Que sepa el mundo

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Cuando bajaron del auto había lucecitas por todos lados y hermosos colores en cada esquina. Wonho tenía los ojos impresionantemente abiertos y la sonrisa que le llenaba por completo el rostro. Kihyun mantenía su buena postura de oler mierda y solo bufaba enojado, no había perdonado que no esperaran a que Wonho se cambiara las ropas, aún así el pelirojo pasaba la mano por los hombros del pequeño chico, riéndose y mirando luego al chico alto y morocho a su lado.

— ¿Los demás venían? Oh, comamos eso, se ve delicioso. — apuntó un puesto de comida y salió disparando, había bastante gente pero no tanta como Kihyun había pensado. El peli negro se mantenía a su lado pero no le miraba, estaba realmente ocupado en mirar absolutamente todo a su alrededor.

— Amo, ¿puedes comprarme eso? —apuntó una cometa brillante de varios colores que estaba junto a muchas otras en un puesto de la feria. Kihyun le miró curioso y asintió, caminando junto a él al lugar. La mirada del pequeño chico estaba enfocada en su esclavo, su sonrisa era tan hermosa, parecía ser tan sincera. Se preguntaba tantas cosas y a su vez no quería saber las respuestas. Enseguida le entregó el juego y el chico le sonrió con los dientes escondidos formando hoyuelos en sus mejillas y se acercó a besarle la mejilla.

— Gracias. ¿No te gusta? — Kihyun se sonrojó y miró hacia abajo un momento, sus amigos estaban en el puesto de al lado pero sentía sus miradas. 

— Sí, es lindo. No te separes, ¿sí? — Wonho le asintió enseguida y le siguió mientras dejaba que el cometa se estirara para verlo volar más arriba, se carcajeaba cuando golpeaba con otros cometas, pero mantenía la vista en su pequeño dueño para no preocuparlo. Estuvieron caminando un rato, el pelirrojo ya tenía montones de bolsas que Shownu llevaba molesto y Kihyun le había dado de probar varias cosas que habían ido comprando en el camino, Hoseok disfrutaba cada bocado y le sonreía dulcemente haciendo que las mejillas del pequeño chico se pusieran rojas cada vez. El castaño estaba enojado por todas las miradas que se llevaba su esclavo, era suyo e incluso con los pelos negros llamaba la atención escandalosamente. Pero como nadie le prestaba atención Kihyun intentaba disimularlo, fallaba enormemente, todos se habían dado cuenta de sus irracionales celos.

Después de un rato terminaron sentándose en las mesas de adentro de un restaurante, el otoño estaba a mitad de terminarse por lo que hacia un poco de frío fuera y la calidez del lugar hizo que todos se pongan cómodos, Hoseok se sacó la campera con mucha calma, los ojos de Kihyun le perforaron como balas y al sentirlo le buscó la mirada y se quedo helado, tenía ese rostro que daba miedo, el mismo que ponía cuando quería apretar los botones del aparato. Wonho no respiró y se quedó estático en el lugar.

— ¡Yoo! Despierta, ya vimos que es muy sensual y todo. Pero estas armando una escena. — Minhyuk le sacudió y el castaño frunció el entrecejo y miró la mesa, el peli negro seguía sin poder moverse y fue la mano pesada de Shownu contra su hombro la que lo movió. Tembló un segundo y se sentó lentamente al lado de su dueño. Como un efecto correlativo acercó la cabeza al cuello pequeño ajeno y apoyó los labios en su hombro.

— No se qué hice pero perdón, no me mires así. — sus manos habían agarrado las ropas del pequeño chico y éste estaba completamente rojo, negando sutilmente.

— No hiciste nada malo... Tu camisa es tan suelta que... q-que se te pega y... y esas chicas se dieron vuelta. — estaba rojo y se sentía llorar, las lágrimas casi le desbordaban, por suerte se vieron interrumpidos por varias personas que empezaron a llegar a la mesa y saludar a los presentes, Wonho se fue separando apenas un poco y Kihyun retomó la compostura, saludando uno a uno a los que llegaban. Media hora más tarde estaban comiendo mucha carne y verduras. El peli negro le daba grandes trozos en la boca al menor y este los aceptaba y los bajaba con cerveza y soju. Wonho no probaba una gota de alcohol. Un chico que parecía no tener ojos le hablaba cada tanto ofreciéndole. Escuchaba conversaciones sobre raperos y música por lo que metía bocados en la conversación y los demás parecían aceptarlo y hablar con él. Algo cálido se sintió en su pecho cuando sus opiniones eran tomadas en cuenta y bajó la vista sin poder contener una sonrisa apenada. Kihyun la vio y sonrió, acercándose a acariciarle la mejilla un poco.

— Abre la boca. — le dijo y Wonho le miró algo asombrado e involuntariamente hizo caso, pero sus ojos no entendían por qué la orden. Enseguida tuvo una pedazo de carne con lechuga envuelta, sus ojos se relajaron un instante y le sonrió masticando. La mayoría de ellos ya estaban bromeando pesadamente por la borrachera, Wonho estaba jugando con un trompo que había logrado que le compren sobre la mesa. Enseguida sintió un dedo en su hombro y levantó la vista, el chico que parecía tener lineas en vez de ojos le llamaba, estaba sentado frente a él. Dejó el trompo y le miró curioso, Kihyun a su lado hablaba con el pelirrojo cuchicheando.

— ¿Eres el novio de Kihyun-ah? — los ojos del chico se pusieron como dos faroles gigantes y perturbados. ¿Qué se supone que tenía que decir?

— Eh... ¿tú quién eres? — solo pudo responder con otra pregunta, esperando que el chico a su lado le prestara atención lo antes posible. Jooheon pestañeó un poco por suerte el chico que estaba al otro lado de Hoseok notó la situación, era el médico de la otra vez.

— Hyung, no molestes al amigo de mi otro hyung. Lo harás sentir mal. Lo siento él es Jooheon. No le hagas caso. — Wonho le miraba con calma y el de los ojos chiquitos empezó a chillarle al otro chico y empezaron una discusión que parecía graciosa, pero el esclavo solo se quedo callado y volvió a hacer girar en trompo en la mesa, agarrando con los palillos pedazos de carne que todavía quedaban y nadie comía por estar ocupados bebiendo. Un rato más tarde Kihyun se volteó para ver que el peli negro estuviese allí. Le miró con una sonrisa a medias y acarició sus cabellos con cuidado, le respondieron con una sonrisa mucho mas grande y dulce.

— ¿Volviste a tomar mucho? — preguntó curioso y movió un poco la cabeza cuando el chico se acercó a besarle.

— Si hicieras eso más seguido me haría feliz, pero acá no me dejas. Hablabas mucho con ese chico, te pone ideas raras . — Hoseok le bromeaba sujetando a un inquieto Kihyun que se removía a todos lados para abrazarlo y besarlo, parecía que era algo habitual cuando se embriagaba.

— Te gusta el alcohol. ¿Por qué no tomas cuando estamos afuera? — su voz era dulce y melodiosa, Wonho le dedicó una sonrisa muy amplia.

— Para poder ayudarte y no ocasionaste problemas. Para no molestarte y no hacer nada tonto o que te haga asustar. — intentaba decirlo suave, muy bajito pero sentía la mirada del chico de en frente penetrándole.

— No quiero ocultarte a ti. Quiero que todo el mundo sepa que eres mío. — Al pequeño chico se le caían las lágrimas y Hoseok no pudo reaccionar rápido para limpiarlas, enseguida los demás lo notaron y ya estaban rodeándole y separándole de sus brazos. Wonho quizo decirles que alejen sus putas y sucias manos de él, pero estaba estático con la vista clavada en su pequeño dueño que había hecho a su corazón latir de maneras extrañas y a su vientre sentir un dolor dulce. Pronto la feliz noche se terminó y pareció como volver al pasado porque estaban otra vez solos frente a la puerta de entrada, solo que esa vez Kihyun le abrazaba por el cuello y Wonho no tenía ni puta idea de donde estaba parado en el mundo, todo le giraba y no, no había bebido absolutamente nada.


Quiero que se enamoren y tengan hijos 🤧🤧🤧

Te compro, te tengo [Kiho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora