Capítulo 27.

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Al final del día, Louis está más que feliz por el dinero que han logrado recaudar

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Al final del día, Louis está más que feliz por el dinero que han logrado recaudar. El consejo entero también celebra y Harry ya está ofreciendo una fiesta en su casa.

El de ojos azules, deposita el dinero en la caja fuerte de la oficina del director, de la cual solo él y las secretarias saben la combinación.

— Buen trabajo Louis — felicita una de ellas cuando lo ve salir de la oficina y el chico sonríe tímidamente.

— Gracias Nora — responde y toma uno de los dulces que le ofrece.

Sale de la dirección con una sonrisa en los labios, lo único restante que debe hacer, es recoger su mochila y pertenencias en el salón de historia.

Pero cuando va a entrar, se detiene en la puerta al escuchar la risa y voz de Shani.

— ¿De verdad? — pregunta una de sus amigas y por la ventana Louis la mira asentir.

— Te digo que sí — suspira. — Edward es excelente en la cama.

El chico frunce el ceño y se acerca para escuchar con más atención.

— Pero es gay — vuelve a hablar su amiga.

— Nena, estaba borracho — le guiña un ojo y Louis empuja la puerta.

Entra con la cara seria y toma sus cosas de su banco, ni siquiera ve a Shani al salir porque no quiere gritar en su cara cientos de malas palabras.

Camina por el pasillo hasta la salida y aunque su humor ha cambiado radicalmente, se acerca a sus amigos que están fuera alrededor del automóvil de Harry.
El más alto nota la cara mal humorada de su amigo y le pasa el brazo por los hombros.

— ¿Harás una fiesta ésta noche? — pregunta con desesperación. — Necesito beber.

— Es lunes, Louis — se ríe Harry. — Vas a tener que esperar hasta el fin de semana.

— Hago tu tarea de ciencias en lo que resta del año escolar — el de ojos verdes se encoge de hombros y asiente.

— ¡Fiesta en mi casa ésta noche! — grita a todos los presentes en el estacionamiento.

Edward está fumando a unos cuantos metros y suspira fastidiado al escuchar a Harry gritar eso. Se acerca para subirse a su deportivo no sin antes empujarlo con el hombro.

— También es mi casa, así que nadie pone un pie en ella si no quiero — advierte y Harry sonríe.

— ¿Y ahora qué te pasa?

Edward & Harry. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora