La ví.
Tal y como la recordaba.
Su melena dorada ondulada y sus perfectas curvas amoldadas a su precioso mono negro
La ví.
Esta vez la ví feliz y con compañía.
La ví cogida de la mano con un chico alto y moreno.
La ví, pero no conmigo.
Me quedé rígida, mis estímulos no reaccionaban.
Obté por ir a donde ella y por lo menos saludarla y preguntarle como había estado durante estos largos 3 meses.
- Hola. -dije detrás suyo. Al escucharme se giró rápidamente y se me quedó observando.
- Hola. - me contestó cortante. - ahora voy, vete llendo. - le dijo al chico que estaba a su derecha, este se fue al escucharle. Quedándonos nosotras dos solas.
- ¿Qué tal estas? - me dijo mientras sonreía.
- Bien.
- Me alegro.
Nos quedamos calladas
- ¿No se te ha ocurrido llamarme ningún día? - dije con descaro.
- Emily... pensé que era mejor dejarlo así.
- ¿Y ahora vienes? ¿Así sin mas? - escupí mi mala leche. - ¿Te aburrías en la playa?
- No he venido porque me aburría.
- Es increíble. - suspiré. - no has cambiado nada.
Ahí la dejé, sola en aquella sala.
En este momento la odiaba.
La odiaba por venir.
La odiaba porque no me contestó ni a un solo mensaje ni a una sola llamada.
La odiaba porque era feliz con un chico y no conmigo.
La odiaba por venir y hacer como si nada.
Reaccioné. ¿Acaso estaba celosa?
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Admitiendo Mis Sentimientos
RomanceDos personas tan diferentes, ¿son capaces de enamorarse?
