12 de mayo, 2013

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12 de mayo, 2013

Querido diario:

Libre; por fin soy libre, lejos del mugrosos orfanato donde pasé siete largos años de mi vida. De haberlo sabido antes de ser enviada allí, quizás habría optado por mantener mis poderes a raya con tal de permanecer en la mansión Rowle. Pero ahora, con la adrenalina a flor de piel cada vez que recuerdo que me he fugado, me arrepiento de cada momento en él que desee quedarme tanto en la mansión como en él orfanato.

En él momento en que nos teletransportamos a mi nuevo hogar, me sentí como un elfo doméstico con un calcetín entre sus manos.

Por otra parte, la mansión Lestrange es un digno lugar para vivir —a pesar de que su aspecto tanto interior como exterior refleje un deje de abandono—, quizás él lugar con elque tanto había soñado.

Estaba únicamente habitado por una elfina doméstica, Sparkle, o eso parecía, pues había alguien mas. Una mujer de joven, de quizás unos 30 años, de tez pálida y aspecto enfermizo que me fue presentada como Elise Lestrange. Quizás era hermana de Rodolphus, pero preferí no preguntar.

A pesar de su extraño sigilo y el constante ajetreo de la elfina, no existía mejor lugar.

En apenas meses había aprendido numerosas maldiciones y hechizos no verbales, un gran avance en las artes oscuras que pocos magos podían dominar. No estaba de más decir que soy una gran bruja como para tener quince años; quizás él hecho de ser hija de dos grandes magos contribuía a ello. También había aprendido él arte de la oclumancia y empecé a entrenarme como legeremente.

Pero aun no había llegado a las maldiciones imperdonables, que hacían honor a su nombre con una condena perpetua en Azkaban. Si aun no había intentado utilizarlas con una persona, no dudo que en un momento dado pueda hacerlo.

Para causar verdadero daño —tanto mental como corporal—, se necesitaba algo mas que un movimiento de varita. 

Necesitabas que tu voluntad estuviera movida por un fuerte deseo de causar daño por tu propio disfrute, y no simplemente por rabia. Yo contenía el odio necesario como para torturar y asesinar a cualquier persona, pero también tenia una persona a la que guardaba especial odio.

Harry James Potter, él niño que vivió a costa de la muerte de mi padre, era el causante de todo mi sufrimiento; y no dudaría en devolvérselo.

Riddle's Memories. (#MAGICAWARDS2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora