Me caso y me embarco +18

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Wonho apretaba su pene con fuerzas, las venas se le notaban a los lados y bombeaba mirando fijamente al pequeño chico. Enseguida le acercó para besarle la mejilla y luego los labios.

— Entiendo que te gusta lo que ves, pero no funciona así. Tienes que hacerlo tu. — le buscó la mano y la acomodó alrededor de su miembro, acompañándolo en las primeras subidas y bajadas, Kihyun se quejó. 

— Ah... Aprietas muy fuerte. — susurró pero intentó hacerlo, estaba frustrado porque no podía y a Wonho le dio risa verlo bajar al suelo para tener mejor ángulo. Le miraba curioso, no estaba sintiendo demasiado, pero la vista era bonita.

— No con los dedos, con toda la palma. Deberías saberlo, ¿no te masturbas?— Kihyun subió la cabeza para verle y estaba rojo como una furia.

— Disculpa pero yo me puedo enroscar la mano entera y no tengo que hacer flexibilidad manual para poder agarrarme el puto bulto. — su entonación era de insulto, pero Wonho solo logró reírse mostrando todos los dientes, aplaudió y negó divertido. Enseguida volvió a ayudarlo con la mano.

— Ayúdate con la lengua y los labios... ¿Sí? — le susurró con la sonrisa en el rostro y enseguida Kihyun se acercó, lamiendo despacio, su rostro estaba completamente rojo y en un ataque desesperado para que el mini Wonho no se duerma lo agarró con ambas manos y lo bombeo con fuerzas, casi violento. Hoseok se retorció y dejó salir un jadeo. El esfuerzo dio sus frutos y Kihyun empezó a hacerlo así, intercalándolo con lamidas y pequeñas succiones que le intimidaban. Estaba avergonzado e igualmente excitado.

— Y-ya casi. — el pelinegro sujetó los cabellos ajenos, muy cuidadosa pero firmemente. Cómo sosteniéndose de allí, segundos más tarde toda su semilla cayó entre las mejillas y los dedos del menor. Dejó salir un gemido ronco y se desmoronó en el sillón, agitado.

— Lo hiciste muy delicioso. Ven, te daré amor yo también. — la palabra hizo que Kihyun llorara. Así como así empezó a llorar, en automático, pero Wonho no estaba dispuesto a dejarse arruinar el momento, le sujetó con fuerzas de la nuca, casi obligándolo y lo apoyó en el sillón, enseguida le bajó los pantalones y le hizo reaccionar.

— Amo, no llore cuando se la estoy por chupar. A menos que sea de placer. — le besó la mejilla y notó el reluciente pene que estaba allí alzado, lo tomó entre manos y lo empezó a bombear. Un rato después lo tenia en su boca.

— W-wonho... mrg. Ahí. — apuntó con un dedito a un rincón. Había una bolsa de cartón. Hoseok alzó la vista mientras pasaba la lengua por todo su glande, succionándolo luego. Le dejó un sonoro beso a su miembro y se separó para ir a donde le indicaban. Kihyun escondió la cara, seguía con las piernas estiradas porque el esclavo se había movido con un tobillo en la mano, como si supiera que en cualquier momento el otro podía escaparse. Se escuchó una risita que parecía el sonido de un conejo.

— Gracias amo, son perfectos. — le sonrió y besó el talón que tenía en la mano acercándose con la bolsa. Enseguida cambió la posición del chico, sentándolo para poder ponerse entre sus piernas, arrodillándose, entraba un poco ajustado, con las rodillas ajenas sobre sus hombros. Pero así tenía mejor vista. Tomó una botella de lubricante y vertió gotas en la punta del miembro ajeno cada una caía fría ahí y se deslizaba caliente por los bordes. Wonho se dedicó a untarlo por todos los otros rincones. Bajó un poco más y lamió sus testículos, siguió bajando y mordió un borde de su nalga. Kihyun gritó y se agarró a la tela del sillón.

— ¿Puedo usar esto? Es chiquitito. — el chico se alzó y negó con fuerzas, Wonho tenía en sus manos un vibrador pequeño pero que se movía para todos lados en su mano, le hacían cosquillas.

— ¡Nnnoo! Me duele. Hoy no. — su sentencia fue suficiente para hacer que el esclavo bufe y chille pero se vengó metiéndose todo el miembro a su boca, lo succionó hasta que no quedó aire, disfrutó el sabor y lo dejo caer. El castaño claro gimió agudo y tan bien que Wonho se excitó otra vez, se relamió los labios y volvió a chupar con más ganas, en un instante sintió el movimiento en su extensión y volvió a meterlo para lamer mejor. Los bracitos de Kihyun empezaban a tironearle y golpearle pero no se movió, esperó atentamente y tragó hasta la última gota, era completamente delicioso y eso le preocupó. Mordió el costado y sonrió, mirando fijamente a los ojos al pequeño chico. Estaba rojo y jadeaba, completamente exaltado.

— Eres hermoso. En serio, me encantas. Déjame hacértelo otra vez. — No tardó en subírsele arriba, acorralándolo con su cuerpo. Kihyun le miraba sorprendido pero negó un par de veces.

— Nos va a doler más que ayer... y la comida se me pone fea. — con las manos intentaba poner distancia entre sus pechos, gimoteando al tiempo que temblaba, tratando de contener la situación.

— ¿Mañana? — Wonho preguntó expectante y le besó la mejilla, separándose un poco. Kihyun salió corriendo, bah, solo un paso porque se trastabilló con sus pantalones. Wonho se acercó, riendo mientras le ayudaba. Apenas tuvo ropa volvió a corretear a la cocina. Por su lado el esclavo se quedó en el sillón, con las piernas estiradas mientras se relamía los labios y dedos.

— ¡Te vas a lavar las manos ahora! ¡Ya! ¡Ya! Y la boca. Cepíllate los dientes. Ahora Wonho, ¡ahora! — El castaño entró en crisis de gritos y le ordenó apuntándole una y otra vez. Wonho le miró alzando las cejas y se levantó.

— Estaba rico, estoy yendo amo, no se desespere. — claramente le tomaba el pelo, pero sí se levanto a limpiarse, en unos minutos volvió y se sentó en una silla. Le miraba expectante, con el mentón sobre sus palmas.

— ¿Te ayudo? — su pelito se movió a todos lados negando y Wonho se dejó reír.

— ¿Estas enojado? — la misma acción, pero ahora se estaba moviendo a acomodar los platos y los vasos.

— Vi una cerveza ayer. ¿Puedo tomar? — la misma acción pero al revés, le asentía. Wonho sonrió y la fue a buscar, besándole la mejilla de pasada. Luego de quince minutos estaban ambos sentados, comiendo. Wonho tomaba sorbos contento y Kihyun movía los pies haciéndolos sonar otra vez, hizo que el peli negro alzara la mirada.

— ¿Qué tienes? Esto esta rico, ¿me cocinarás ramen algún día? —

— Te gusta mucho eso. Sí, luego te haré, hoy ya no. Dime, Wonho... ¿Qué estabas mirando ayer en mi celular? — Kihyun movía las manos, estirando el mantel con los deditos, no parecía querer preguntar, como si alguien le hubiese obligado. Hoseok alzó los ojos para verle un momento y siguió comiendo, asintiendo para empezar a tragar y disponerse a responder. No tenía ni puta idea de qué decir.

Ahora quiero empezar otro fic y no sé si Kiho o de otra pareja. ¿Opciones? Todo me gusta(?) que sea de monsta jajaja menos cosas de Min, a él solo lo veo conmigo 🤔😟

Te compro, te tengo [Kiho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora