Fairy

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SeokJin tenía una taza de té en sus manos y se acurrucaba en mi sofá con una manta afelpada sobre su cuerpo, había un poco de música suave en el ambiente, era un sábado y yo había tenido que trabajar, cuando entré por la puerta en medio día me sorprendí de encontrar esa hermosa imagen hogareña. Me acerqué a él dejando un beso suave en sus labios.-Estoy en casa-. Murmuré con una sonrisa y comencé a desanudar mi corbata sacándola por mi cuello.- Bienvenido, amor-. SeokJin me dedicó una preciosa sonrisa detrás de su taza, era tan pacifico.- ¿Qué banda es la de esa canción?-. Él sonido era demasiado tranquilo pero tenía un ritmo excelente, desabotoné los primeros dos botones de mi camisa y pasé una mano por mi cabello para desordenarlo, mi imagen en la oficina siempre era pulcra y limpia pero en casa era mucho más relajado.- Cigarettes after sex-. Murmuró con una sonrisa insinuante, cuando me senté a su lado levanté sus pies para dejarlos sobre mis muslos.- ¿Te gustan los chicos que fuman?-. Su sonrisa fue aún más sexy y la ocultó de nuevo tras su taza, SeokJin era demasiado sensual.- Me gustan los chicos como tú, tan dulces por fuera, perfectos y hermosos pero salvajes y dulces en la cama-. Me lanzó un guiño coqueto que me hizo sonreír, las cosas con SeokJin siempre eran inesperadas.- Esta noche te mostraré que soy perfecto para ti-. Le lancé una sonrisa provocativa y desabroché los puños de mi camisa con lentitud doblándolos hasta mis codos, no estábamos tocándonos más allá de tener sus pies sobre mis muslos pero la tensión sexual entre nosotros era enorme.-Estaré esperando por ello-. Su voz baja y suave combinaba con el ambiente, la complicidad y sensualidad giraba en una espiral alrededor de nosotros.

La puerta hizo un sonido característico cuando se abrió y un par de voces familiares se escucharon en toda la estancia, los pasitos de HyunDae sonaron rápidos mientras gritaba.- ¡Mami, Mami!-. Como un pequeño rayo llegó a la sala y se tiró en los brazos de mi novio, afortunadamente su taza de té la había dejado en la mesita cercana al sofá y sus brazos se abrieron en el momento justo para recibirlo en un abrazo. Mi hermana se tiró en el sofá frente a nosotros, lucía exhausta pero el cuidar de un niño te hacía sentir así. – ¡Papi mira esto!-. HyunDae se giró en los brazos de Jin para mirarme con una enorme sonrisa, con su dedito índice movió su dientito superior central, estaba flojo, se movía como una puerta.- ¡Vaya!, mi cielo, tienes un diente flojo-. Tomé su pequeño mentón con mi índice y pulgar suavemente.- La tía Yerin me llevó a la feria y me compró una manzana con caramelo y cuando la mordí... ¡BUMM!, mi diente se movió papi-. Yerin, SeokJin y yo mirábamos como HyunDae hacía montones de ademanes para contarnos toda la historia como si fuese la mayor aventura en el mundo, para él lo era porque ninguno de sus dientitos se habían aflojado todavía hasta hoy.- El hada de los dientes va a traerte una moneda por el-. SeokJin le dijo eso y HyunDae ladeó la cabeza confundido, al parecer Yerin no le había explicado todo, mi hermana se encogió de hombros con una sonrisa.- Él hada de los dientes es pequeñísima, tiene unas alas brillantes y hermosas, una pequeña coronita en su cabeza de risos oscuros y una varita mágica-. Los ojos de mi bebé eran muy grandes mientras escuchaba a mi novio relatarle.-Cuando tu dientito se cae debes ponerlo debajo de la almohada e irte a dormir, cuando estés muy dormidito el hadita va a venir a tu habitación y tomará tu dientito, en su lugar dejará una moneda grande y brillante como recompensa-. La boquita de mi hijo era una enorme "O" perfecta, estaba muy emocionado y sorprendido por la historia.- ¡Mami, quiero que se me caiga mi dientito ya y que me visite el hada!-. Hyun hizo un puchero adorable y todos nos reímos por su enorme inocencia, mi niño estaba ahora totalmente metido con la idea del hada y sabía que ahora solo un milagro nos iba a poder salvar de ello.

Una semana había pasado y HyunDae parecía tener una sería obsesión por su dientito flojo y toda la historia del hada de los dientes, pasaba mucho tiempo frente al espejo moviéndolo de un lado a otro e incluso me pedía verduras y frutas duras para comer pero el diente simplemente no quería caer, sin duda se había aflojado un poco más cada vez pero seguía quedándose dentro de su boquita y a este paso Hyun estaba bastante desesperado por saber si la historia que le habíamos contado era una mentira. SeokJin y yo lo mirábamos desde la puerta de la cocina, Hyun estaba en sentado en la alfombra de la sala, tenía una zanahoria cruda en su manita y le daba pequeños mordiscos como un conejito.- Ese diente no parece que vaya a caerse pronto-. Murmuró mi novio que tenía sus brazos alrededor de mi cintura.- Lo sé, esta mañana llamé al dentista y dice que quizás se le haya aflojado un poco pronto-. Yo tenía un brazo en los hombros de Jin y con las yemas de mis dedos acariciaba los cabellos castaños de su nuca.-Creo que no debí contarle lo el hada, ahora parece un poco desesperado por ello-. Jin hizo un hermoso puchero con su boquita y recargó su cabeza en mi hombro, ambos mirábamos en dirección a mi hijo que se había tumbado frustrado en la alfombra mirando sus caricaturas.- Oh, no cariño hiciste muy bien de hecho, desde que quiere que caiga ha comido muchas más verduras y frutas, es todo un milagro créeme, puede que sea obediente y las coma cuando tú se las das pero conmigo siempre es una odisea para intentar dárselas, por lo general termina haciéndome pucheros y yo cediendo a él y dándole helado-. Hice una mueca, era cierto que ese niño sabía muy bien como sucumbir a mi corazón.- Pero si es una lindura conmigo, siempre quiere un poco más de brócoli, hablando de pucheros, ¿Vendrán los chicos mañana?-. Con su pregunta sabía bien a que se refería, Jae, SungJin, YoungK, Dowoon y Wonpil se habían auto invitado a mi casa haciéndonos un montón de pucheros y para ser sincero no tenía ni idea de porque, ciertamente este era un lugar más hogareño que divertido.- Si, no pude resistirme a Wonpil juntando sus manos y diciéndome "por favor Hyung, por favor" una y otra vez-. SeokJin soltó una risilla, sabía que era un blando con ellos pero trabajaban tanto que se merecían muchas cosas.- Eso está bien, verás que en cuanto Dae vea a los chicos se va a olvidar de todo ese asunto del diente-. Dejé un bes sobre el cabello de mi novio.- Eso espero, mi amor-. Esa noche de nuevo Hyun se veía decepcionado cuando fue a dormir porque según sus palabras, "su dientito no quiso mudar de casita".

Los chicos llegaron en tropel el domingo, sus manos tenían unas cuantas cajas y varias bolsas, todavía era temprano cuando tocaron la puerta entre risas alegando "querer aprovechar el tiempo con sus hyungs", SeokJin y yo afortunadamente habíamos comprado un montón de comida chatarra el día anterior para poder alimentar a esta pequeña manada. Mi novio estaba tan contento de tener a los chicos como yo, de alguna forma esos niños se habían convertido en parte de nuestra familia, todos eran dulces, divertidos y respetuosos, cada uno tenía sus diferencias y no reparaban en hacerse un poco de burla sana entre ellos y eso nos divertía mucho a SeokJin y a mí. Los chicos estaban siempre contentos de tener a HyunDae alrededor y eso era un alivio, cada uno adoraba a mi hijo y hasta se peleaban por él, mientras tanto Dae era más que feliz por la atención.

Mientras YoungK y HyunDae jugaban con Rocky nosotros teníamos una reñida partida de Mario Kart en la sala, SeokJin era el rey de los videojuegos de entre todos y por el momento mantenía ese título, estábamos demasiado concentrados en vencerlo cuando YoungK entró corriendo a toda prisa con HyunDae en brazos, el mayor tenía una cara de terror y el color se había ido de su rostro, sin pensarlo mucho le pasé el volante a la primera persona que encontré en mi camino y corrí hasta mi hijo pero la falta de llanto fue algo bastante extraño, incluso todo el mundo comenzó a movilizarse detrás de mí, cuando estuve cerca noté que mi hijo no tenía lágrimas en su rostro si no una enorme sonrisa con una ventanita al frente de su boquita, un pequeño hilillo de sangre carmesí corrió por su mentón.-¡Papi, mi dientito se mudó!-. El alivió fue como una enorme ola sobre mi cuerpo, todos parecieron soltar un suspiro enorme, detrás de mi SeokJin se levantó con prisa hasta la cocina y yo le sonreí a mi hijo tomándolo en brazos.-Amor me diste un susto enorme, pero me alegra que por fin haya querido mudarse-. YoungK por su parte parecía confuso y pálido aún, después de que SeokJin regresara con una gasita y la pusiera sobre el lugar donde el dientito estaba tuve que asegurarle una y otra vez al chico que todo estaba bien y que eso solo era la muda de su dientito de leche.

Esa noche después de los que chicos se fueran y hubiésemos limpiado, HyunDae estaba muy emocionado, llevaba la bolsita plástica con su nuevo tesoro a todos lados totalmente seguro de que no se le fuese a perder u olvidar ponerla debajo de su almohada. SeokJin y yo le mirábamos con una sonrisa y cada vez que mi hijo sonreía la ternura me hacía casi llorar, había un espacio vacío en medio de su boquita y era adorable. Era evidente que mi niño estaba creciendo un poquito más cada día pero como padre lo único que podía hacer era guardar estos hermosos recuerdos en el corazón.

HyunDae tuvo especial cuidado en tener su tesoro debajo de la almohada esa noche, se durmió antes de su hora normal e incluso apagó todas las luces en espera del hada, por nuestra parte SeokJin y yo esperamos unas cuantas horas después evitando que mi bebé estuviese haciendo trampa queriendo conocer al hada. Solo cuando estuvimos completamente seguros que estaba dormido entramos en su habitación, lo hicimos con el mayor cuidado y enormes sonrisas de complicidad, HyunDae estaba en el mundo de los sueños, su boquita estaba abierta con esa forma tan adorable de dormir y sus manitas estaban sobre su mejilla, él como siempre se hacía un ovillo en la cama, mis dedos pasaron fugaces por su cabello cuando se colaron debajo de su almohada para sacar el dientito, estirando una mano detrás de mí, SeokJin me pasó un par de monedas que serían una fortuna para un niño y un papel pequeño y duro que tenía un pequeño sello de un dientito con una corona, era una forma sutil de crear un poco de magia en cuanto a la fantasía del hada, también dejamos un poquito de brillos esparcidos cerca de la moneda como si fuese el rastro de ese ser fantástico que lo había visitado. Con una sonrisa satisfecha ambos regresamos a la cama acurrucándonos juntos y compartiendo el delicioso calor familiar.

Por la mañana un montón de gritos de emoción nos despertaron, sin duda habíamos logrado nuestro cometido, SeokJin se acurrucó más cerca sonriendo. De vez en cuando las mentiras blancas eran buenas para crear magia. 

What am i to you? [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora