27 de septiembre, 2014

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27 de septiembre, 2014

Querido diario:

Aun siendo una adolescente en su juventud las responsabilidades de caen sobre mis hombros, una tras otra.

La salud de Elise empeora por momentos, a pesar de mis esfuerzos por cuidarla. Me niego abandonarlas después de todo, pues Sparkle  —a pesar de ser una elfina eficiente—, no podría cuidar de ella como es debido. Según lo que leí, su precario estado de salud se debe a una maldición sanguínea que se remonta a los tiempos de su tatarabuelo Maximus Greengrass, he tenido que utilizar los métodos convencionales muggles para intentar sanarla, dado que no he podido hacer gran cosa con  la magia.

 Por fin he desvelado una parte importante de la profecía, tengo claro que Cedric forma parte de ella pero no entiendo de qué manera lo hace. Al menos sé que debo salvarle de su muerte en el torneo, y en cuanto descifre la segunda parte podré cumplir mi destino de una vez por todas. He pensado que Harry Potter podría ser el hijo no visto, pero se supone que sus padres fueron asesinados por mi propio padre.

 Eso es lo único que nos hace semejantes; ambos perdimos a nuestros progenitores aun siendo niños, pero aun así no me uniré a su causa. Me encargaré de hacer que se reúna con su querida familia de traidores a la sangre cono siempre tuvo que estar, muerto. 

Su existencia sólo perpetúa un legado de sangre mestiza que mancha la pureza de sangre de nuestros magos y brujas antepasados. Los nacidos de muggles o impuros suponen un problema para este valor que pocos respetan.

Pero en cuanto restaure el dominio del Señor Tenebroso yo reinaré a su derecha como siempre tuvo que ser.

Riddle's Memories. (#MAGICAWARDS2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora