Capítulo 44

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Dos días más tarde me desperté en mi aburrida habitación. Eran las 6 de la mañana tal y como indicaba mi despertador.

Mierda. Era lunes.

Me incorporé y me vestí. Una falda rosa clara ajustada a mis curvas y una blusa blanca apretada a mis pechos. Quería impresionar a Emily a si que me puse colonia y una crema olor a vainilla.

Bajé rapidamente a la cocina encontrándome con Jason. Éste estaba acompañado de Erick, un amigo suyo del equipo de fútbol, desayunando y hablando de tías.

- ¿Papá? -dije buscándole con la mirada.

- Supongo que de viaje. -rodó los ojos. - como siempre.

Entonces me paré a pensar, era lunes y obviamente papá trabajaba. Recordé el mes que estábamos, era agosto. Exacto, ahora mismo estaría en Texas.

Abrí la nevera y cogí unas láminas partidas de sandía y me las comí.

- Rubia... -me llamó Erick desde su sitio. - ¿vienes a la fiesta de mañana?

- ¿Hay fiesta? -me limité a preguntar.

- Si, en casa de este máquina. -éste era mi hermano refirindose a su amigo.

- No sé, supongo.

Cogí mi bolso y miré a mi muñequera donde se encontraba mi precioso reloj blanco. Tenía exactamente 10 minutos para llegar a la primera clase.

Nada más salir me encontré con un chico de cuerpo musculoso y un aroma que se me hacia muy familiar. Como era de esperar, era Noel.

- Preciosa. -dijo cariñosamemte. - te he echado de menos.

Se avalanzó sobre mí y me abrazó con sus enormes brazos.

- ¿Dónde has estado? -dije curiosa mientras me apartaba del abrazo.

- Con mi padre en vela. - alzó las cejas. - ¿Sabes que hay marineras que están muy buenas? -rió.

- Si lo dices tú... -reí.- veo que no has cambiado. - le guiñé el ojo.

- Noel sigue siendo el mismo Noel, rubia. -alzó la ceja y sonrió. - ¿te llevo?

Asentí.

Durante el camino, estuvimos hablando de su viaje por las islas canarias en vela y sus aventuras con distintas mujeres. Me lo pasaba muy bien con él.

Nada mas llegar al instituto pude ver como la gente se metía rápidamente a las clases, mientras que yo, sin ninguna prisa.

- Tengo física. -dije revisando mi horario. - ¿tú?

- Matemáticas. -suspiró.- nos vemos luego.

Al entrar al instituto miré mi horario fijándome en la clase que el tocaba.
La 102 con el profesor Maller. Era un aburrido de cojones.

Toqué dos veces la puerta y entré. Intenté buscar una excusa para que no me apuntasen en la libreta. Al entrar noté todos los ojos puestos en mi y algún que otro comentario como: "que buena está" "¿has visto sus pechos?". Uno silbó y me siguió con la mirada.

Me senté como si no hubiese pasado nada y una vez sentada busqué a Emily. Ella me estaba mirando mordiendose el labio. Al verme le sonreí y ella se ruborizó.

La clase se me hizo bastante divertido, teniendo en cuenta que no paraban de mirarme y Emily se veía realmente molesta ante aquello.

Nada mas sonar el timbre salí y en la puerta me esperaba aquella preciosa mujer la cual estaba completamente enamorada.

- Em. ¿que haces? -dije sonriendole.

- Esperarte. - me cogió de la falda y me la bajó. - y protegerte de salidos.

Reí.

- ¿Salidos como tú? -dije jugueteando.

- No, salidos como él. -señaló a Erick el cual me miraba muy descaradamente el trasero.

- ¿No estarás celosa de ese no? -dije acercandome a ella. Ella asintió. - ¿Ah si?

Le cogí de la mano corriendo y le llevé al baño.

Al entrar me metí en un baño propio junto a Emily.

- Tenemos 5 minutos. -dije alzando una ceja.

-¿Para qué? - me dijo.

Amaba lo inocente que era a veces.

Entonces le cogí y le puse apoyada a un muro mas alto que yo. Le desabroché la camisa dejando descubierto sus preciosos pechos.

Me mordí el labio.

- Ali, tenemos clase. -me dijo mientras intentaba abrocharse los botones de su camisa. No la dejé.

- Tenemos en 5 minutos. - sonreí.

Empecé a besar su precioso cuello olor a fresas y a chuparlo. Ella lo estaba gozando, podía notarle. Mis labios estaban mojados y con mucha hambre de ella. Empecé a tocarle el abdomen siguiendo a su caderas y presionando mi mano en su centro, aún con ropa.

Ella se estremeció al segundo.

Me agarró con fuerza y quedé entre sus piernas. Ella me arrancó la camiseta apretada y fijo su mirada en mí.

- ¿Por qué hemos tardado tanto? -dijo entre dientes.

Se alanzó sobre mi y me besó. Pero estaba vez no era un beso delicado y bonito, sino que fue brusco y buscó mi lengua. Al introducir su lengua en mi boca una oleada de calor se apodero en mí. Ella me tocaba desesperadamente por encima de mi ropa y yo solamente quería que me quitase. Le deboré el cuello dejandole marcas.

Entonces el ruido de un grupo de chicas nos separó de un susto.

- Entonces le dije que se fuera. -dijo una voz aguda al otro lado de la puerta.

Escuchaba como hablaban bastantes a la vez y se lavaban de las manos.

Miré el reloj. Mierda.

- Son menos diez. -dije forzando una sonrisa.

Emily me miraba asombrada y nerviosa. Cogió su camisa del suelo y se la puso corriendo, yo la imité. Salimos del baño y afortunadamente las chicas ya se habian ido.

Me acerqué al espejo y me observé.

- Mierda Emily, el pintalabios. -dije observando como mi pintalabios estaba por toda mi cara menos en mis labios. Intenté disimularlo pero me era imposible. Me peiné y salí.

- ¿Qué clase tienes? -dije mientras miraba yo la mía.

- Literatura.

- Yo inglés. -se mordí el labio. - nos vemos en el almuerzo.

¿Y ahora que excusa ponía?





Gracias por leer ❤

Admitiendo Mis SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora