17 de diciembre, 2014

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17 de diciembre, 2014

Querido diario:

En un día como hoy lo último que desearía es escribir en mi estúpido diario, ¿pero quien sino podría comprender mi frustración en estos momentos?

Hace apenas horas Elise cerró los párpados y se dejó llevar finalmente por la muerte frente a mis propios ojos, los ojos de una adolescente que había vivido entre mas desgracia. 

 Más que dolor siento un inmensa rabia consumiéndome; la muerte me había arrebatado a mis padres, y a mi única compañera durante meses, y ni siquiera pude hacer nada por ellos.

Me odio a mí misma por no haber podido hacer nada por Elise, y también odio a mi padrastro por haberse ido en un momento así.

Si él no se hubiera marchado, ella seguiría viva y recuperándose de una maldición sanguínea. No estoy segura de que la maldición tuviera cura, pero tal vez una poción... Ni siquiera él se había molestado en enseñarme el arte de las pociones, aun cuando había dominado toda clase de encantamientos, las artes oscuras, y me había convertido en una gran legeremente y oclumente.

Ahora que —muy a mi pesar— dispongo de tanto tiempo, podría dedicarme de lleno en aprender pociones; sin embargo tengo que ingeniar un plan de huida cuanto antes. Tan solo Elise me ataba a la mansión Lestrange, y en cuanto cumpla los diecisiete años tendré total libertad sobre mi vida.

No necesito pensar demasiado a dónde ir; estoy segura de que el viejo Amos Diggory me acogerá con gusto bajo los efectos de una maldición.

Riddle's Memories. (#MAGICAWARDS2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora