No me quedaré atrás +18

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Wonho se quedó pensando en la pregunta durante días. ¿Podía? Claro que sí, ¿cómo no iba a poder? Era un humano después de todo. Pero le parecía un sentimiento raro e inalcanzable. ¿Amar a su amo? Eso era algo que no se hacía, algo prohibido y en realidad no creía saber cuál era el significado de la palabra amor. ¿Qué hacía las cosas diferentes con lo que tenían ahora? Wonho buscó el significado en internet y se encontró con cosas raras a las que no le encontraba el sentido. Kihyun había estado ocupado toda esa semana y solo le veía a la noche cuando volvía para comer y dormir. No le había vuelto a llevar al trabajo y el esclavo tampoco preguntó, tenía miedo de seguir 'estresándolo'. Para el viernes que terminaba la semana un aburridisimo Hoseok estaba en el suelo de la entrada jugando con su celular, intentando atrapar un pokemon. No se dio cuenta que abrieron la puerta y le agarraron moviéndose a los lados con los brazos estirados.

— ¿Wonho? — la voz suave de Kihyun sacó al pelinegro de su juego y enseguida lo dejo en el suelo para levantarse e ir corriendo al chico.

— ¡Kihyunnie! Es temprano. — pasó los labios por la mejilla y el cuello ajeno, abrazando su pequeño cuerpo una vez más.

— Hoy hay un festival, ¿quieres ir? — el pequeño chico había levantado una mano para acariciar los cabellos ajenos, eran suaves y hermosos. Se sonrojó por el pensamiento y se lo quedó mirando atontado.

— ¿Podemos ir? Nunca fui a un festival. ¿De qué es? Sería divertido. — a Wonho le gustaba cualquier cosa que se relacionara con salir de la casa, así que no objetó demasiado. Abrazó al pequeño por la cintura y lo alzó del suelo para cargárselo.

— ¿Podemos hacerlo antes de ir? — las manos del castaño estaban sobre los hombros del peli negro, tratando de sostenerse con algo de miedo, enseguida se abrazó al sentir el agarre flojo y dejó salir un grito cuando se sintió caer, pasando las piernas alrededor de su cintura. Wonho reía graciosamente.

— Te estaba sosteniendo en verdad, pero así me gusta. — pasó las manos por sus nalgas, apretándole más a su pecho, Kihyun despidió un quejido frustrado.

— ¡No juegues con mi cuerpo! — el esclavo pasó los labios por su cuello y negó. — Es que es muy chiquito. — le llevaba a la habitación paso a paso, acariciando su espalda y nuca. A decir verdad el castaño disfrutaba cada caricia y se acurrucó en él cuanto pudo hasta notar que la cama estaba en su espalda y el chico en su frente, haciéndole el relleno del sandwich. Abrió los ojos grande y se movió a todos lados.

— Espera. Espera. Nunca dije que sí. ¡Ah! Wonho detente.— había estado tan ensimismado en disfrutar los mimos que no había notado que el mas alto estaba desnudo y le había sacado la remera y desabrochado el pantalón. El peli negro le sonrió de lado a lado y alzo los hombros y manos como si no supiera que había pasado. 

—Solo una vez. Hace mas de una semana. —pidió enseguida besando su frente y mejillas. Kihyun intentó levantarse y sintió el peso del chico en sus huesos, dejó salir un quejido frustrado. Siempre odiaba ser tan pequeño pero ahora que no podía moverse lo odiaba un poco más.

— Una vez. Dime que sí. — el susurro fue suave en su oreja, como besos recorriéndole por dentro. Cerró los ojos y mordió sus labios para no gemir. 

— Una... se va a hacer tarde. — solo la primer palabra bastó para que el peli negro terminara de desvestirlo. Le alzó y enseguida tenía un pequeño cuerpo sentado sobre su regazo y repartía besos por su pecho, mordiendo de a poco sus pezones. Kihyun le miraba curioso y le detuvo un momento para poder con los dedos temblorosos pasar las yemas por su pecho y recorrer sus músculos, Hoseok le miró y sonrió de lado.

Te compro, te tengo [Kiho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora