He estado incómoda por semanas.
Inquieta ante la noción de que sé lo que va a pasar y no lo sé al mismo tiempo. Rogando que el mal tiempo, la mala predisposición de los recurrentes o un milagro impida el Baile de Despedida. Hace un tiempo atrás, cuando no tenía idea de que La Guardia Escarlata estaba metida en el palacio, pensar en el baile era todo lo que me mantenía cuerda. Saber que con esa última noche yo partiría hacia otro lugar; Delphie, Harboy Bay, El Obturador. Cualquier lugar lejos de la corte, lejos de Evangeline, lejos de Cal.
¿Ahora? El sólo pensamiento me estremece. Soy una bola de nervios a punto de explotar y no creo que ni el principito ni su amante roja se hayan dado cuenta de lo que sé sobre aquella noche.
El telqui es víctima indirecta de mis nervios. Él mismo se presentó de voluntario para luchar en la arena contra mí esta mañana y no he sido indulgente con él de ninguna forma.
- ¿Estás cabreada? – arremete.
- No – lo golpeo en el estómago.
- Me parece que sí.
Responde con un puño en la garganta que me deja sin aliento y me levanta por piernas y brazos para luego dejarme caer sobre mi espalda. El dolor me atraviesa como electricidad por los nervios. Suspiro por un breve momento antes de moverme para esquivar el puño que Theo quiere conectar con mi cara. Sonríe porque está satisfecho consigo mismo.
- No seas blando – comento.
Me arrojo sobre él en un torbellino de puños que descargo sobre su espalda. Él se retuerce hasta voltear y tomarme de los tobillos para hacerme caer otra vez sobre mi trasero.
- Tú estás siento blanda – su sonrisa se extiende por la longitud de su cara. Maldito Telqui, pienso - ¿Qué pasó con la mujer que da todo de sí en los entrenamientos? ¿Eh? ¿Por qué no está aquí hoy? Es porque no soy Cal ¿Cierto?
- No, eres Theo y un dolor en el trasero.
Me levanto sobre los codos pero me quedo tirada en el piso.
- El trasero te duele porque no has dejado de caerte sobre él, no es mi culpa.
Rio ante el comentario y me tomo la costilla porque alguno de los golpes del telqui seguramente me ha hecho un moretón.
En ese instante los demás entran al salón de entrenamiento demasiado entusiasmados. Se ponen a calentar, dar vueltas, hacer flexiones. Sé porqué y no tengo ganas de ser parte de eso. Mi cara de disgusto seguramente se ve porque lo próximo que sé es que Theo tironea de mi brazo para levantarme y dice:
- No querrás que Arven te encuentre sobre la arena lista para entrenar ¿no?
- Antes muerta.
El telqui es la única compañía que disfruto últimamente. Porque estar con Cal me pone nerviosa, siento que en cualquier momento voy a soltar toda la información que guardo. Asique con Theo todo es demasiado relajado, como si perteneciera estando cerca de él. Esa noción me gusta y no me gusta al mismo tiempo.
Arven ingresa al salón.
- Tirana – murmura. La ninfa salta de su asiento en tanto él recorre la multitud una vez con la mirada – Príncipe Maven, por favor.
Ambos se acercan y quedan parados uno al lado del otro en tanto Theo modifica la habitación para crear la arena que utilizamos para entrenar habilidades. Un cilindro de acrílico es lo único que separa la lucha del exterior. Tirana y Maven se preparan juntando sus habilidades alrededor de ellos como si en efecto fueran escudos.
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Corona de Fuego - Una historia de Reina Roja
FanficFanfic de Reina Roja por Victoria Aveyard. Laralea Mirena es hija de la casa Gamora, que a diferencia del plateado común puede utilizar varias habilidades. Son telquis, raudos, colosos, magentrones, susurros, olvidos, silencios, guardafloras, ninfos...