15 de mayo, 2010

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15 de mayo, 2010

Querido diario:

Cada vez que miro mi reflejo en la ventana los recuerdos me golpean fuertemente. No he dejado de pensar en ese sueño desde entonces, y las pesadillas habituales cesaron; en su lugar tan solo veía sus ojos, día tras día, y al pasar las noches se hizo costumbre.

Y después de tanto tiempo, le di cuenta de que sus ojos eran en realidad los míos.

Volví a hacerme ilusiones por primera vez en mucho tiempo, ¿existía la posibilidad de que ellos fueran mis padres? Por supuesto, estaba más viva que nunca en mi interior. 

Los parecidos eran obvios, desde luego. A pesar de que apenas comparta rasgos con él, tenía sus ojos y eso en parte me alegraba.

Pero al menos me gustaría saber sus nombres, los cuales Euphemia nunca mencionó.

Ella nunca fue mi familia, nunca nadie me importó lo suficiente como para serlo. Crecí sin familia, pero cuando ellos vuelvan todo cambiará. Si no regresan a por mí, entonces encontraré la forma de escapar de aquí y sobrevivir en el intento.

Aunque me cueste admitirlo, en él orfanato se nos mantiene en buenas condiciones, se nos alimenta y educa.

A pesar de que no asista a las clases programadas —a las cuales hay que acudir obligatoriamente como regla fundamental del lugar —, no me han faltado comida y libros.

La señora Figg ha estado haciendo mucho por mí todo este tiempo, pero no creo en los valores altruistas. 

Nadie ha mostrado jamás tanta amabilidad sin esperar recompensa, ni siquiera mis propios padres. A pesar de que sea ciertamente doloroso, no me permito llorar.

Llorar es para débiles, y yo no soy débil.

Riddle's Memories. (#MAGICAWARDS2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora