Admitiendo Mis Sentimientos

Capítulo 50

- Amor... - dije mientras posaba tiernos besos en su mejilla. - buenos días.

Ella solamente suspiraba de placer y sonreía.

- Voy a comprar el desayuno. -besé su pequeña nariz. - ¿Quieres algo?

Ella negaba.

- Voy contigo. - dijo mientras se incorporaba.

La paralicé.

- Voy yo y te lo preparo. - insistí.

- Bueno pero me dejas ir al baño, ¿no?

Reí.

- Si es al baño sí. - bromeé.

Me puse unos pantalones de chándal encontrádos en su vestidor un top y una coleta alta.
Bajé las escaleras de dos en dos y al coger el pomo de la puerta, sonó el timbre.

Emily no esperaba a nadie a si que me sorprendí a mi misma cuando abrí la puerta.

- Emily yo... - Paige no terminó la frase en cuanto me vió. Luego posó su mirada en mis marcas en el cuello y en el abdomen descubierto que tenía.

Punto para Alison.

- ¿Está Emily? - se veía enfadada.

- Claro. -sonreí.- Emily tienes visita.

Ella bajaba con una sonrisa y aún con solamente una camiseta ancha cubriendola y marcas tanto en su cuello como todo en su cuerpo. Sonreía porque esas marcas eran mías.

- ¿No te habías ido a por el desyuno? -reía en cuanto me vió. Luego posó la mirada en Paige y su sonrisa se borró en cuestión de segundos.

- Paige. -se limitó a decir.

- De esto se trataba el mensaje, ¿verdad? -me miraba con rabia.- vosotras dos. Cómo no.

- Emily, nos vemos luego. -dije. Esa conversación no era de mi incumbencia sabía que tenían que hablar.- llámame cuando el ambiente se calme.

Al asentirme me fui de su casa y con una amplia sonrisa me dispuse a ir a la cafetería. A por un buen desayuno.

Cogí dos autobuses de 5 minutos cada uno y llegué a la cafeteria. Quería impresionarla.

Observaba toda la comida que había y no me decidía. Al final obté por dos bollos y algún donuts acompañado de dos cafés con crema y azúcar.

Al salir me tope con un chico alto y musculado demasiado ocupado con su teléfono para darse cuenta que quería pasar. Al quejarme él se giró sorprendido y luego colgó.

- Alison. -se limitó a decir.

- Nick. -¿que hacía mi ex aquí?

- Me alegro de verte. - que pena que yo no. - ¿Tomas algo?

- Tengo prisa. -entonces le rodeé e intente irme. Digo intentar porque me agarró del brazo.

- No seas cría. -dijo ¿dolido?

- No lo soy. - me solté.- de verdad que tengo prisa. Tengo que llevar este desayuno y voy a perder el autobús.

No estaba mintiendo.

- Te llevo. - se ofreció.- es lo mínimo que te puedo hacer.

- Depende si me vas a dejar en la gasolinera o no. - arqueé las cejas.- Si no, prefiero esperar al autobús.

- Se te enfriará el café y lo sabes.

Es verdad, si esperaba mucho más, el desayuno terminaría siendo un desastre. No me quedó otra que asentir.

Nada montarnos en su todoterreno puso una de nuestras canciones y se dispuso silenciosamente a conducir.
Le dí la dirección de Emily y recé que Paige ya se hubiese ido.

- ¿Aquí? -dijo observando. -Tú no vives aquí.

- Yo no te he dicho que me lleves a mi casa, te he dicho que me lleves aquí. -agarré el pomo de la puerta y me dispuse a salir.

- ¿Quién vive aquí? -dijo dudoso.- ¿Tú novio llamado Fields? -dijo observando el buzón.

- No. -negué.- mi novia llamada Emily Fields. - y salí del coche entrando por el porche y tocándo el timbre.

MUY MUY POCO PARA ACABAR