03 de enero, 2014

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03 de enero, 2014

Querido diario:

Resulta exasperante pasarse los días encerrada en la biblioteca a la luz de las velas en busca de respuestas, y mas cuando ni siquiera sabes donde buscar. A pesar de mi afán por la lectura y el conocimiento del mundo mágico, mis horas de sueño se han visto alteradas y resulta cansino; pero no pienso rendirme.

Cuando le conté a Rodolphus lo que sabía no parecía sorprendido, pues al parecer era conocedor de esa profecía incluso antes de mi nacimiento. Él no podía ofrecerme la respuesta, y Elise mucho menos. Ella permanece en la mansión desde que su marido Rabastan fue enviado a Azkaban —la prisión mas horrible en la que ninguno desearía perecer—, y no volvió a pronunciar palabra desde entonces.

Por esa razón la visito cada tarde, en un intento de rescatarla de su soledad en la habitación. Es agradable estar en su presencia, pues sobran las palabras estando a su lado.

No dejo de pensar que quizás este esperando el regreso de su esposo, lo cual es claramente improbable. Pocos salieron con vida de una condena perpetua en la prisión mejor asegurada que conozco; la esperanza de fugarse se desvaneció desde que los dementores, los seres horripilantes que la custodiaban, fueron sustituidos por autores.

Al menos los reclusos conservan su felicidad y toda la cordura que pueden mantener al estar ahí. 

Azkaban es un lugar donde residen los crímenes atroces, y quizás sea una de mis aspiraciones en cuanto cumpla mis deseos. El hecho de matar no me asusta en absoluto, es obvio que en mis planes entra matar a Potter y extinguir su legado de sangre mestiza de una vez por todas.

Esperaré por la oportunidad para destruirle, y entonces la oscuridad renacerá.

Riddle's Memories. (#MAGICAWARDS2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora