Mi niño

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HyunDae corría a pasitos pequeños delante de mí, estaba totalmente emocionado acercándose a ver los animalitos, un enorme León se acurrucaba en un lugar a la sombra dentro de su hábitat artificial y tan pronto como llegué a mi hijo lo tomé entre mis brazos y lo alcé para que pudiera ver mejor.- ¡Papi es el dey de la selva!-. Sus ojitos se abrieron tanto como podían y se aferró a mi cuello mientras lo sentaba sobre mis hombros, nos quedamos por un buen rato observando al León que caminaba de un lado a otro mojando sus enormes patas en un lago artificial. Los animales eran enormes y majestuosos, mi pequeño estaba más que feliz corriendo por todo el lugar dando ligeros tropezones, sobre su cabecita había una visera con un elefante, en la entrada me había hecho unos ojitos enormes de cachorro mientras juntaba sus palmas diciendo "papi pofavor pofavor, voy a portarme bien" y por supuesto como el padre débil que era ante sus pucheros terminé comprándoselo.

El lugar era tan grande que después de dos horas de perseguir a mi bebé por el lugar estaba exhausto, HyunDae parecía tener más energía a cada segundo y me maldije a mí mismo por haberle comprado el cereal de chocolate, terminé completamente cansado y sentado en una banca bajo una pequeña sombra mientras mi niño corría en el mismo lugar admirando los pequeños hábitats de los reptiles.- Mi amor no te acerques demasiado-. Un rato después llegó con los ojos brillosos y esa cara que hacía cuando quería pedirme algo.- Papi...-. Sus deditos se movían de forma nerviosa y se balanceaba de adelante hacia atrás.- ¿Que sucede, amor?-. Pareció pensar un momento y de nuevo sus ojitos brillaron.- ¿Puedo tener una sepiente?-. Abrí los ojos y me ahogué con mi propia saliva.- No mi amor, creo que una serpiente no sería apropiada a tu abuela le puede dar un infarto por el susto-. Hizo un puchero con sus labios gorditos y me miró debajo de las pestañas.- Ándale papi pofavor-. Me incliné hacia adelante, sonreí un poco y acaricié su cabello negro.- No príncipe, una serpiente no-. Lanzó un bufido y se cruzó de brazos.- ¿Puedo tener un cachodo?-. Cuidar un perrito sería difícil ya que no pasábamos el tiempo suficiente en nuestra casa aunque hace algún tiempo que también quería tener uno.- No lo sé Hyun, un cachorro necesita muchos cuidados-. Lo tomé en brazos y lo senté sobre mi regazo para seguir hablando.- Además tú ya eres un cachorrito bonito y chiquito-. Con los dedos de mi derecha comencé a picar despacio sus costillas y un risa burbujeante salió de su boquita mientras se retorcía entre mis brazos.- ¡Papi ya!, ¡Pofis ya, ya!-. Detuve mi ataque y mi niño respiro rápido hasta que controlo los espasmos de la risa.- A mi mami le gustan los cachodos-. Este niño era demasiado suspicaz y sabía cómo convencerme, sin embargo me la seguía pensando.- ¿Ah sí?- Asintió con seriedad mirándome desde abajo y haciéndome soltar una sonrisa suave.- ¿Papi puedo llamarle a mami Jin?-. Saque mi celular del bolsillo y busque el contacto de mi chico llamándole y poniéndolo en altavoz.

El tono de espera sonó tres veces antes de que la dulce voz de SeokJin se escuchara.- ¿Nammie?-. Mi bebé rio despacio con la boquita oculta tras sus manitas antes de responder.- ¡Mami Jin!-. Gritó alto y fuerte con mucha emoción, tomó el teléfono entre sus manitas y lo acomodé mejor en mi regazo.- Príncipe, ¿Estas divirtiéndote?, tu papi me dijo que te llevaría al zoológico -. Su voz tenía el usual tono dulce con el que le hablaba a mi hijo.- ¡Si, vimos muchos animales, un elefante enodme y una jirafa muy alta!-. SeokJin soltó una risa dulce que hubiese querido atrapar en mi mente.- Suena maravilloso, bebé, ¿Ya viste los pingüinos?, son muy bonitos y caminan gracioso-. HyunDae abrió su boquita en una "O" perfecta mirándome maravillado por lo que mi novio había dicho.- Papi, ¿Hay pininos?-. Asentí mientras acariciaba su espalda.-Si bebé, un rato más iremos a verlos-. Soltó un chillido de emoción y SeokJin comenzó a reír.- ¡Mami iré a ver a pininos!-. Una risa preciosa e infantil salió de su boquita haciéndome sentir en una burbuja llena de felicidad donde solo estábamos mi hijo, la voz de mi perfecto novio y yo.- Debes tomar muchas fotos, Hyun, dile a papi que tome muchas y me las envié-. Mi niño me miró esperanzado y le respondí con un guiño.- Papi puede escucharte-. Le susurro a la bocina del teléfono como si fuese un secreto y comencé a reír.- ¡NamJoon, tramposo estas escuchando la conversación entre mi niño y yo!-. Un sentimiento cálido me recorrió al escuchar las palabras "mi niño" y me hizo sonreír como un tonto después de soltar una carcajada.- Hey, alguien debe vigilar que ustedes dos no planeen una travesura contra mí, la última vez terminé embarrado de pastel-. Hyun tapaba su boquita conteniendo las risitas contra su palma.- Bien, bien, lo dejaré pasar esta vez pero no te salvaras de nuestras bromas-. Dijo con un atisbo de risa.- Mami, ¿Vas a quedarte esta noche con nosotros?-. SeokJin lo pensó un momento antes de responder.- No lo sé, mi amor, mañana tengo trabajo-. HyunDae hizo un puchero con sus labios regordetes y hablo con voz mimada.- Pofavor mami, quiero que veamos la bella y la bestia-. Recargue mi mentón sobre la cabecita de mi hijo esperando la respuesta de SeokJin.- ¿Puedo quedarme con ustedes, Nam?-. Había un rastro avergonzado en su voz y podía imaginarlo con las mejillas sonrojadas moviendo sus dedos con nerviosismo.- SeokJin puedes quedarte conmigo toda la vida, yo soy más que feliz de tenerte-. Una pequeña risita nerviosa se escuchó del otro lado el teléfono.- Yo... iré más tarde entonces, debo colgar, los quiero-. Mi bebé y yo recitamos un te quiero antes de colgar y la llamada con mi novio terminó.

Tres horas más caminando por el zoológico y ni si quiera habíamos llegado a la mitad, Hyun estaba tan cansado que con un lloriqueo delicado me hizo cargarlo a la salida escondiendo su rostro en mi cuello, ni habíamos llegado al auto cuando se había quedado dormido y terminé recostándolo en el asiento trasero. Dentro de casa lo recosté en su cama para que descansara y yo me tiré en el sofá para recuperarme del ajetreado día.

Un cosquilleo delicado en mi cabello me trajo de nuevo a la consciencia, al entre abrir los ojos pude haber jurado que estaba viendo a un ángel, con los labios regordetes y rosados muy cerca de los míos y los ojitos brillosos, pude sentir la sangre acumulándose en mis mejillas y mi corazón latiendo fuerte en mi pecho.- Hola precioso-. Mi voz salió ligeramente ronca y se inclinó dejando un pequeño contacto de nuestros labios como saludo antes de ponerse de pie, me estiré un poco haciendo que el sueño se esfumara y me regaló una sonrisa preciosa cuando me incorpore para sentarme en el sillón y jalarlo de la cadera con suavidad sentándolo en mi regazo, se dejó hacer y enrolló sus brazos en mi cuello.- Hola-. Murmuro simplemente antes de envolvernos en un beso delicado, tenía un ligero sabor a caramelo que dominaba mi boca, sus labios suaves y los míos danzaban despacio reconociéndose y amoldándose en cada movimiento, sus manos se movieron a mi mejillas, con los pulgares trazó círculos pequeños sobre mi piel al mismo tiempo que dábamos un poco de profundidad al beso, mi lengua dio ligeros toque sobre su inferior pidiendo permiso antes de enredarse con la suya, mis manos le sostuvieron la cintura con delicadeza un montón de suspiros se perdieron en nuestro beso. No íbamos más allá, nuestros cuerpos se amoldaban como piezas de rompecabezas hechas a la perfección el sentimiento que burbujeaba en mi pecho iba incrementándose en cada segundo, nos deteníamos a momentos para recuperar el oxígeno sintiendo la increíble urgencia de volver a estar conectados mediante nuestro beso. Un par de últimos y tiernos toques entre nosotros y nos quedamos con las frentes pegadas sonriendo en complicidad.- Bienvenido a casa-. Susurré sobre sus labios y sus ojos brillosos se clavaron en los míos para susurrarme.- Estoy en casa-.

Cuando HyunDae despertó corrió a los brazos de SeokJin que lo recibió gustoso cargándole y acariciando su cabello, ambos estaban muy felices de verse y mi hijo se deshizo entre además contándole todo lo que habíamos visto en el Zoológico, SeokJin le escuchó atento como si fuese la historia más emocionante del mundo, no pude evitar verlos con una gran sonrisa desde la puerta de la cocina cuidando la cena. Tan pronto como estuvimos satisfechos después de una maravillosa cena que hicimos mi novio y yo, nos sentamos en la sala a ver la película que mi hijo le había prometido a mi novio, SeokJin se sentó a mi lado entrelazando su derecha a mi izquierda con los pies encogidos en el sillón mientras HyunDae había traído su manta favorita junto a otras más y se había recostado en el suelo formando su propio refugio acolchonado. Mis dos chicos estaban emocionados mirando la película y sin embargo yo mismo me adentré tanto que no me percaté en el momento que ambos cayeron rendidos al mundo de los sueños, con cuidado de no despertar a SeokJin me levanté del sofá apagando la televisión y observándolos un momento llenándome de orgullo al tenerlos ahí. Tomé a HyunDae en brazos y lo llevé a su habitación dejándolo sobre su cama y arropándolo para darle un beso en la frente.- Buenas noches bebé, te amo-. Susurre acariciando su cabello y saliendo de su habitación.

SeokJin lucía demasiado adorable con la boquita entreabierta y el cabello castaño cayéndole sobre los ojos, con muchísimo cuidado lo tomé en brazos al estilo princesa y se removió un poco recargando su mejilla en mi pecho, lo llevé hasta mi habitación y lo dejé en un extremo de mi cama. Jin tenía el sueño bastante pesado lo sabía pero esta ocasión ni si quiera se dio cuenta cuando le quite la ajustada playera vistiéndolo con una mucho más grande mía y le retiré su pantalón para que durmiera con comodidad, a pesar de ser una vista preciosa mi chico estaba bastante cansado, me quite la ropa quedando solo en bóxer y me hundí en la cama en mi propio lugar después de apagar la luz. La luna daba una tenue luz y me dedique a ver la forma hermosa en que esta luz daba un reflejo mágico sobre el rostro de mi chico, me sentía demasiado completo, era demasiado feliz de tener a mi novio durmiendo conmigo. Con delicadeza recorrí sus facciones con la yema de mis dedos y un suspiro delicado salió de sus labios seguido de una suave sonrisa que se quedó ahí, me acerqué hasta su cuerpo e hice que acurrucara contra mi pecho con mi mano libre jalé la manta para cubrirnos y mantener calor, por inercia SeokJin se removió hasta encontrar el espacio adecuado sobre mí.- Buenas noches mi príncipe, te amo-. Le susurré antes de rendirme al sueño con su imagen grabada en mi corazón.

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Pronto subiré un NamJin a formato de cartas -no termino uno y ya quiero subir otro haha- Si gustan echarle un vistazo estará para esta semana, gracias por cada voto, comentario y lectura les quiero infinitamente. 🐻❤

What am i to you? [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora