What am i to you? [NamJin]

How long till your surrender?

3/3 🐻

Colores brillantes en las carpas, personas de un lado a otro, música de feria por doquier, todo pudo ser visto en cuanto aparqué el auto t abrí su puerta ofreciéndole mi mano, una maquina con un genio que "adivina el futuro" estaba en la entrada y los ojitos curiosos de Jin viajaban por todos lados.- ¿Una feria?-. Me miró sonriente y asentí.- Si, la más grande de Seúl-. Extendí mi mano libre hacía él y luego al camino indicándole que entráramos.- ¿Vamos, príncipe?-. Me regaló una suave risa y asintió caminando a mi lado tomados de la mano hasta llegar a la entrada.

Una taquilla con aspecto antiguo pero muy bien cuidada con decoraciones de los 80's daba la bienvenida al lugar, tan pronto como pagué pudimos entrar a la feria siendo recibidos por una multitud de juegos típicos de cualquier lugar similar que se desplegaban a los laterales, el lugar era enorme, ni si quiera podía ver el final.

Personajes en zancos se paseaban por todo el terreno obsequiando pequeñas cosas como globos o collares de cuentas falsas, todo era un equilibrio entre lo moderno, lo circense y lo antiguo, era a su vez una especie de carnaval, bailarines iban y venían moviendo las caderas ágilmente alrededor de las personas y batiendo sus vestuarios al ritmo de la música ambiental del lugar, todo era impresionante.

SeokJin tenía la boca abierta con sorpresa mientras caminábamos y no era para menos pues el lugar era espectacular para ambos.- No puedo ser un príncipe-. Dijo de repente mirándome con una pequeña sonrisa amenazando en sus labios.- ¿Por qué?-. Le pregunté un poco confundido sin detener nuestros pasos, ahora nuestras manos unidas se balanceaban ligeramente de un lado a otro de forma juguetona.- Si esto fuese un cuento de hadas, tú serias el príncipe y yo la princesa-. Se encogió de hombros casual y sonriente, me reí un poco con ternura.- Entonces, ¿no te molestaría que te diga princesa?-. Negó moviendo su cabeza de un lado a otro haciendo agitar su cabello castaño, en medio del camino jalé un poco de su mano atrayéndole a mi pecho.- Muy bien, princesa-. Susurré en su oído y sus brazos terminaron tímidos en mi cintura correspondiendo el abrazo.

Después de permanecer abrazados un rato le llevé emocionado hasta los puestos de juegos, comencé a fanfarronear sobre lo increíblemente bueno que era para tirar con la pelota, pero por supuesto él ya lo sabía, él conocía todo de mí. Abrazándole por los hombros escogimos el lugar donde jugaríamos pues todo era demasiado genial, pagué para que él comenzara, el objetivo era simple tan solo había que lanzar una pelota y tumbar algunas cuantas latas apiladas, si lograbas tirarlas a la primera podías escoger el premio, si lo lograbas a la segunda tus posibilidades y el tamaño era menor y claro que al tirarlas con la tercera el premio era casi nulo. Una fila de enormes peluches se encontraba detrás, algunos otros de menor tamaño se encontraban abajo en la espera de ser escogidos.

SeokJin se posiciono en la línea que le indicaron y lanzo un tiro nada certero que termino golpeando la mesa, una profunda carcajada salió de mí y me fulminó con la mirada, callé de inmediato y puse ambas palmas frente a mí en señal de paz. Se preparó para el segundo tiro que también fue erróneo, esta vez mis labios se convirtieron en una línea apretada y temblorosa tratando de retener la risa que me amenazaba con salir, me miro de nuevo arqueando una ceja.- NamJoon, eres un idiota-. Dijo juguetón y no pude más, exploté en risas abrazando mi estómago, le vi suspirar derrotado y reírse también.- Ya, ya, ya paro-. Le dije respirando profundo y tranquilizándome, cuando se hubo preparado para su último tiro me acerqué depositando un pequeño beso en su mejilla, toda la sangre se concentró en su rostro y su mano tembló al lanzar causando un desastroso ultimo tiro.- ¡NAMJOONIE!-. Alzó la voz haciendo un precioso puchero con sus labios, no pude evitar posicionar mis manos en sus mejillas acentuando el puchero y abultando aún más sus labios.- Me desconcentraste-. Dijo a como pudo y reí un poco.- Igual eres pésimo lanzando, Jinnie y lo sabes-. Juntó sus cejas y solté sus mejillas sonriéndole grande.- Tú solo dime cual quieres y lo ganaré para ti-. Le dije coqueto regalándole un guiño, le vi parpadear sorprendido hasta que pareció recuperarse y se abrazó a mi cintura.- Quiero ese~-. Dijo con voz mimada y apuntó al peluche más grande de todos, un oso enorme marrón con un lazo coqueto en su cuello, era precioso...pero también era el más difícil, me estaba retando por haberme burlado de él. Mire el oso unos segundos y reí.- Te conseguiré lo que quieras-. Di un pequeño beso en su frente y tome con suavidad sus manos de mi cintura para retirarlas acariciándolas momentáneamente antes de pagarle al encargado, me entregó las pelotas y me posicione, observé un momento el blanco, apunté y...le di justo a un lado del centro tumbando casi todas a excepción de una, una limpia carcajada se escuchó detrás de mí y me gire a verlo.- Ya no conseguirás el que yo quería NamJoonie-. Me dijo haciendo un puchero que me derritió el corazón, me mordí el labio inferior despacio.- Solo espera-. Le di una pequeña sonrisa y me dispuse a dar dos tiros más, el segundo fue igual que el primero pero mi último tiro dio justó en el blanco.-Le tocó premio pequeño-. Me dijo la persona que atendía el juego.-No, quiero jugar de nuevo-. Le dije al hombre y sentí un brazo enredarse en el mío llamando mi atención.-Hey está bien, era una broma-. Me dijo un tímido SeokJin, besé su cabello castaño.- Shh, ese oso será tuyo-.Desenredo su brazo del mío cuando el hombre me entregó de nuevo las pelotas y me quede observando un momento el blanco, "Espero que esos años jugando beisbol en la universidad sirvan de algo ahora", me posicione de nuevo buscando el ángulo correcto, midiendo mi fuerza y esperando a que el viento no cambiase la dirección, tomé un suspiro y lance. Justo en el blanco, ni yo mismo lo creía, todas las latas cayeron haciendo ruido y dejando sorprendido al hombre que atendía.-Vaya... entonces te llevas el premio mayor-. Me entregó el enorme oso y lo tomé en mis brazos girándome para ver a mi castaño.