Casi cuatro años pasaron desde que Kihyun se aferró a comprar un esclavo, desde ese momento no se cansó de él ni un solo día. Había conocido a Hoseok cuando el chico estaba en las garras de su madre. Una mujer hermosa, Kihyun se parecía a ella en cada rasgo, pequeña y dulce, con la mirada más tierna del mundo. Pero mucho más cruel y despiadada de lo que el propio Kihyun podía ser o imaginar. Y eso que era habitual escuchar que era un pequeño demonio. Pero su madre estaba cubierta en capas y capas de falsedad, tantas que ni su propio hijo las distinguía. Había comprado un esclavo por la supuesta tristeza de la separación con su padre. Kihyun había visto al chico de lejos, era hermoso y fuerte y alto. Su familia no era en absoluto unida, por lo que nadie sabía lo que hacía el otro y tampoco se preocupaban por ello. Vivían en sus burbujas separadas.
A Kihyun le había golpeado mucho su la inalcanzable hermosura del peli blanco, pero nunca hizo nada, era de su madre. Pelear contra ella era meterse en las garras de un depredador y eso sí lo sabía, no por nada eran millonarios. Él había empezado su propia empresa sin siquiera consultar y no había nada como matrimonios arreglados, se valían por la mente y el talento.
Como fuese, pasaron varios meses y pronto el único hijo de la mujer dejó de ver al esclavo en la casa. Nunca jamás se había dejado ver por el rubio, pero siempre lo observaba desde lejos y escondido, le tomaba fotos cuando podía, se sentía como esos paparazzis molestos, pero no podía evitarlo.Cuando el esclavo dejó de estar en la casa el chico había preguntado donde se hallaba y la madre le dijo que le había comprado una casa para que estuviese contento con ella, realmente él pensaba que tener un esclavo era sumamente genial. Intentó no darle importancia al asunto, aunque su rostro y su sonrisa se le seguía apareciendo en todo momento.
Luego de unos meses Kihyun volvía a la casa después de haber estado en el extranjero. Cuando estaba caminando para el gran apartamento, lo vio. Era el mismo esclavo que le había fascinado, solo que ahora estaba con muy poca ropa, despeinado y agitado. También estaba demasiado flaco, completamente destruido y moretonado pero Kihyun solo pudo notar sus ojos llenos de rabia, fue lo único que notó su mente, lo único con lo que se quedó. Se lo chocó de frente y cayó al suelo como una roca. Tartamudeaba, hablaba rápido, dijo mil cosas sin pensarlas y enseguida empujó al pequeño chico, sin mirarlo ni una vez, literalmente no lo había visto, como si tuviese miedo de todo a su alrededor. Siguió corriendo con los ojos cerrados como si su vida dependiera de ello. Para menor nada tenía mucho sentido y fue al departamento algo asustado para saber que pasaba, en ese momento vio a su madre llamando por teléfono, gritaba y gritaba y empezaba a llorar. Parecía haber enloquecido en esos últimos meses. Después de eso fueron días muy grises, casi negros. Años mas tarde su madre se suicidó.
Lo único que se supo es que el esclavo había sido capturado luego de días de haber escapado. Lo habían querido devolver pero la mujer ya no lo quería. Se suponía que a esos esclavos los mataban, simplemente por no cumplir con su trabajo. Y eso creyó Kihyun y sufrió de pensarlo, le buscó por todos los medios para que no sucediera y usó todos los recursos que tenía, le torturaba la idea de que la persona más hermosa y de rostro dulce que había visto en su vida ahora estuviese siendo comida por los gusanos. Incluso luego de la muerte de su madre no sentía rencor por el chico. Sentía miedo sí, pero no rencor, él lo seguía deseando para sí mismo. Se había obsesionado de la manera más horrible que existía. Y nunca paró de buscarlo, incluso cuando decidió comprar a alguien que lo complaciera su cabeza siempre recordaba al chico de la sonrisa blanca y chistosa, de ojos grandes y profundos.
Cuatro años después de la última vez que lo vio se lo encontró, hermoso y resplandeciente en una nueva y final venta. Kihyun había ido con la idea de tener un esclavo como su madre, para no tener que sufrir sobre su sexualidad y no preocuparse por nada. Después de todo sabía que no era normal que se escaparan, nunca había pasado antes. Y nunca nadie le dijo por qué había pasado en el caso de su madre. Él seguía sufriendo por el chico, quien se había nombrado a sí mismo 'Shin Hoseok'.
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Te compro, te tengo [Kiho]
FanfictionWonho fue criado como un esclavo que sirve en todos los aspectos desde que tiene memoria, Kihyun es el dueño de una empresa de video juegos que tiene trastornos compulsivos y baja autoestima. Él decide comprar un esclavo para esconder su condición s...