What am i to you? [NamJin]

Saturno🍭

A veces me sentía como en un sueño, sentía que todo esto era completamente irreal, como esta mañana que me levanté con el rayo de luz usual filtrándose por la cortina de mi habitación, los recuerdos de la hermosa noche en el parque de diversiones llegaron a mí haciéndome soltar una sonrisa boba. En mi mente seguí totalmente fresco el recuerdo de SeokJin bajo la luz de la luna en la rueda de la fortuna y mis manos en su cintura, el corazón se sentía cálido, SeokJin ahora era mi novio y eso me hacía demasiado feliz.

La noche anterior le había dejado en su casa, se veía extremadamente adorable cuando se despedía de mí, parecíamos un par de adolescentes temblando de nervios, MI chico sostenía el oso gigante entre sus brazos como si fuera el regalo más hermoso del mundo, él estaba en el marco de su puerta y yo en la entrada.- Muchas gracias Nam-. Me dijo un poco tímido, parte de su cabello castaño ocultaba ligeramente sus ojos, SeokJin era muy alto, tan solo unos centímetros menos que yo pero ahora lucía más pequeño. Alargué mi mano y tome su izquierda, de verdad amaba como la manga cubría sus nudillos, llevé su palma a mi mejilla posándola ahí y dejando un beso sobre su muñeca.- Gracias a ti, por aceptarme en tu vida, por aceptar ser mi chico-. Le dije con una sonrisa sincera y acaricie la mano que tomaba, sus mejillas se sonrojaron y se mordió un poco el labio.- Justo ahora me siento como si tuviera 16...-. Rio despacio y su tímida mirada se topó con la mía.- Supongo que eso es bueno-. Le susurre suavemente y di un paso adelante para estar más cerca de él, lo vi asentir despacio sin eliminar nuestro contacto visual.- Ya debo irme, Jinnie-. No sabía cómo despedirme de él...es decir le había besado más de una vez pero ahora tenía un poco de nervios... a decir verdad estaba bastante nervioso, no sabía cómo actuar con él sin arruinar las cosas ni hacerle pensar que quiero apresurar todo.

Solté un suspiro seguido de una risa.- No sé cómo actuar contigo-. Le dije sincero y levantó una ceja sonriendo.- ¿A qué te refieres, Nam?-. Acaricio mi mejilla con sus dedos suavemente.- Me pones demasiado nervioso y no sé qué hacer, estaba pensando en si te molestaría que te besara antes de irme-. Emitió una risa calmada y nerviosa.- Te entiendo, también me pones así-. Se acercó un pasó más rozando nuestros alientos.- No me molestaría-. Susurró de nuevo pero esta vez su voz acaricio mis labios haciéndome sonreír, liberé su muñeca y llevé ambas manos a su cintura estrechándola con cuidado, sentí un cosquilleo al primer toque de nuestros labios, tenía un sabor un poco dulce con un ligero y muy tenue sabor a fresa, casi podía saborear el algodón de azúcar rosado que había comido en el auto de regreso, mis labios atraparon los suyos moviéndose despacio, todo iba demasiado lento, demasiado dulce, atrapaba su inferior con cuidado y dejaba besos pequeños sin separarme de él, le sentí inclinarse ligeramente contra mí y su mano libre bajo despacio desde mi mejilla para sostenerse entre mi hombro y mi nuca dejando ligeras caricias con su pulgar, era un beso inocente pero profundo, ambos nos complementábamos como piezas de rompecabezas, de alguna forma sentía como si hubiese encontrado lo que tanto había buscado.

Rozo despacio su nariz con la mía antes de separarnos en un gesto lleno de afecto.-Buenas noches, Jinnie-. Un pequeño beso en la punta de su nariz y una ligera risa de su parte susurrando "Buenas noches, Nammie" fue lo último que supe antes de marcharme a casa.

Estaba completamente emocionado en mi habitación recordando el día anterior, ahora que SeokJin era mi novio por fin, mi energía parecía totalmente renovado, con total alegría fui hasta la ducha tomando un baño cálido y relajante. Era sábado pero tenía que recoger a mi hijo y después ir al trabajo; Mi bebé se había quedado con YeRin en casa de mis padres, ese era el favor que ella me haría, después de ponerme ropa formal para ir a la oficina tome mis llaves y conduje, no desayune pues YeRin me había pedido que la dejara de paso en una cafetería así que compraría mi propio desayuno ahí. YeRin me abrió la puerta con una sonrisa enorme y cómplice, le guiñé un ojo y me abrazo.- ¿Cómo te fue anoche?-. Me susurró entre el abrazo.- Te cuento en el camino-. Con una sonrisa nos separamos y ambos caminamos hasta la cocina, mi madre estaba de pie frente a la estufa y mi hijo estaba terminando su desayuno sentado en la mesa, en cuanto me vio entrar una enorme sonrisa se posó en sus labios haciendo notar sus lindos hoyuelos.- ¡Papi!-. Me acerqué hasta él y lo tomé en brazos.- Hola bebé-. Lo abrace acariciando su cabello y sus bracitos me rodearon el cuello.- ¡Te extrañe, papi!-. Camine con él en brazos y deposite un beso en la mejilla de mi madre, recibiendo una sonrisa de su parte.- ¿Ah sí?, ¿Qué tanto?-. Se separó de mi cuello y abrió los brazos extendiéndolos a los lados hasta donde pudo.- Así de mucho papi-. Solté una risa enternecida de sus acciones.- Yo también te extrañe así de mucho, bebé, hoy iras conmigo al trabajo un ratito y después iremos a pasear-. Pude notar su emoción mientras se movía inquieto entre mis brazos.