Otra vez Rosewood. Me gusta, no demasiado, pero me gusta.
Aqui estaba, guardando mi ropa en el armario y organizando para otro día mas.
- Preciosa, ¿vienes? -se le oía desde la otra línea.
- ¿Me echas de menos? -dije mientras me ponía el bikini.
- Desde el primer dia que te fuiste rubia. -dijo entre risas Noel.
- Entonces no me queda otra cosa que ir. -dije sonriendo. - iré con las chicas.
- Perfecto. Te espero - finalizó la llamada
En menos de media hora nos encontramos en la maravillosa mansión de Noel Khan. Esta mansión no era la casa que vivía él, sino una mansión que tenia en el rio.
Había muchisima gente y aquella música se escuchaba desde unas manzanas antes.
- Es una pasada Ali - me dijo Hanna, sorprendida por aquella fiesta.
- Nunca habíamos venido a una fiesta como esta. - esta era Emily, mirando a su alrededor con cierto aprecio.
......................
3:00
- Dios Ali como bebas mas vomitarás - dijo Aria entre risas.
Justo en ese momento Hanna me ofreció otra copa, y como no, la acepté.
Mi cabeza daba vueltas pero me lo estaba pasando bien.
- ¿Qué tal si dejas de beber? -dijo Emily mientras me quitaba la copa y la dejaba lejos de mi alcance.
- No seas aguafiestas Em -dije quejandome - dejame divertirme.
- Vámonos Ali, te llevo a casa. -me ofreció.
- ¿Pero a ti que te pasa? - dije molesta. - ¿No sabes divertirte?
- Esto no es divertido. -dijo firme. - estar borracha no es divertido, y menos estando en una casa llena de tios mayores y desesperados.
- Qué dices Emily. -dije apartándome- soy una mujer libre y estoy con quien quiero.
Me estaba mareando. Tenía ganas de vomitar.
- No te voy a dejar que estes aquí. -dijo gritando. -te llevo a casa ahora mismo.
- ¡No! -me negué. - ¡Vete de aqui!
- Ali, estas borracha no te puedo dejar aqui.
- ¿Por qué? - ni sabia porque se ponia así de protectora.
No dijo nada.
- ¡Por qué! - repetí confusa.
-¡Porque la última vez que te dejé sola en una fiesta borracha terminaste violada y destrozada! -gritó con furia.
Una oleada de calor se apoderó de mi. Estaba llorando, en serio, estaba llorando.
Ambundantes lágrimas caían sobre mis mejillas.
- Ali... -dijo acariciando mi hombro.
- Tienes razón. -lloraba.- soy idiota.
Negó inmediatamente.
- No, Ali. -me acarició la mejilla. - no lo eres.
Entonces en ese momento Emily se acercó y me besó.
- ¡Para! - me aparté.- no puedo.
Estaba confusa.
- No puedo hacer esto.
Y me fuí.
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Admitiendo Mis Sentimientos
RomanceDos personas tan diferentes, ¿son capaces de enamorarse?