— contesta algo melancólico— aprendí con entusiasmo, creo.
— Bueno, aprendiste bien. Puedes decirle a tu padre que tiene mis felicitaciones— respondo. Él finge una sonrisa y me doy cuenta que hay algo más en su historia que no dice.
— Quisiera poder...— Me repito mentalmente que no debo involucrarme, que no debo preguntar, ni tampoco compadecerme pero el agrega—Miley me dijo que cuando llegaste tampoco tenías a dónde ir como yo — comenta.
— Mis padres no querían a un bisexual en su familia y tuve que irme, pero ¿tú porqué estás aquí? No te ves del tipo rebelde —desvía su mirada apenado. Siendo sinceros el encaja tanto acá como yo en una iglesia de monaguillo.
— Mi padre me encontró besándome con un chico en el living de mi casa — confiesa — no soportó saber que su hijo mayor era gay y me golpeo hasta dejarme inconsciente. Cuando desperté estaba en casa de mi tío, el amigo de Miley, con mis maletas hechas y una carta de mi madre.
— Lo siento— No se que otra cosa decir, me siento un idiota, entonces la pantalla de mi celular se ilumina con un mensaje de Dana. Pero miro YoungJae perdido en sus pensamientos y en contra de mis costumbres decido cancelar mi cita para acompañarlo un poco más— ¿Qué decía la carta?—pregunto. El sale de sus pensamientos y me mira.
— Que era lo mejor para mí, sino mi padre me mataría...
Hablamos hasta que se hacen las cuatro de la mañana, él me cuenta su historia y yo narro la mía, sintiéndome a gusto por primera vez en mucho tiempo. YoungJae es cálido como el sol y de alguna forma hace que me sienta cómodo con tan solo tenerlo cerca.
Entonces todas las madrugadas continuas a esa repetimos nuestras charlas y sin que lo vea venir termino por renunciar más de una vez a mis citas por pasar más tiempo junto a él. Prefiero gastar estar con él en el bar o camino a su casa, dónde lo dejo cada noche para luego irme a la mías sin tocarlo, sin esperar más de él de lo que me da.
YoungJae se vuelve una pequeña luz entre tanta oscuridad.
------------------------------------
Bartender* : Barman, el que hace los tragos en las barras...
ESTÁS LEYENDO
Icarus #1 Bnior Got7
FanfictionJaeBum se acuesta con cualquiera que se le insinué, ama el sexo en todas sus formas y también la libertad de hacerlo sin compromiso. Pero todo cambia cuando un chico distinto a los que acostumbra a tratar aparece en su vida. Terminada 21/10/2017 No...