No tienes derecho sobre las decisiones de Cal, me digo a mí misma y lo repito de camino a mi habitación como si fuera un cántico ¿Por qué eres así, Lara? ¿Qué ganas enojándote con él? Pero como ya he dicho, no soy una persona muy "racional". Lo que es correcto hacer me cae en la cabeza mucho tiempo después de haber metido la pata.
Tengo muchas cosas por las que estar agradecida y sin embargo... sin embargo todo parece ir en picada cuando no estoy con el maldito príncipe heredero ¿Qué me pasó? ¿Desde cuándo soy así? No tengo respuesta. Creo que nunca tendré respuesta para nada de lo que siento por Cal.
Me desabrocho el saco y suelto mi cabello. Siento que me ahogo.
¿Estoy segura de que lo quiero dejar ir? ¿Quiero que vaya al Obturador para tal vez jamás volver? No, quiero que vuelva. Quiero que Cal viva y sea feliz, aunque eso implique que no sea conmigo. Quiero que él tenga la vida que yo nunca pude.
Escucho pasos suaves que vienen detrás de mí. Pasos que me arrancan de mi cadena de pensamientos y sin darle lugar a un respiro más ya estoy volteada apuntando a su frente con mi arma. El cañón es firme y frío, pero Theo no pestañea.
- Qué lindos recibimientos de tu parte. No sé si algún día me acostumbraré a tanta ternura.
- ¿Qué haces? – gruño.
- Siguiéndote ¿No es obvio?
- Sí, pero por qué...
- Me encanta que me apunten con una pistola en la cabeza ¿Nunca te lo dije?
- Theo...
Vuelvo a guardar el arma en la funda de mi cadera y me volteo para seguir caminando. El telqui me sigue los pasos de cerca.
- Es hermoso, la verdad, sentirse perseguida por ti, Theo. No sé cómo estuve tantos años sin esto.
- Ya quisieras que te estuviera persiguiendo.
- ¿Entonces?
- Estoy yendo a mi habitación... ¿Eres dueña de los pasillos?
- Es tarde para que estés dando vueltas.
Levanta una ceja y se detiene en tanto intenta escribir en el aire la frase tácita "¿y tú qué haces?"
- No estoy de humor, Provos.
- Nunca lo estás, no es como si me sorprendiera.
- Lo dices como si fuera una malhumorada.
- Lo eres – pasa un brazo por mi cuello, camina a mi lado – Eres la persona más gruñona y malhumorada que conozco (y eso que conozco a tu padre) y no sé porqué... pero me gustas.
Las últimas dos palabras se anclan en mi pecho e intento disimular mi sonrojo. Espero que el pasillo esté lo suficientemente a oscuras como para no dejarle al telqui verme con claridad.
- No seas payaso.
- ¿Sabes qué es lo más divertido de todo esto? Que es la verdad.
Lo empujo con los brazos para zafarme de él pero no se aleja, aunque retira el brazo de mi cuello no deja de caminar a mi lado. No dice nada por los siguientes minutos pero tampoco deja de sonreír.
- ¿Qué te causa tanta gracia?
Sacude la cabeza. Sigue sin hablar y sonriendo. Pienso que tal vez le patee todos los dientes para ver si dejar de sonreír. Telqui tedioso.
![](https://img.wattpad.com/cover/109627703-288-k295873.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Corona de Fuego - Una historia de Reina Roja
Fiksi PenggemarFanfic de Reina Roja por Victoria Aveyard. Laralea Mirena es hija de la casa Gamora, que a diferencia del plateado común puede utilizar varias habilidades. Son telquis, raudos, colosos, magentrones, susurros, olvidos, silencios, guardafloras, ninfos...