Capítulo 18:

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Narra ____:

Louis me llevó a la casa de Marcel depués de pasar una noche muy agradable con ellos. Son lo mejor, les conté mi... eem... amistad... no, como lo diría... relación tampoco... noviazgo no sé... mi rollo con Marcel, sí. Y me aconsejaron muchas cosas. En serio, MUCHAS. En conclusión, me dijeron que siga mi corazón pero sin que nos vean porque él es menor y encima es mi paciente,  dudo que esté permitido salir con uno. En fin, lo hablaré con Marcel. Iré ahora mismo porque no está su madre, me lo dijo. 

Camino hasta la puerta y toco suavemenete. Palidezco cuando veo a su madre abriéndome la puerta con una cara de pocos amigos. 

- ¿Tú? - pregunta incrédula. 

- Sí, yo. Necesito hablar con Marcel... - murmuro. Ella niega con la cabeza.

- Ni hablar. Está castigado. - dice elevando una ceja. 

- Vale, espera. - saco mi móvil y le mando un mensaje a Marcel diciendo:

Soy yo, mira, estoy en la puerta de tu casa y tu madre no me deja verte. Baja, es importante. 

Espero pacientemente mientras Lucy me fulmina con la mirada. 

- ¿Algo más? - pregunta mientras cierra la puerta poco a poco. 

- Sí, espera. - Marcel baja por las escaleras y camina hacia nosotras. 

- Mamá, tengo que hablar con ella. - dice lentamente. 

- Y una mierda. - dice ella, subiendo el tono de voz.

- Mamá, por fa-... - ella lo interrumpe.

- ¡No! - grita mirándome primero a mí y luego a él. 

- Mira, Lucy, es un problema urgente, no vendría aquí a estas horas intempestivas para una tontería que puede esperar. Pero no puedo. Ni tú me caes bien a mí ni yo a ti, lo sabes, lo sabemos. Así que para no estar más tiempo molestándote tanto a ti como a mí, dejemos de discutir y déjalo hablar conmigo, por favor. No te cuesta nada, no serán ni diez minutos, pero tengo que dejar solucionado esto ahora mismo.  - digo rápidamente, mintiendo. Suspiro y ella baja la mirada. Le he dado en que pensar, eh. Rueda los ojos y levanta cinco dedos.

- Cinco minutos, nada más. ¿Vale? - Marcel me sonríe. 

- Sí. - respondo, segura. Ella se va y Marcel me agarra la mano y tira de mi hacia la calle. 

- Dime, ¿qué es tan importante? - pregunta suavemente, mirándome como si yo fuera lo más preciado para él. Ay, dios, qué mirada tan tierna. 

- ¿Qué somos? - susurro bajando mi mirada. 

- No sé, yo también tengo esa duda. ¿Amigos? ¿Novios? O quizás, simplemente una psicóloga y un paciente. - dice agarrando mi barbilla. 

- No sé. Hable con Lou... Con unos amigos y me dijeron que yo debía seguir mi corazón. ¿Qué te dice a ti?

- Que deberíamos salir. ___... Me gustas mucho, al principio no lo quería admitir pero ya no puedo... Me encantas. Eres tan inteligente, buena, hermosa, perfecta. - frunce el ceño. - T-te quiero, ___. Te quiero mucho, y quiero ser tu novio. Quiero que seas mi princesa... Aunque seas mi psocóloga, me da igual. - una lágrima corre por mi mejilla.  - No llores... Si no quieres pues nada. 

- Marcel, yo también quiero. Me gustas. Pero esto no está bien. Lo sabes. Tu madre puede matarte y a mí pueden despedirme. Y esto va acabar igual en todos los casos. Si salimos nos pillarán y nos tendremos que separar. Pero no si lo hacemos antes... Cómo te he dicho antes, me gustas pero no podemos... no puedo... No debemos. - lloro más fuerte y él me mira dolido.

- ¿No nos veremos más? - pregunta.

- No. - digo mientras me limpio las lágrimas. 

- ¿Nunca? 

- Nunca digas nunca, Marcel. No se sabe lo que puede pasar. Pero creo que es mejor que de momento... dejemos de vernos, y por supuesto no más consultas. Búscate otro psicólogo. Otra chica, que pueda salir contigo... - susurro cerrando los ojos. No quiero hacer esto, lo juro, pero es que... No puedo. 

- P-pero tú er-eres m-mi psicóloga. ¡___! 

- Por eso mismo. 

- No... - susurra abrazándome. Yo entierro la cara en el hueco de su cuello y sollozo suavemente. 

- Déjame decirte algo más... Mi corazón dice sí y mi cabeza no. Mi trabajo es de cabeza, debo pensar con la cabeza, y si salimos solo nos causaremos daño. Más del que te estoy y me estoy causando ahora, Marcel. 

- Te quiero. - me dice mirándome. Yo le beso y cuando él profundiza el beso me separo. 

- Olvídame. Yo lo intentaré. Adiós. - le beso la mejilla y me voy corriendo. Tentada a volver atrás y abrazarlo. Mi lado racional me gana y corro hasta mi casa. 

Al llegar a mi casa me tiro al sofá llorando. Dándome cuenta de que yo también le quiero... De que yo... ¿le amo? seguramente... Me limpio las lágrimas. Y respiro hondo. 

Debo ser fuerte. 

N/A: Holaaaaaaa, he estado desaparecida un tiempito, pero he estado MUY ocupada. En fin, ¿qué os pareció? Yo lloré escribiéndolo. Jejeje, dejen un comentario diciendo que os pareció. Nada más, voten, también. Os amooo <33333333333333333333 xx. 

Mi paciente. (Marcel y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora