19 de julio, 2015

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19 de julio, 2015

Querido diario:

Ahora que ya logré la mayoría de edad resulta difícil resistir el impulso de volver atrás. Todos hablan de que los niños deberíamos vivir nuestra infancia al máximo, ya que nunca vuelve, pero creo que la mía nunca estuvo presente. Viviendo con los Rowle y en el orfanato tan solo aprendí la desgracia que supone existir, aun mas conociendo mi pasado. Tal vez el destino me hizo pagar todos los crímenes que mis padres cometieron.

En el hogar San Oswald no cambian mucho las cosas, pero es mucho mas satisfactorio. Estoy en contacto con la naturaleza en todo su esplendor, y aprovecho cualquier rato libre para perderme entre las fauces del bosque. 

Una semana atrás, mientras me escabullía entre la maleza, llegué a una explanada que era hasta entonces el lecho de una manada de thestrals. Leí sobre ellos en la guía de Scamander, y no me sorprendió verles con mis propios ojos; había presenciado la muerte de Elise, y eso solo me hizo preguntarme si realmente fue su muerte la que me hizo verlos o simplemente nunca antes los había tenido frente a mi. De cualquier modo, al instante conecté con ellos. Y así día tras día aprovecho cualquier ocasión para visitar la explanada con el fin de relacionarme con las majestuosas criaturas.

Gracias a ellas entendí que todos pensamos en la muerte como un hecho atroz y doloroso, cuando en realidad es algo frágil y maravilloso que merece ser tratado con sumo cuidado. Porque aunque la muerte me alcance, mi destino no será tan malo.

Riddle's Memories. (#MAGICAWARDS2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora